La Cámara de Diputados de la Provincia dio sanción definitiva este miércoles al proyecto de ley por el que Entre Ríos "reafirma su compromiso irrestricto con los derechos humanos y la lucha contra cualquier forma de discriminación". La iniciativa fue presentada por el Ejecutivo e impulsada por las entidades israelitas de Entre Ríos, y es cuestionada por algunos sectores por los alcances del concepto de antisemitismo que incorpora. Fue por eso que los legisladores, antes de votar, aclararon que el espíritu de la ley no es ir contra la libertad de expresión y hubo integrantes de la bancada oficialista que no estuvieron en sus bancas en el momento de la votación.
La diputada Carina Ramos, presidenta de la Comisión de Legislación General, fue la encargada de expresar la postura del oficialismo. "Consideramos necesario acompañar este proyecto desde este bloque y que se pueda entender el espíritu de algunos conceptos que contiene", dijo. "No se menoscabará de ninguna manera la libertad de expresión sobre la controversia Israel-Palestina, ni tampoco a todo discurso y/o acción política legítima con respecto al sionismo, Israel y los países árabes, siempre y cuando no incurran en discriminación", agregó.
Las críticas a la iniciativa provinieron desde la Unión Árabe de Paraná y otras entidades representativas de esas colectividades de la provincia, así como partidos de izquierda. Desde que el Ejecutivo envió el proyecto a la Legislatura, vienen objetando que se adopte la definición de antisemitismo establecida por la Alianza Internacional de Recordación del Holocausto y afirman que podría limitarse la libertad de expresión. De hecho, la dirigente del MST, Nadia Burgos, presente entre el público, interrumpió la instancia de la votación para expresar en voz alta fuertes cuestionamientos.
En el recinto, Ramos sostuvo: "Entendemos que la verdadera lucha contra el antisemitismo debe unirse a las luchas contra el racismo, la xenofobia y el odio contra todos los grupos étnicos y religiosos de todo el mundo. El antijudaísmo o judeofobia, imprecisamente llamado a veces antisemitismo, es una forma de racismo y como tal debe ser confrontado y combatido dentro de la lucha universal contra toda forma de persecución a personas por prejuicios contra la otredad".
Sobre el polémico artículo tercero, señaló que "tiene por objeto evitar estereotipos, generalizaciones o teorías conspirativas que conllevan discriminación entendida como el trato diferente y perjudicial que se da a personas con motivos de raza, sexo, ideas políticas, religión, etcétera".
Por su parte, Juan Domingo Zacarías, del Interbloque Juntos por Entre Ríos, agregó: "Nuestro interbloque ha tomado la decisión de acompañar el proyecto del Poder Ejecutivo. Hablando con la Unión Árabe, de la cual soy parte, hemos asumido el compromiso de que esta aclaración que ha manifestado la diputada Carina Ramos se transforme en un documento que se establece en la versión taquigráfica. Es un documento de gran valía si se viola el espíritu de este proyecto".
El texto
El proyecto aprobado toma la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, que es el siguiente: "El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto".
Además, establece que la Provincia "reafirma su compromiso irrestricto con los derechos humanos y la lucha contra cualquier forma de discriminación"; adhiere a la Ley Nacional N° 23.592 de actos discriminatorios y dispone que el Estado provincial, a través de la Subsecretaria de Derechos Humanos, ante "actos que encuadren en cualquier forma de discriminación, podrá recibir denuncias, realizará tareas de asesoramiento y articulará las acciones judiciales con el Poder Judicial y el Ministerio Publico Fiscal para el pleno ejercicio de los derechos de la ciudadanía afectada por estos actos.
En el mismo sentido, el Ministerio de Gobierno y Justicia, mediante la elaboración de programas, implementará políticas de promoción de derechos humanos y prevención de la discriminación, en coordinación con el Consejo General de Educación.
Las críticas
En su momento, la Unión Árabe emitió una carta al gobernador Gustavo Bordet y a la Cámara de Senadores, a la cual también suscribieron la Sociedad Siria de Nogoyá, la Sociedad Sirio Árabe de Villaguay y la Unión Líbano Siria Argentina Diamante, donde plantearon que la Alianza Internacional de Recordación del Holocausto es “un órgano intergubernamental que reúne a Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Bélgica y otros 26 gobiernos del campo occidental, todos de posturas pro israelíes en el ámbito geopolítico”.
Por otro lado, consideraron que “son varios los pueblos que se reconocen como semitas, entre ellos los árabes”, por lo tanto “hubiese sido más adecuado referirse a judeofobia”. Y señalaron que “se confunden tres términos: sionismo, Estado de Israel y judaísmo, de distintas naturalezas, pretendiendo equipararlos” y de ese modo “se pretende igualar un movimiento político con un Estado y una identidad cultural o religiosa”. Y advirtieron que “desde allí hay un solo paso a sostener que antisionismo, antiisraelí y antisemitismo serían lo mismo”.
Nadia Burgos, referente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), afirmó: “La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), un grupo de 35 países al mando de EE.UU. e Israel que Argentina lamentablemente integra, impulsa una definición falsa: considerar antisemitismo a toda crítica a alguna institución judía, incluido el Estado israelí. Pero resulta que semitas son todos los pueblos de Medio Oriente, que en su enorme mayoría son árabes. Por ende, el principal antisemita es Israel: un Estado que nació robando las tierras palestinas, arrasando sus aldeas, asesinando a decenas de miles de personas y aún hoy sigue aplicando un apartheid violatorio de los derechos humanos más elementales”.
(Uno)