La sucursal Ribeiro de Paraná cerró sus puertas. En consecuencia diez empleados estuvieron negociando con directivos de la firma las condiciones para su desvinculación.

Tras una “larga negociación” las partes arribaron a un acuerdo que fue “homologado” en la Secretaría de Trabajo de la Provincia.  El mismo establece que los diez empleados de la sucursal accederán a una indemnización “que lamentablemente se abonará en cuotas” más “el compromiso de abonar los salarios adeudados de septiembre y octubre conjuntamente con agüinado dentro de las 72 horas”, que se empezaron a contabilizar ayer a las 18 horas.

Así lo precisó la secretaria adjunta del Sindicato de Comercio de Paraná, Eugenia Velázquez, quien comentó que el sindicato acudió al llamado de los trabajadores luego de que ayer se presentara en la sucursal un gerente regional para llevar adelante el cierre.

“La empresa ya había resuelto cerrar la sucursal con lo cual los trabajadores llegaron al local y se encontraron con el gerente regional que venía a cerrarlo y tenía un modelo de distracto laboral impreso con los nombres de cada uno de los chicos y querían que lo firmen ante una escribana que (la empresa) ya había designado”, narró Velázquez.

“En cierta forma querían hacer el distracto en la vereda, les pedimos que abrieran la sucursal como para estar en un ámbito un poco más cómodos y más tranquilos porque lo que sucedía era algo doloroso  y se negaron porque aducían que la sucursal ya había cerrado y no se podía abrir”, acotó.

En consecuencia, la reunión entre las partes se llevó adelante junto a las abogadas del sindicato en la sede gremial y luego a pedido del gremio fue ratificada en la cartera laboral, “para darle un marco de legalidad”, señaló la dirigente a APF.

A la hora de explicar el porqué de esta decisión, Velázquez señaló que la firma viene sosteniendo “que la situación del país no ayuda” y por eso “en todo el país tenían 87 sucursales y van cerrando entre 14 y 15 en el último tiempo”.