De ANÁLISIS

Pasadas las 9 de este jueves continuó el juicio que se sigue a Ulises Truffe por Homicidio culposo y lesiones graves. El joven impactó a Silvestre Roberto Carlos Maka Taborda y le provocó la muerte. También colisionó a Karen Acevedo y Guillermo Martínez a quienes les provocó lesiones graves. El accidente fue el 18 de noviembre de 2018 a las 6.20 de la mañana aproximadamente. 

El fiscal a cargo del juicio, Francisco Ramírez Montrull pidió una pena de 4 años y 8 meses de prisión más 8 de inhabilitación para conducir. La querella a cargo del abogado Jorge Gerard, en tanto, solicitó 5 años y 10 meses de prisión más 11 años de inhabilitación para conducir vehículos. El defensor, Marcos Rodríguez Allende, solicita por su parte 3 años de prisión condicional. La juez a cargo del juicio es Carolina Castagno.

La discusión tiene varias aristas: se evalúa como agravante que Truffe tenía 1,4 gramos de alcohol por litro de sangre, tres horas después del accidente. En los alegatos de apertura, el defensor planteó que los transeúntes circulaban en infracción y habrían estado cruzando entre dos autos Galaxy estacionados a 45° por avenida Almafuerte. Uno de los puntos clave está puesto en determinar si Truffe, al mando de un Celta rojo, colisionó primero a los vehículos estacionados o a los tres peatones.

La audiencia pasó a un cuarto intermedio y se retomará este viernes a las 9.

Testigos

El oficial inspector Hugo Alberto Pereyra, personal de la Comisaría Décima, estuvo esa mañana del 18 de noviembre de 2018 en el lugar. Describió cómo era el escenario después del siniestro. Dijo que en el lugar encontró a 4 personas lesionadas: Maka Taborda (víctima fatal); Karen Acevedo; Guillermo Martínez; y Ulises Truffe.

“Solicitamos a Emergencias para el traslado y atención de los heridos que estaban en la calle y la persona que estaba adentro del Celta rojo (el auto que conducía Truffe), que estaba lesionado. No pude determinar si la persona que estaba sentada atrás y costado del auto, lesionado, venía adentro del auto Celta”, marcó el policía. Agregó que en el lugar “había mucha gente, la mayoría había salido del boliche Cuba que estaba en el segundo piso del Jockey Club”. “Era un revuelo, había corridas y querían linchar a Truffe”, describió. Además acotó que testigos le refirieron que Truffe conducía a “alta velocidad”.

“Me entrevisté con los dueños de los Galaxy. El Celta chocó a un Galaxy y un Galaxy chocó al otro”, dijo Pereyra. Los dos Galaxy estaban estacionados en la vereda Sur de Almafuerte, a 45 grados. Según la defesa de Truffe, los tres jóvenes chocados por el Celta estaban “cruzando” entre los dos vehículos estacionados.

“Después nos informaron del hospital San Martín que Taborda falleció. Eso se informó al fiscal que dispuso la detención de Truffe y otras diligencias. En el lugar no pude determinar la participación de Martínez, si estaba adentro de vehículo Celta”, subrayó.

“Truffe estaba golpeado. Necesitábamos charlarlo para que no se duerma, para que no le pase nada. Tenía la cara ensangrentada. Había un golpe en el parabrisas, un golpe en la parte frontal del lado de conductor. El parabrisas estaba dañado en gran parte. Taborda estaba totalmente inconsciente, muy lesionado en la parte de la cabeza. Martínez estaba sentado, decía que le dolían las piernas. Tenía politraumatismos”, puntualizó. “El Celta quedó a unos metros de los Galaxy, la trompa para el cardinal Sur. Enfrentado a 5 o 10 metros aproximadamente”.

En cuanto al estado del conductor del Celta, el policía aseguró no haberse dado cuenta que estuviera borracho. “Estaba lúcido, se lo veía bien pero no decía nada”, marcó.

Según pudieron chequear los policías que intervinieron en el siniestro en ese momento, el titular del vehículo Celta era un tercero, no Truffe, “un señor de Nogoyá”. “Por sistema, Truffe no estaba autorizado para conducir ese vehículo”, afirmó.

Declaró también Germán Bustos, joven que iba con Martínez, Acevedo y Taborda esa mañana. Bustos no sufrió ninguna lesión.  “Cuando estaba asistiendo a los lesionados, escucho gritos. No recuerdo que el conductor del auto rojo contestara, sí que los dueños de los Galaxy gritaban. Después del accidente me di vuelta y vi a Martínez que estaba adelante mío y Maka que estaba irado a 3 o 4 metros de la estación de servicio”, aseveró. La querella le mostró videos de las cámaras de seguridad.

