El fiscal Héctor Godoy elevó a juicio el expediente por el accidente producido en diciembre de 2003 en el que perdiera la vida la ex concejal de Paraná, Mercedes Lescano (UCR). ANALISIS accedió al detalle de los argumentos que el funcionario judicial tomó en cuenta para acusar al camionero Guillermo Sanz y al ex intendente Sergio Varisco (UCR) en un penoso hecho que conmocionó a la opinión pública entrerriana y que ahora tendrá que dilucidar el tribunal respectivo.
En el escrito de 47 páginas, el fiscal Héctor Reynaldo Godoy le atribuye al camionero Guillermo César Sanz realizar “una maniobra de giro a la izquierda”, tendiente a ingresar a la Estación de servicios Shell ubicada en el acceso norte de Paraná “sobre la mano contraria a la de su circulación, para lo cual invadió el carril contrario a su mano de circulación en un sector en que existe señalización horizontal de doble línea amarilla que lo prohíbe, sin prestar la debida atención que la riesgosa maniobra intentada requiere, ante la eventual proximidad de vehículos y sin advertir por ello, que precisamente en esos momentos se aproximaba, por la banda contraria a la de su circulación”, en sentido este-oeste. El vehículo en cuestión era el coche Volkswagen Gol GLL, conducido por Sergio Fausto Varisco, quien viajaba acompañado por la entonces concejal de Paraná Mercedes Estela Lescano, “el que impactó sobre el lateral derecho, parte delantera del camión”. Godoy indicó que “de este modo, su accionar negligente” ocasionó la muerte, horas más tarde, de la citada Lescano “por shock hemorrágico agudo por politraumatismo grave” y a Varisco “lesiones”, como “fractura de base cráneo, fractura de malar derecho, contusión hemorrágica frontal derecha, con leve efecto de masa y edema perilesional, que resultaron de carácter grave”.
A Varisco también se le atribuyó no haber “prestado la debida atención a la conducción del automóvil, que le permitiera mantener en todo momento el dominio del rodado” y no advertir que “sobre la cinta asfáltica, obstruyendo el carril correspondiente a su mano de circulación y efectuando una maniobra de ingreso a la calle 805” se encontraba el camión, “al que embistió violentamente con su parte frontal derecha en el lateral derecho, parte delantera del chasis, sin haber accionado previamente los frenos ni disminuido la velocidad o intentando realizar maniobra elusiva alguna que le permitiera evitar la comisión o minimizar la violencia del impacto y sin atender la advertencia reglamentaria impartida por la señal vial vertical ubicada sobre la banquina norte de la ruta”, lo que “imponía adoptar una velocidad precautoria, así como las señales verticales restrictivas del límite de velocidad existentes y emplazadas sobre dicha banquina”.
En el escrito, Godoy hizo mención al informe de la Dirección Criminalística de la Policía de Entre Ríos -sección Química Forense y Toxicología-, donde se consigna que se le extrajo sangre al imputado Sanz, pero no así a Varisco por encontrarse “en estado vigil, con tendencia al sueño, desorientado en tiempo y espacio”. Además, en otro informe pericial de la Policía se indicó que “queda evidenciado que el camión en los momentos del accidente circulaba prácticamente en contramano y la colisión se produjo sobre un sector de calzada que se encuentra demarcada horizontalmente por doble línea amarilla continua, que indica que no debe ser traspasada ni circular sobre ella. No se encontraron elementos que signifiquen la existencia de maniobras evasivas”, acotó.
El fiscal citó además la declaración testimonial de Gustavo Menéndez -ex funcionario del anterior gobierno provincial y hermano del actual concejal de Paraná y ex compañero de bancada de Lescano, Sergio Menéndez (UCR)-, quien iba a un casamiento en la capilla de Mariápolis y se detuvo ante el hecho. Dijo que notó que “estaba muy ensangrentado el chofer” del vehículo y “después descubrió que era Sergio Varisco, quien tenía un golpe en el lado derecho de la cabeza y toda su ropa estaba ensangrentada”. Además, escuchó que “había alguien más en el auto, que era una mujer”. Sostuvo que una persona “intentó reclinar a Varisco en el suelo, lo dejó en el césped y tosía mucho”. Fue en ese momento que el ex intendente lo reconoció y le dijo: “Gustavo, ayudame”, por lo cual lo subió a su vehículo y lo llevó al Hospital San Martín. Manifestó que en todo momento trató de mantener “lúcido” a Varisco y percibió que si bien lo conocía, “estaba muy shockeado, ya que por momentos le preguntaba para qué iba a llevarlo al hospital, si estaba bien”. Poco después, tras avisarle a la familia Varisco, llegaron su madre y su hermano, los que dispusieron el traslado a la Clínica Modelo.
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