Claudia Martínez
(Especial para ANÁLISIS)
No fue difícil entablar una conversación con ella. Agustina no sólo es una cara bonita o una voz maravillosa sino que detrás de ella hay una historia de superación y amor por sus hijos.
La peleó sola, empezó de nuevo varias veces, apostó a relaciones de pareja y viajó hacia donde veía que su futuro sería mejor.
Nada la amedrentó. Quiso seguir su vocación y se puede decir que lo logró o que está comenzando una promisoria carrera como cantante e intérprete.
Se la ve físicamente pequeña pero a la hora de cantar tiene una gran voz.
“Mi carrera empieza después del secundario cuando iba al Conservatorio nacional de música, que se llamaba Manuel de Falla”, relata sentada en el living de su casa.
Tiene 35 años y a partir de los 6 años fue su papá quien incentivó su vocación por la música y la carrera militar.
“El era músico y era militar. Y desde chica yo veía el uniforme y me gustaba. Termino el secundario y me pongo a ver qué es lo que puedo hacer. Había estudiado canto, había estudiado clarinete y mi sueño era entrar a una banda, ya sea militar o de la policía. Entonces rindo concurso en el Ejército y salgo bien y me destinan a la ciudad de Concordia donde estoy 8 años. En ese momento tenía un hijo, yo tenía 18 años y estaba con mi hijo Nicolás que era muy chiquito”, cuenta.
Estuvo en el Regimiento de Caballería número 6 Blandengues en Concordia y allá hizo su carrera como militar y como músico. Después le salió el pase a Buenos Aires.
“Pero luego decido que no es mi vida esa porque mis hijos eran muy chicos y la verdad que no podía seguir así la vida”. Estaba en pareja con el padre del segundo de sus hijos, militar también. “Por esa cuestión (salía a las 5 de la mañana y volvía muy tarde a la noche) es que no era vida para mí. Amaba mi trabajo pero también amaba a mis hijos y ellos estaban primero. Entonces busqué un trabajo que compatibilizara las dos cosas”, agrega.
Fue entonces que decidió hacer otra cosa para poder seguir con su vocación militar.
—¿Cómo llegaste a la policía?
—Se produce una vacante en la Banda de la policía en clarinete. Me presenté e ingrese. De esto hace ya diez años.
Pero su carrera como cantante no tardó tanto en aparecer. Ella quería ser cantante, siempre lo soñó y peleó para llegar a eso. El maestro Román la escuchó una vez en la Banda y la puso a cantar. A partir de allí su carrera sólo fue en ascenso.
Los años siguientes continuaron con el perfeccionamiento para su voz a través del vocal coach Rodolfo Vals, con quien estudia puesta en escena y canto.
(Más información en la edición gráfica número 1074 de la revista ANALISIS del jueves 15 de marzo de 2018)
