La protesta de empleados municipales que dejó a la ciudad de Paraná durante casi dos semanas sin recolección de basura, puso en evidencia la falta de políticas de Estado serias, concretas y sostenidas en el tiempo sobre disposición de residuos.

A su vez, también puso de manifiesto la falta de conciencia y educación de los ciudadanos respecto de separación de residuos en origen y recolección diferenciada.

Todo esto habla además de una deficiencia seria en cuanto a cuidado del medioambiente.

Ante ello, el programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) indagó respecto de las políticas que implementa el municipio al respecto y dialogó con Carlos Musante, director de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos “Manuel Belgrano” donde funciona desde hace cinco años la Cooperativa de Trabajo “Nueva Vida”.

“Fundamentalmente, lo que ellos hacen es la clasificación de los residuos en inorgánicos y orgánicos”, aclaró Musante, y agregó: “Los residuos inorgánicos son enfardados y lo venden a empresas que se dedican al reciclado”.

Musante reconoció “que aquí trabajan 95 cooperativistas” y en cuanto a la relación con la Municipalidad, explicó “que ellos cumplen con el servicio del tratamiento de los residuos. Aquí llegan los camiones y ellos hacen toda la separación. A cambio de ese servicio, ellos reciben un subsidio de la Municipalidad y recibían también otro desde la Nación”.

“Hace dos años, la Nación que impulsaba el Plan Salario Complementario lo cortó a la cooperativa; y la Municipalidad, con buen criterio, se hizo cargo de ese Plan para que a ellos no les afecten sus ingresos”, aclaró Musante.

El funcionario aclaró que a la Planta de Tratamiento no llega toda la basura de Paraná, sino entre catorce y quince camiones, de los cuarenta que andan recorriendo y el resto va todavía al Volcadero. “La idea o el propósito de esto es que algún día todos los camiones vengan aquí”, indicó.

“Pero, hasta que no se haga el relleno sanitario nuevo y se cierre el Volcadero será imposible, porque aquí hay que hacer un tercer turno e incorporar a las demás personas. Eso se podrá lograr el día que se cierre el Volcadero”, porque mientras esté abierto la gente seguirá yendo a ese predio.

Musante también observó que esta iniciativa lleva cinco años y que se la ha adoptado como una política de Estado. “Se ha hecho una campaña para comprender la importancia de la separación de los residuos. Pero, lamentablemente no se ha podido concientizar bien a las personas sobre la separación, además de que está el problema de la recolección”, reconoció y apuntó: “Es un problema (el de la recolección) que viene de todas las gestiones y no hay forma de arreglarlo”.

El informe de Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) también lo indagó por cómo los afectaron esas casi dos semanas en que no hubo recolección de residuos en Paraná. Al respecto, Musante admitió “que afecta, porque la recolección es el ingreso de ellos. Pero, bueno, son cosas que no dependen de nosotros”, contemporizó.

Con respecto a las utilidades económicas, Musante destacó que una vez que los residuos están enfardados, vienen empresas de Buenos Aires que compran esos fardos y los llevan a plantas recicladoras. “Acá no se recicla, sino que se selecciona”, diferenció.

Luego indicó que el producido económico “entra todo a los cooperativistas. Acá todo lo que se vende es para los cooperativistas”, reiteró.

Datos sobre el trabajo realizado en 2019

La labor principal de la Cooperativa es la clasificación de los residuos inorgánicos urbanos que llegan a la planta sita en calle República de Siria, su enfardamiento y posterior venta.

Otra de las actividades que vienen desarrollando es la atención y explicación del funcionamiento de la planta a alumnos de numerosas escuelas primarias y secundarias de la ciudad, que recorrieron la misma y aprendieron sobre la importancia de la separación de residuos en origen.

