Los concordienses Pablo y Luciano Erbetta están varados en Cancún y piden volver al país.
Pablo Erbetta y su hermano Luciano son dos jóvenes oriundos de Concordia que viajaron a Cancún el pasado 6 de marzo para disfrutar de sus vacaciones, y tenían previsto regresar el 23 del mismo mes a la madrugada, pero la pandemia de coronavirus que asola al mundo les cambió los planes y lo que debía ser un viaje de placer se convirtió en una lucha para poder volver a casa.
Junto a ellos, quedaron varados unos 1.800 argentinos sólo entre Cancún y Ciudad de México.
En diálogo con ANÁLISIS, Pablo contó: “Se comenzó a complicar la vuelta el 17 de marzo cuando anunciaron que el 20 cerraba el aeropuerto de Lima donde teníamos una escala. A partir de ahí se comenzaron a reprogramar los vuelos, lo que fue caótico porque había mucha gente en la misma situación y la empresa donde teníamos el pasaje comprado, que es Latam, tenía dos posibles vuelos de regreso: uno por Santiago de Chile y otro por San Pablo”.
“Por toda la situación del cierre de aeropuertos por la pandemia, nos reprogramaron para un día antes de lo previsto, el 22 de marzo; después para el 1 de abril, después para el 5 de abril y así hubo cinco reprogramaciones, donde nos presentábamos en el aeropuerto y nos encontrábamos con que estaba cancelado el vuelo”, relató.
Describió que “fue tremendo porque mucha gente está en esta misma situación, los aeropuertos de Santiago de Chile y San Pablo colapsaron y decidieron no dejar entrar a más gente, y todo empeoró cuando Argentina cerró las fronteras y se hizo imposible volver”.
En cuanto a las posibles soluciones, mencionó que “lo único que nos queda en este momento son los vuelos de repatriación, que salieron dos de Aerolíneas hasta ahora y sale uno más el 22 de abril, pero son vuelos que hay que pagarlos: salen 600 dólares lo que es más caro de lo que pagamos originalmente el vuelo”.
Ante ello, lamentó: “No hemos tenido suerte, porque manejan un orden de prioridad según pasajeros que ya tenían pasaje con Aerolíneas, o de compañías aéreas con algún convenio o por ciertos acomodos en los cuales no hemos podido comprar esos pasajes”.
De todos modos, celebró que “por suerte Latam volvió a operar el lunes pasado y el próximo vuelo es el 25 de abril, y ya se comunicaron con nosotros y nos anotaron en una lista aunque nos advirtieron que no nos aseguraban poder volver”.
Consultado por la forma en que están viviendo este momento, Erbetta comentó: “Nosotros nos estamos pagando todo, porque hay una ayuda del Consulado pero no es para todos. Te dan un formulario donde hay que poner los datos socioeconómicos y de la familia, y si nadie puede ayudarte te dan un lugar donde quedarte y comida, pero nos mandan a un hotel con habitaciones compartidas, con lugares comunes y nosotros queremos evitar justamente eso porque corremos más riesgo de contagiarnos”.
Por eso, con el objetivo de cuidarse del virus, los jóvenes de Concordia decidieron alquilar un departamento desde el 20 de marzo pasado, sólo para ellos dos. “La idea principal del viaje siempre fue estar en hostels y compartir habitaciones pero a raíz de todo esto decidimos gastar un poco más para cuidarnos mientras esperamos la vuelta. Obviamente nunca pensamos que íbamos a estar más de un mes varados”, admitió.
“Desde el día 20 decidimos estar encerrados porque si estamos en contacto con gente corremos el riesgo de contagiarnos y en ese caso no podríamos subir a un avión, ya que en Cancún el gobierno recomienda una cuarentena pero no es obligatoria y si bien poco a poco la gente va tomando conciencia, igual anda en la calle, hay negocios que no son esenciales que siguen abiertos y eso es un riesgo grande”, refirió ante este sitio digital.
Agregó que incluso realizan las compras a través de una aplicación por la cual reciben la mercadería para evitar salir a la calle, y que las pocas veces que salieron de su auto aislamiento fue al banco y “tomando todos los cuidados necesarios”.
A la hora de analizar la asistencia que recibieron del gobierno para sobrellevar la situación, el joven dijo que “ha sido bastante peor que deficiente, porque no hay comunicados oficiales y nadie se comunica con la gente. Hay un grupo de chicos que armaron un Instagram que se llama Argentinos Varados en México para ir comunicando más la situación y estar en contacto entre todos y son quienes tienen más contacto con el Consulado, pero es todo bastante caótico”.
Aunque reconoció que “esta situación nos desborda a todos y seguramente ellos pasaron de no tener prácticamente laburo en todo el año a una situación en la que se encuentran con un montón de gente queriendo volver a casa más las aerolíneas que no funcionan, y deben estar super pasados de laburo”, también reclamó que “nos vendría bien un poco más de comunicación oficial y que hagan las cosas más prolijas y ordenadas porque hay muchas cuestiones que no se entienden”. Como ejemplo, mencionó que “hay personas que vivían en México y no son varados pero que a raíz de esta situación quieren volver a la Argentina, y que consiguieron pasajes para el vuelo de Aerolíneas que sale el 22 de abril. A ellos los llamaron desde el Consulado en base a una lista que nadie sabe qué orden de prioridad tiene, mientras nosotros seguimos esperando desde hace casi un mes”.
Puntualmente sobre la posibilidad de retornar al país, lamentó que “desde Latam no nos aseguran la vuelta y estamos esperando la confirmación del vuelo” y admitió: “Si hubiésemos tenido la posibilidad de comprar el vuelo de Aerolíneas que sale el 22 lo hubiéramos hecho, pero no nos llamaron. Hubiésemos comprado el vuelo incluso teniendo la posibilidad de volver tres días después con Latam sin pagar el pasaje, porque nadie te asegura nada y si no te subís al primer vuelo que aparece, tenés que esperar hasta la siguiente semana”.
“Somos muchísimas las personas que estamos acá y se necesitan por lo menos ocho vuelos para volver todos, pero encima se va sumando gente todo el tiempo porque México al no cerrar las fronteras y seguir entrando gente de afuera, eso hace que el número nunca se achique del todo. Por eso, la verdad es que en el primer vuelo que podamos subir, aunque sea pagándolo, nos subimos”, comentó.
De todos modos, aclaró que “hay gente que no está en las mismas condiciones, porque ya no tiene plata; cuando uno viaja no tiene previsto que le pasen estas cosas y se ajusta a un presupuesto, nosotros teníamos ahorros, nuestra familia nos ayuda y tendríamos la posibilidad de pagar uno de estos vuelos de Aerolíneas en cuotas pero hay otra gente que no tiene más plata ni para los pasajes ni para seguir manteniendo su situación acá, y desde el Consulado no hay un listado claro que organice los vuelos y nos informe”.