El dueño de un Galaxy

Adalberto José Zandomeni, el dueño del Galaxy negro estacionado en el lugar, introdujo que Truffe prácticamente creció en su casa, porque eran vecinos. “Tenemos una amistad. Hemos tenido algunos problemas como cualquiera. Trabajamos juntos”, asentó.

“Yo volvía del boliche Cuba. Al lado había un Ford Galaxy que a mí me interesaba comprar, igual al mío pero más nuevo. El mío era negro y el de al lado gris. Yo quería comprarlo pero al final no. Le pagué 50 pesos al trapito que estaba en el lugar y alcancé a entrar el auto, lo puse en marcha y el encendí el stereo. No me acuerdo si me alcancé aponer el cinturón de seguridad y ahí vino el impacto.  Me acuerdo que me quise bajar y no pude porque tenía el cinturón puesto. No vi nada porque los vidrios estaban empañados. Cuando bajé del auto, lo reconocí a Truffe. Primero estaba el auto gris y después el mío. El Chevrolet rojo chocó al gris. Al auto rojo lo habían cambiado hace poco. Cuando Truffe (padre) quedó sin trabajo, empezó a comprar autos para reparar y luego los vendía y eso producía dinero. Por eso no estaba a su nombre, porque se dedican a hacer eso”, manifestó.

“Sentí como si cayó un rayo. El Galaxy gris impactó en el mío. Me bajé y lo vi a él. Le dije montón de cosas porque estaba enojado. Jamás pensé que Taborda estaba fallecido. No había sangre ni nada al lado de Taborda. El otro auto estaba desmembrado. Mi auto no sirvió más tampoco, lo regalé. No pensaba que era tan grave el accidente. Quería irme en el auto, lo puse en marcha pero tuve que hacerlo llevar con una grúa”, declaró.

“Vi que el auto rojo venía a alta velocidad”

Hugo Eduardo Piedrabuena, un remisero que estaba estacionado en el lugar en el momento del siniestro vial, declaró que estaba estacionado en frente al boliche, sobre Dean J Álvarez. “Ví que los tres chicos salían. Dos varones y una chica. Sentí el grito de chicas y veo un auto rojo que venía a alta velocidad y lo levanta por el aire a Taborda, la chica cae para el lado derecho y el otro chico (Martínez) cae para la derecha”, describió.  

“Una chica cayó a 10 o 20 metros de donde yo estaba estacionado. Dio la casualidad que un día cargué a una señora con su marido y era la mamá y papá de Taborda. Me pidieron que declare y dije que iba a decir lo que vi. Vi a un chico rubio que manejaba el auto rojo, cuando se quiso bajar la gente le quería pegar y se subió otra vez”, detalló.

“Seguramente venía a alta velocidad por la forma que rompió los autos. El auto hizo un trompo y cazó con la parte de atrás a la chica y seguro con la parte de adelante al otro chico. Los Galaxy estaban estacionados a 45°, bien estacionados”. La querella le mostró el video. “Creo que era Taborda el que se ve salir volando”, precisó.

El remisero vio al Celta haciendo un medio círculo. No supo decir si ese movimiento se produjo por una frenada o por el choque. “El Celta golpeó al Galaxy e hizo para atrás. Los chicos ya habían pasado por el Galaxy, iban cruzando”, dijo.

Testigos y víctimas

Guillermo Martínez y Karen Acevedo declararon este jueves. El joven remarcó que estuvo inconsciente hasta que lo enyesaron en el Hospital San Martín, que no recuerda todo lo que ocurrió entre en siniestro y su atención en el nosocomio. La  Fiscalía y querella le mostraron  imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del lugar. El muchacho reconoció a Maka Taborda volando por el aire, una imagen registrada a las 6.09 de la mañana, identificó al Celta rojo. Se le mostró también imágenes donde se observa a Truffe caminando a las 6.10 de la mañana, hablando por teléfono.  

Karen Acevedo nunca perdió la conciencia. Dijo que salió a bailar al boliche Cuba con una amiga donde encontraron a Martínez, Taborda y Germán Bustos. “Salíamos de Cuba y nos íbamos al auto que estaba estacionado en frente. Veníamos todos juntos y nos dirigíamos al auto. Maka me iba a dar la mano para que baje el cordón y no recuerdo más nada. El auto se lo llevó. Una señora que trabajaba en el Casino me dijo que me siente el en piso. Después veo el auto de él, el auto rojo que estaba contra dos autos más metidos, estaban pegados en el cordón, estacionados. Fue como las 6 de la mañana. Maka me dio la mano para bajar, para que no me caiga porque había pasto, cuando voy bajando digo que tengo miedo de caerme. Él puso un pie abajo del cordón y me dio la mano. Pegó un tirón cuando se lo llevó el auto rojo y me llevó con él. Vi tirado a Germán Bustos y a Guillermo Martínez. Me decían que me quede sentada, que el auto me había chocado. Le di a mi amiga para que llame a mi papá. No lo ví a Maka”, describió.