El secretario de la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná, Marcelo Ruggeri, se refirió a la realidad del sector en el marco de la pandemia y la crisis económica que produjo.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Ruggeri describió que “la actividad económica está muy complicada por varios motivos: por un lado están muy bajas las ventas por la situación económica en general y de la gente que no es la mejor y eso se nota, la gente ya no gasta en lo que le gusta sino en lo mínimo que necesita; y por otro lado la pandemia también afecta con mucha gente grande que ya no viene a hacer las compras y la obra de la peatonal ocasiona problemas para acceder a los negocios y la gente cuando ve que están trabajando pasa de largo”.

Respecto de los beneficios por la implementación del horario corrido, comentó que “la semana pasada cuando estuvimos obligados a restringir horarios se notó más venta y afluencia de gente el jueves, viernes y sábado pero los tres primeros días fueron malísimos”.

“Cuando todos los negocios están obligados a cerrar a determinada hora, la gente sale porque sabe que desde cierta hora no se puede y trata de venir antes. El horario corrido tiene varias aristas muy complicadas para consensuar: primero porque se pide sólo para la zona del microcentro y nunca es para toda la ciudad porque no da resultados en los barrios. A diferencia de años atrás en los barrios hay muchos centros comerciales que se fueron formando, y la Peatonal es un paseo, no solo un centro de compras, y para la necesidad que hay hoy ese tipo de paseo la gente no lo hace porque la plata para gastar no le sobra. Por eso cuando son cosas básicas y necesarias, ante la diferencia de horario la gente termina comprando en los barrios”, explicitó.

Sostuvo que “algunos comerciantes están implementando el horario corrido porque hay rubros muy específicos que trabajan bien en ese horario”, y como ejemplo mencionó “un local que vende artículos para armar bijouterie, y otros cercanos al shopping, que tracciona movimiento a la siesta porque está de corrido”.

“En los negocios que tienen empleados hay que pensar en ocho horas de trabajo, y si se abre a las 9 hay que cerrar a las 17, pero no hay negocio que aguante en el tiempo cerrando a esa hora porque la idiosincrasia del paranaense es dormir la siesta y salir en otro horario. La gente empieza a salir a las 17 y a las 19 se corta el movimiento, por eso muchos comenzamos a abrir más temprano a la tarde y hacemos de 15.30 a 19.30 porque después de ese horario ya la peatonal queda vacía”, describió.

“Obviamente apoyamos a todo el que quiera probar a trabajar de corrido y ojalá se vaya instaurando la costumbre de la gente de salir más temprano, pero es muy difícil conformar a todos y unificar criterios. No hay nadie que trabaje en comercio a quien no le favorezca irse a media tarde a su casa”, planteó Ruggeri.

Pandemia, protocolos y asistencia estatal

Consultado por la asistencia del Estado en la crisis ocasionada por la pandemia, indicó que “para esta segunda ola desde el Estado hubo una ayuda denominada Repro que fue de 18.000 pesos por empleado que se dio en dos cuotas” y consideró que “no fue tanta la ayuda ahora como fue el año pasado para soportar el costo de los empleados”.

Asimismo, apuntó que “no todos los comerciantes estaban enterados de este plan, no fue demasiado difundido la información”.

Sobre la afectación del coronavirus en los trabajadores, dijo que “el comercio es uno de los lugares donde mejor se respeta el protocolo, los que no variaron en este tiempo, y si bien no hay encuesta, no hubo muchos casos de contagios de empleados. En el comercio donde trabajo, de ocho empleados que somos, ninguno se contagió”.

Aseveró que “el protocolo se mantiene y se respeta mucho porque nadie se quiere enfermar, ni quiere estar encerrado en su casa, pero por ahí es la gente la que se olvida y hay que estar recodándole los cuidados. De todas formas ahora se nota mucho más la gente que se cuida en la calle”.

Además, remarcó que “en el centro hay siempre un inspector que pasa y mira dentro de los locales para advertir sobre el cumplimiento o no de los protocolos”. “En los comercios siempre se mantuvo el protocolo porque nos queremos cuidar, porque no hay casos masivos de contagio en la actividad comercial ni tampoco en el transporte porque la gente –con el tiempo en que el colectivo no funcionó- se organizó y se mueve de otra manera”, reiteró.  “Por eso la semana nos opusimos a la restricción horaria de la semana pasada, porque la verdad no era motivo para restringir los horarios cuando sabemos que el comercio no es el que ocasiona problemas de contagios”, sentenció.  

Consultado por las posibilidades de recuperación económica del sector durante los meses de verano, donde la circulación fue mayor, Ruggeri sostuvo que “la recuperación fue muy positiva con respecto al año pasado pero tampoco se puede comparar mucho porque hubo meses muy malos”.

En el caso particular del negocio que gerencia, mencionó que “el 2019 fue uno de los peores años en los 30 años de historia de los negocios, el año pasado no se puede comparar porque fue catastrófico y este año estamos entre un 20 y un 30% abajo de 2019, y ha costado mucho superarlo. Ahora estamos mucho peor que en 2019 y por eso se ve tantos locales que cierran,  negocios que se achican y se van del centro, y demás”.

Por último, comentó que “la semana pasada los comerciantes llevamos un pedido para poder trabajar diferentes temas a través de la coordinación del Concejo Deliberante, aunque no todos los temas dependen directamente del Concejo, porque hay muchas normativas que no conocemos o que están caducadas, y muchos temas en los cuales trabajar”.