Silvio Méndez
En una tendencia que incorpora nuevas prestaciones para mascotas, Paraná es una de las pocas ciudades de la región donde se ofrece en el mercado un completo servicio de sepelios para pequeños animales. Si bien hace poco más de un mes inauguró una necrópolis para perros, gatos y demás especies domésticas, desde hace años algunos veterinarios ofrecen a clientes exclusivos o amigos el acceso privado a campos santos para sus bichos. Si bien hubo algunos intentos, la ciudad aún carece de regulación respecto a esta actividad. Varios paranaenses ya optaron por esta modalidad por la cual han sido inhumados canes, felinos, conejos y loros.
Si bien se menciona que es un “concepto nuevo” en términos de servicios para mascotas, Paraná ya cuenta con la posibilidad de tener a mano un sistema de sepelio y cementerio de pequeños animales. Los costos varían pero, según los casos, se establecen de acuerdo al tamaño de la fosa que va a ocupar el cuerpo del animal. Por otro lado, como no hay normativa alguna que regule la actividad, uno de los comercios que la ofrece estableció un protocolo para el tratamiento específico y elaboró un manual de procedimientos para el entierro.
Al igual que las prestaciones de estética canina, adiestramiento o asistencia en comportamiento (que se asemeja a lo conocido como psicólogos para perros), cada vez más se encuentra divulgado este tipo alternativas para el descanso final de canes, gatos o aves domésticas. En rigor, este tipo de necrópolis ya cuenta con antecedentes en la ciudad, pudiéndose considerar pionera y casi única en la región en el rubro.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