Además, los integrantes de la Cooperativa concretaron la limpieza y recolección de residuos inorgánicos en numerosos eventos sociales autorizados por la Municipalidad; en los Eco Canjes organizados por la Subsecretaría de Medio Ambiente municipal, y se hicieron cargo de recolectar los residuos inorgánicos de las 41 campanas colocadas por el municipio en distintos puntos de la ciudad.

En los cuatro años de la última gestión municipal, se recuperó 1.652.000 kilos de residuos. En los Eco Canjes, donde se recolectan residuos inorgánicos y se canjean por un plantín, se juntaron alrededor de seis mil kilos de residuos.

La cantidad de residuos que se logran tratar y comercializar varía mes a mes. Por ejemplo, en agosto de 2019, se vendieron 62.954 kilos de residuos lo que se calificó como “un mes bueno”, mientras que en septiembre solo se vendieron 39.745 kilos.

Los cooperativistas reciben 3.472 pesos de la Municipalidad y durante dos años también un salario complementario de la Nación de 6.160 pesos; totalizando un salario de 9.632 pesos mensuales. Al caerse el envío de fondos nacionales, de ese monto se hizo cargo el municipio.

Iniciativas de la sociedad civil

Hace unos cuatro meses, comenzó en Paraná un trabajo en materia de tratamiento de residuos originada desde la sociedad civil. Con el objetivo de generar trabajo genuino para familias de escasos recursos, en su mayoría de la zona del Volcadero, se formó la Cooperativa “Recicladores del Paraná” en conjunto con la ONG Suma de Voluntades.

Trabajan de manera sumamente artesanal, en la casa del presidente de la comisión vecinal de barrio San Martín, a pocos metros del Volcadero, sin ningún tipo de maquinaria especial para el manejo de la basura.

En un principio, comenzaron recolectando los residuos inorgánicos de las viviendas particulares en los motocarros que la Municipalidad les canjeó por los carros tirados a caballo con los cuales recorrían las calles de la ciudad, pero como eso no les era conveniente, comenzaron a efectuar acuerdos con comercios y comisiones vecinales para poder recolectar una cantidad de residuos que haga valer el viaje. 

Cooperativistas

En la casa del presidente del barrio San Martín se cedió un espacio para acopiar los materiales que la cooperativa de trabajadores, comercializan.

“Nosotros formamos un grupo con los chicos y arrancamos a laburar gracias al apoyo de la gente de Suma de Voluntades y los chicos del Movimiento de Trabajadores Excluidos que fueron quienes nos juntaron para empezar a trabajar”, explicó Walter Quiroga, uno de los integrantes de la Cooperativa.

También reconoció “que acá estamos hace aproximadamente cuatro meses”. En ese marco, explicó que el trabajo inicialmente era un “puerta a puerta”, pero lo dieron de baja porque no les funcionó como pensaban y ahora lo canalizan en la plaza Sáenz Peña, Eco Canje, la calle peatonal luego de acordar con los comerciantes que les dan los cartones y lo mismo con un hipermercado; además de algunas vecinales que se han ido sumando.

“Somos veinte los de la cooperativa; los chicos que se quedan a trabajar son los que separan el plástico, enfardan el cartón o el papel. Es un trabajo manual, no tenemos maquinarias. Se trabaja como se puede, pero se trabaja”, recalcó Quiroga

Por su parte, Sebastián Carnevale, quien también es cooperativista, resaltó que en estas dos semanas en que no hubo recolección de residuos, “se nos ocurrió ante esa contingencia hacer una recolección por nuestra cuenta”.

“La gente de la peatonal nos contrató para limpiar los contenedores y estuvimos a tiempo completo trabajando. Es más, nos llamaban desde muchos barrios, pero no dábamos abasto. Pero eso fue por contingencia, porque lo que nosotros recolectamos es cartón, papel, es decir, todo lo seco; no lo orgánico”, aclaró Carnevale.

