El presidente Javier Milei le tomó juramento a Mario Lugones, quien asume el cargo de ministro de Salud en reemplazo de Mario Russo. La ceremonia, breve y concisa, duró apenas tres minutos y cincuenta segundos, durante los cuales se llevó a cabo la lectura de la jura, las formalidades correspondientes y la firma del acta de asunción, con un saludo cordial entre el presidente y el nuevo ministro.
Entre los asistentes, Santiago Caputo, asesor presidencial y cercano a Lugones, aplaudió con emoción el cambio en el gabinete. Tras la conclusión oficial, fue el primero en acercarse para felicitarlo con un abrazo. Lugones, que tiene un vínculo personal con Caputo, se conoce con él desde hace años gracias a su relación con su hijo Rodrigo, ambos vinculados a la consultora de Jaime Durán Barba.
La designación de Lugones oficializa lo que ya era un hecho: era él quien, de facto, estaba gestionando la cartera de Salud, lo que llevó a la renuncia de Russo, quien presentó su dimisión el jueves pasado por "cuestiones personales", poniendo fin al periodo de doble mando.
Lugones es jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes y médico cardiólogo en Praxis Médica y la Fundación Favaloro. También ha sido director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la UBA y ha dirigido la Maestría de Gerenciamiento del Sistema de Salud en la misma universidad.
Desde Casa Rosada, se espera que la llegada de Lugones aporte un “dinamismo” a la gestión del ministerio, que ha enfrentado discrepancias en el manejo de políticas públicas, permitiendo una administración más directa en la toma de decisiones.
A las 12, el presidente ingresó al Salón Blanco, donde lo esperaban varios ministros, incluido Lugones, quien fue acompañado por Caputo. Entre los asistentes se encontraban el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la canciller, Diana Mondino; y los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Entre las ausencias notables se encontraron la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; y los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, quienes tenían actividades programadas a la misma hora.
Lugones, tras un prolongado abrazo con Milei y un saludo con Caputo, fue uno de los primeros en abandonar el salón, mientras el resto del gabinete intercambiaba algunas palabras. La ceremonia se realizó tras la habitual reunión de mesa chica encabezada por el presidente junto a Francos, Caputo, Bullrich y Adorni, sin la presencia de Karina Milei ni Martín Menem, habituales participantes de estos encuentros.