El médico jujeño, Augusto Ittig, brindó un panorama de la situación en su provincia que ya comenzó a abrir gran cantidad de actividades para flexibilizar el aislamiento obligatorio y analiza comenzar el dictado de clases presenciales.  

“Estamos en un veranito, pero no le ganamos nada a nadie y no nos relajamos”, afirmó Ittig en declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), al analizar la situación de la provincia en relación con la pandemia de coronavirus y la flexibilización de la cuarentena.

“En la provincia toda la población entendió lo que ocurrió, Jujuy fue la primera provincia que decretó la cuarentena,  la primera que armó hospitales de campaña, la primera en usar barbijo, y la gente acató las determinaciones del gobierno que han sido correctas”, destacó el galeno, que aclaró que no forma parte del gobierno de Gerardo Morales y dijo “ser crítico de algunas cuestiones”.

Entre las medidas que consideró “correctas”, mencionó que “se armó un Comité de Emergencia (Coe) dirigido por un emergencista y un epidemiólogo que armaron una estrategia, con el soporte de la estructura política, y se desarrolló un sistema de videoasistencia a la población para despejar dudas de la población de si tenía Covid o no de forma gratuita; luego hubo soporte psicológico y asistencia de odontólogos, y ahora también hay médicos”.

“Todas estas políticas hicieron que la provincia se blinde, en cada una de las fronteras provinciales e internacionales, dado que limitamos con Chile y con Bolivia y a cada camionero que ingresa trayendo alimentos se lo hisopa buscando que no esté enfermo y si está enfermo se lo pone en cuarentena y en tratamiento en un hospital especial para esto”, explicitó.

Remarcó que “todo esto permitió no tener virus circulante y durante 50 días, hasta el lunes pasado no se encontró –porque se salió a buscar- ningún paciente infectado” aunque aclaró que “el lunes entró una caravana autorizada y programada de argentinos expatriados por tierra desde Perú y allí dio positivo una persona, que fue hisopada en la frontera y traída con equipo de protección personal al hospital en una ambulancia específica y hoy es el único paciente infectado que tenemos, de un total de cinco que tuvimos y ya fueron dados de alta”.

“Eso permitió generar turismo interno, donde los jujeños pueden hacer turismo dentro de Jujuy, y ahora se plantea la apertura de las escuelas”, indicó y planteó que “es muy interesante” el trabajo del Coe ya que “al final del día nos informa a los ciudadanos todo lo ocurrido en el día y las estrategias hasta el día siguiente o subsiguientes, y además tiene como un canal de televisión donde durante el día informa y tiene un magazine de actividades”. “De este modo, la presencia del Coe está durante todo el día y todo eso permitió que en el centro los negocios se van abriendo progresivamente con distancia personal”, puntualizó.

No obstante, detalló que “aún no se abrieron las escuelas, el fútbol, los teatros ni el cine, sí se abrió el shopping desde hace unos 15 días” y explicó que “todo es progresivo”. “A diferencia de otras provincias como en este país siempre hay grietas están los que quieren salir y no darle bolilla a nada contra los que no quieren levantar nada y no quieren salir”, analizó.

“A esto tenemos que aprovecharlo y generar actividad productiva, pero soy médico y conozco exactamente la virosidad que tiene este virus, pero hay que seguir cuidándose porque tenemos frontera con Chile donde tienen en este momento casi 1.000 personas en respirador y está a nada de no tener más respiradores para conectar, y por el otro lado en Bolivia han sobrepasado la capacidad de respiradores. Por eso hay que entender que estamos en esta posibilidad de circulación super controlada pero el mensaje para la población sigue siendo el mismo, hay que cuidarse y hay que respetar los protocolos de cada provincia”, reflexionó.

Asimismo, sostuvo que “hoy no sería tan fácil llegar hasta Jujuy ya que en la frontera con Salta, en la localidad de Pampa Blanca hay una estructura armada de salud y de seguridad donde se realizan dos pruebas, una rápida de inmunoglobulina para ver si la persona tiene rastros de inspección. Si hay rastros la persona es llevada al hospital de campaña preparado para eso donde hay dos posibilidades: pueden quedar 14 días en cuarentena o puede pagar de su bolsillo la prueba de PCR, que cuesta unos 5.000 pesos”.

Ante ello, advirtió que “en esta pandemia no tenemos las libertades individuales que teníamos antes, pero si trabajamos bien las vamos a volver a tener” y aclaró que “en Jujuy está permitido solamente el ingreso de la gente que la provincia necesita, que es relacionada a la producción o de distribución de elementos esenciales como alimentos, medicamentos y otros”. 

Analizó que “en una provincia que vive de recibir al turismo, sabemos que el virus es tan agresivo que hace colapsar cualquier sistema de salud, porque ya vimos lo que pasó en Europa, Italia o España, y lo que está pasando en Estados Unidos y en otros países cercanos” y aseguró: “Le tenemos mucho respecto a la agresividad de este virus”.

En cuanto a los inconvenientes que denunciaron los camineros para poder ingresar a Jujuy, sostuvo que “todo eso se va ajustando y los controles no son por necedad, se sabe que cada medida genera muchos inconvenientes, pero es una manera de protegernos y de proteger a ese colega que está viajando y que al ser asintomático, sin darse cuenta, puede ser diagnosticado y tratado en Jujuy”. 

En este contexto, admitió que “de tanto en tanto hay incumplimiento porque no somos una sociedad muy ordenada, sino que tenemos un perfil latino que se relaja permanentemente, por eso es importante la presencia del Coe durante todo el día que va educando a la población sobre las cosas que no se pueden todavía”. “Hay que seguir cuidando a la gente para que no subestime la situación porque en algún momento vamos a hacer la curva, en algún momento nos vamos a infectar, y ese momento debe ser con el máximo de control posible para que la infección no haga colapsar el sistema de salud”, señaló.

Por otra parte, contó que trabaja en una minera donde ahora se desempeñan 200 personas, de un total de 800 que trabajaban antes de la pandemia, “porque se priorizó una parte de la minera para cuidar todas las normas y protocolos, la distancia y demás”.

En tanto, respecto de la apertura del sector gastronómico describió que “se puede ir a comer por número de DNI, hay que hacer reservas, los lugares habilitados tienen la mitad de la capacidad que tenían o menos porque las mesas tienen mayor distanciamiento, el personal que atiende lo hace usando barbijo, la gente que llega lo hace con barbijo y solo se lo puede sacar dentro del local”. “No es una manera de ir a comer afuera alegremente como se hacía antes, es de una manera mucho más controlada”, apuntó.

Sobre los hoteles contó que “están cerrados, y cuando se empiece a activar van a comenzar algunos con reservas” y explicó que “hubo muchos estudiantes que quedaron varados en otras ciudades los cuales fueron llegando en grupos de unos 40 en dos colectivos programados de la provincia y al llegar se los llevaba a un hotel donde se pagaba el día del hotel, casi al costo, para que estén 14 días en cuarentena”.

“De esa manera no sólo todo el expatriado entró orgánicamente sino que se le dio actividad a los hoteles que pudieron pagar sus costos y actuaron como una herramienta social”, destacó.