Un micro de larga distancia volcó esta madrugada en la Ruta 2, en el kilómetro 141, a la altura de Lezama, sentido a Mar del Plata y resultaron muertas dos nenas de entre 11 y 12 años.

De acuerdo a las primeras informaciones, en el vehículo operado por la empresa Silvicard viajaban 43 chicos de la Escuela Primaria 41 de Benavídez junto con 6 mayores, 2 coordinadores y los dos choferes y se dirigían a San Clemente del Tuyú en un viaje de cierre de la escuela primaria a Mundo Marino.

Hay también varios heridos con politraumatismos graves y fracturas y otros chicos con heridas más leves que fueron trasladados a una Unidad de Pronta Atención (UPA) que está ubicada sobre la ruta, a Lezama y el hospital de Chascomús, muchos de ellos en estado de shock. Trabajan en el lugar cuarteles de bomberos de la zona y ambulancias y, según confirmó el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, entre 5 y 10 chicos ya fueron derivados a los distintos centros de salud, publicó Infobae.

De acuerdo con fuentes policiales, se realizó un análisis de alcoholemia al conductor, de aproximadamente 50 años, que dio negativo. Las primeras hipótesis indican que cerca de las 6 de la mañana el micro habría “mordido” la banquina. Hay dos carriles del tránsito cortados y el tránsito circula por la mano contraria. La investigación del accidente quedó en manos del fiscal Jonatan Robert, a cargo de la UFI N° 10 de Chascomús.

“Las condiciones de visibilidad eran buenas. No hay otros elementos como para atribuir alguna otra incidencia que haya mordido banquina”, indicó Escoda en diálogo con TN. “No hay huellas de frenada tampoco. En principio la hipótesis es un error humano”, agregó el fiscal, que confirmó que los dos choferes están demorados hasta que el fiscal de la causa determine si quedan aprehendidos o detenidos. En paralelo, ya fue abierta una causa por “homicidio culposo” al conductor. “Pisé la banquina y se me fue”, fue la justificación del chofer tras el siniestro.

Andrés, chofer de otro micro y testigo del accidente, afirmó: “Yo venía atrás y vi una polvareda en una curva que no era muy jodida; paramos a cinco metros y bajé con mi compañero para tratar de sacar a las criaturas”, relató. “Fue un desastre”.