
El arranque del duelo estuvo signado por una cerrada paridad y los protagonistas reforzaron la concentración para evitar el desorden defensivo. Atenas, con la conducción de Bruno Lábaque y el peso de James Williams en los tableros, logró contener al campeón y se llevó ese primer capítulo por 22-20. En tanto, Leonardo Gutiérrez fue la carta de desequilibrio de los avances de Peñarol.
El equilibrio se mantuvo hasta la mitad del segundo cuarto, cuando el partido cambió radicalmente. Peñarol encontró falencias y las exprimió. Nicolás Campazzo, el intrépido base suplente, sentenció dos contragolpes y le dio la ventaja al local en el marcador (28-24). También se lució Leo Gutiérrez, quien marcó cinco tantos y estiró la brecha a 37-26. Atenas intentó arrimarse con el aporte de Matías Lescano, pero no sirvió. Mientras que Leo acertó un triple en el final del parcial y Peña se fue al descanso con un cómodo 44-35.
Herido en su orgullo, Atenas se propuso remontar la diferencia en el amanecer del tercer segmento y se puso cinco unidades abajo gracias a la gravitación de los extranjeros Williams y Gregory Lewis. Aunque la ilusión cordobesa se quedó sin argumentos a mediados del cuarto, tal como le había sucedido antes. Peñarol fue letal en las réplicas, tomó vuelo de la mano de Gutiérrez y Campazzo, y desató la algarabía en el Polideportivo de La Feliz.
Tal como se preveía, el anfitrión redujo su marcha en el inicio del último cuarto y le dio rodaje a sus relevos. Atenas descontó para defender su dignidad, pero se quedó sin resto y ni siquiera pudo maquillar otra caída tan dolorosa como la del miércoles.
En el final, llegó la polémica: Bruno Barovero fue expulsado por una grosera falta sobre Kyle Lamonte. Los suplentes visitantes entraron a la cancha y recibieron la misma sanción, señala TyC Sports.