El periodista salteño y corresponsal de TN en esa provincia, Héctor Alí, analizó lo sucedido en la visita del presidente Mauricio Macri a la festividad del Señor y la Virgen del Milagro y la polémica homilía del arzobispo provincial, Mario Antonio Cargnello.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Alí recordó que la presencia de Macri en Salta “fue una invitación casi oficial de Cargnello, y luego lo despide con una frase tan fuerte como llévate el rostro de los pobres”.

Mencionó también que la llegada del presidente “estuvo precedida de una interna muy fuerte dentro de la propia Iglesia porque un presbítero importante como el padre Raúl Méndez salió a decir que no era oportuno, que podía empañar la procesión que es pacífica y respetuosa, y también el vicario Dante Bernacchi dijo que como le falló la Pachamama ahora viene al milagro para ver si puede tener un votito más”.

Además, señaló que “fue un anuncio que se hizo a muy pocas horas del día principal de la fiesta del Milagro que es el 15 de septiembre e incluso los medios lo anunciaban con verbos potenciales, hasta que finalmente se confirmó la visita”.

En cuanto a su estadía en la ciudad, el periodista describió que “Macri llegó alrededor de las 10 y hubo algo no habitual porque generalmente la custodia de Macri impide el acercamiento del presidente con la gente, y esta vez no, llegó en una camioneta negra, descendió a unos 100 metros de las escalinatas de la Catedral y permitió que la gente lo saludara, se sacara selfies, hubo mucho grito de Si se puede, y luego fue muy respetuosa y tranquila su estadía en la Misa hasta la frase del arzobispo”.

Sostuvo asimismo que la situación “fue utilizado dentro de la propia campaña” y como ejemplo, mencionó que “el candidato a gobernador es el actual intendente Gustavo Sáenz que ha tenido un camino bastante sinuoso respecto de las adhesiones políticas a nivel nacional: fue candidato a vicepresidente con Sergio Massa, luego durante el gobierno de Mauricio Macri recibió mucho apoyo financiero para obras realizadas en estos cuatro años y que efectivamente se hicieron, y luego de las PASO tuvo un gesto de acercamiento al kirchnerismo al poner como candidato a vicegobernador a Antonio Marocco que es una especie de representante de Alberto Fernández en Salta”.

De este modo, resumió que “hay toda una interna que se jugó en la misma visita de Macri porque durante las horas previas aparecieron afiches de Gustavo Sáenz dándole la bienvenida a Macri con una foto trucha o editada”.

Agregó que “también se pudo ver a otro candidato del Frente de Todos y ex intendente de Tartagal, Sergio Leavy, a quien no recuerdo haberlo visto en otras procesiones del Milagro anteriores, por lo menos en primera fila, y ahora estuvo al lado de Juan Manuel Urtubey”.

En cuanto a la celebridad del Milagro propiamente dicha, Alí opinó que “es un poco exagerada porque nueve días antes comienza la novena, meten parlantes en todos lados, cortan las calles, se neutralizan los espectáculos públicos y luego hay un triduo, que dura tres días y si son hábiles no hay actividad en las escuelas, en los bancos, y demás”. “La Iglesia en esos nueves días, fundamentalmente en los últimos tres, copa todo Salta, y le meten como cinco siglos a las imágenes que detuvieron el terremoto. Es el marketing de la Igelsia católica que todos los años renueva el pacto de fe durante la festividad del Milagro”, criticó.  

Del mismo modo, apuntó que “se bajó la cantidad de gente, ahora hubo 850.000 personas y el año pasado se superó el millón, lo que duplica a la población de la ciudad de Salta”.

Respecto de la figura del arzobispo Cargnello, Alí recordó que “en 1997 cuando se dieron los primeros cortes de ruta en Tartagal y Mosconi, con represiones, la muerte de Aníbal Verón y se reiteraron varios años seguidos, al final del menemismo y el principio de (Fernando) De la Rúa, Cargnello era obispo de Orán y a él los piqueteros le atribuyen en gran parte haberles obligado a levantar la medida de fuerza, e incluso de haber infiltrado gente que arengó a la multitud para que se desistiera de seguir con el corte de ruta, y como premio –según los mismos piqueteros- un año después lo nombraron obispo de Salta, y desde esa época lo tenemos entronizado allí en una actitud muy pasiva”.

“Salvo en la homilía de la celebración del Milagro, donde baja línea sobre la pobreza y la situación extrema, pero mientras tanto no es una iglesia combativa ni tercermundista ni mucho menos, es una de las más conservadoras de Argentina, e incluso no tiene mucha simpatía el Papa Francisco con Cargnello, y cuando Bergoglio era cardenal en Argentina no venía a Salta”, concluyó.