Una mujer de 26 años denunció ante la Justicia de Córdoba que escapó de una red de trata de personas y afirmó que cuando era chica presenció escenas de violencia en una casa del barrio Alberdi, donde habría personas enterradas.

La denuncia de la mujer dio lugar a dos causas diferentes: una por trata de personas que fue transferida a la Justicia cordobesa y otra por los supuestos asesinatos. El punto en común entre ambas sería el padre de la víctima, a quien ella no solo señaló como el jefe de la red de trata sino que también sostuvo que él las obligaba a prostituirse a ella y su hermana.

Según el relato de la denunciante, ella escapó de Buenos Aires, donde dijo que estaba captada en una red de trata y era explotada sexualmente. Tras huir, pudo volver a Córdoba y aseveró que en la casa de barrio Alberdi donde vivía cuando era menor, en la calle Hualfin al 300, fue testigo de crímenes y enterramientos en el patio trasero de la propiedad.

El caso de los supuestos asesinatos es investigado por el fiscal Gustavo Dalma, quien en diálogo con los medios locales remarcó que el trabajo judicial “es muy incipiente” todavía para hablar de datos certeros. Por otra parte, confirmó que este martes se dispuso el allanamiento de la vivienda mencionada por la presunta víctima, en donde actualmente vive una familia ajena a los hechos.

“Son hechos que llevan algún tiempo. El propietario estuvo presente, estamos tratando de identificar el lugar y de verificar los dichos de la denunciante”, detalló el fiscal. De acuerdo a la denuncia, la familia vivía en el barrio Alberdi de Córdoba pero se mudó a Buenos Aires a mediados de la primera década del 2000. En su nuevo domicilio siguieron tanto los episodios de abuso sexual del padre como la explotación sexual de las hijas por parte de otros hombres que le pagaban al acusado para violarlas.

El hombre fue denunciado por una de sus hijas y lo condenaron a 11 años de prisión, pero testigos en Buenos Aires afirmaron que sigue en libertad. Ahora llegó la denuncia de la segunda víctima.

Día Mundial contra la Trata de Personas

En el año 2013 la Asamblea General de la ONU decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, con la clara intención de concienciar a las personas y sobre todo a los gobiernos, acerca de la grave problemática que ha acarreado la expansión de este delito a nivel mundial.

La trata de personas es considerada uno de los más graves delitos de violación a los derechos humanos, siendo catalogada un símbolo moderno de esclavitud del siglo XXI, mediante la cual las personas son privadas de su libertad y derechos por parte de terceras personas.