El cooperativista recordó que con la intendencia tuvieron un contacto, “pero no salió nada ni nos llamaron más y ahora estamos esperando que cambie la gestión para ver qué pasa. La planta la tenemos acá, pero pasa que no trabaja mucho porque no les llegan las cosas y es como que no está funcionando muy bien. La idea es que podamos laburar todos en conjunto, con la planta, con otra cooperativa que hay acá en el barrio. Y generar trabajo para todos los compañeros que están en el Volcadero, los cartoneros y los que andan por la ciudad”, se esperanzó.

Contextos

Se estima que una persona produce un kilo de basura por día, de los cuales el 40 por ciento son reciclables y la ciudad de Paraná genera unas 300 toneladas por día.

El sistema de reciclado que la Municipalidad propone con la planta de tratamiento solamente procesa el cinco por ciento del total de basura generada en la ciudad.

La postura de los Recicladores del Paraná es que los cartoneros y cartoneras también procesan gran parte de ese material, efectuando un trabajo que tiene beneficios ambientales y beneficios para el municipio porque ahorra costos de logística, pero que es una labora que no está reconocida. Plantean que “sin los cartoneros no hay basura cero en Paraná”.

“Desde la Federación Argentina de cartoneros y cartoneras, nace la idea de la organización y de la generación de propuestas de trabajo concretas. Decimos que es importante generar un sistema de reciclado para la ciudad con los cartoneros dentro del mismo porque hacen un servicio que hoy es invisible, pero que si el Estado reconociera podría ordenar el trabajo y generar condiciones materiales para tener un servicio eficiente”, aseguran desde la Cooperativa.

En ese marco, criticaron que mantuvieron reuniones con el secretario General de la Municipalidad de Paraná, Eduardo Solari, pero que “nunca hubo respuestas ni se pudo generar una agenda productiva”.

“Hoy no hay recolección diferenciada, ni separación en origen por eso es poco lo que se puede procesar en la planta de tratamiento, porque llega todo junto y falta una política ambiental desde el Estado para generar las condiciones para que mínimamente el material llegue separado entre húmedos y secos a la planta. Creemos que los cartoneros son un eslabón fundamental en el sistema de reciclado, porque conocen el modo de trabajo, y por eso tienen que participar en todas las etapas del proceso, desde la promoción ambiental, con capacitaciones, que participen en la recolección diferenciada, en la clasificación y en la posterior puesta en valor de los materiales”, aseveran.

“El sistema actual pretende trabajar con los cartoneros y cartoneras, pero dentro de la planta, que por razones obvias es imposible porque la planta tiene una capacidad para 150 personas aproximadamente y no entrarían todos”, criticaron.

“No hay una ordenanza que legisle sobre la disposición de los residuos de los grandes generadores, como son los supermercados. Por ejemplo, hoy el supermercado Día vende por su cuenta los cartones, operatoria que no está permitida en Buenos Aires”, mencionaron.

El eje está en organizar la recolección diferenciada y concientizar sobre separación de residuos en origen. Para eso, desde Recicladores del Paraná se está desarrollando un proyecto que se presentará a la próxima gestión municipal.

Marco legal

En cuanto al aspecto legal, el Municipio de Paraná posee la Ordenanza N° 9.233 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), sancionada el 29 de septiembre de 2014 y promulgada 20 de octubre del mismo año mediante el decreto N° 2330.

En consonancia con ello, la Ordenanza N° 8954 que provee de un marco general a la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), promoviendo la separación en origen, la recolección diferenciada, la creación de programas de concientización ciudadana, la erradicación de basurales y volcaderos y el saneamiento de cursos y espejos de agua.

El Decreto 727/12 que establece un protocolo para la erradicación de mini basurales y focos ígneos; el Decreto 1194/10 que crea el Centro Integral de Reciclaje; el Decreto 619/78 que crea un Relleno Sanitario; y la Ordenanza N° 8.888 que establece un programa de reutilización, reducción, y sustitución del uso de bolsas plásticas.