El ex diputado provincial y actual funcionario del Ministerio de Defensa, Fabián Rogel, analizó el escenario político de la actualidad de cara a las elecciones generales de octubre próximo donde se elegirá presidente.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Rogel indicó que en el contexto electoral se encuentra “analizando y pensando” porque “no se puede hacer política de manera mecánica”. “Esta situación de confrontación desmedida entre el anterior gobierno y el actual no me interesa, es una desmesura y no se puede construir nada en ninguna sociedad si hay semejante confrontación”, definió.

“Además estamos en una mirada de observadores, producto de la incapacidad de la dirigencia política nacional que seguramente será aprovechada por el PRO; y es la primera vez que me ocurre estar como observador en una realidad política tan compleja”, admitió.

Respecto de las movilizaciones en apoyo del gobierno de Mauricio Macri, consideró que “se entiende que el presidente se pueda decir impactado porque Durán Barba y su equipo el hayan descripto una realidad que finalmente no era” y en tal sentido, reconoció: “Tengo mucho miedo de que vayamos a confrontaciones como las que se dan en Venezuela, innecesarias en muchos aspectos respecto de las pasiones y de lo que cada uno cree, sobretodo porque la situación económica y social es muy distinta”.

En tal sentido, analizó: “Convocar a una marcha de estas características, como si el gobierno estuviera en jaque o hubiera una situación de gravedad institucional, no lo advierto. Si el presidente y su equipo creyeron necesario realizar este tipo de movilización, porque lo posiciona emotivamente, dejamos que siga por ahí, pero después hay que ir a votar, hay que ir a convencer a los ciudadanos, hay que decirles qué vamos a hacer en el próximo gobierno; de eso se trata la política. Vi una especie de histrionismo al margen de lo electoral y la verdad es que no hay nada que apoyar, la gente se ha expresado”.

“Los disparates que se han escuchado no le hacen bien ni al presidente, ni al gobierno, ni a la democracia, porque si cada vez que se va a votar y los resultados no salen como yo quiero se va a entrar en una especie de estigmatización del contexto político y de la realidad, pareciera ser que una elección es una encrucijada brutal, y eso no me parece saludable”, opinó.

Sobre la convocatoria propiamente dicha, Rogel sostuvo: “No me parece mal que cada uno se movilice pero no me parece que por un resultado electoral haya que hacer semejante dramatismo, porque eso nos conduce a la idea fanática de que algo habrá pasado”. En tal sentido, se preguntó “qué está en riesgo” y advirtió: “Sinceramente no escuché a Aníbal Fernández ni a La Cámpora plantear que Macri tenía que dejar el gobierno antes, ni nada por el estilo”.

“Creo que hay una situación económica y social producto de las elecciones que se emparenta con el planteo de ´o yo o el abismo´, y se producen estas cosas, donde al perder las elecciones las variables económicas se disparan porque los actores económico financieros siempre han hecho lo mismo. Lo hicieron con Alfonsín y con De la Rúa, y esos mismos actores económico-financieros hasta hace poco estuvieron del lado del gobierno y ahora hacen cola para ir a verlo a Fernández. Ahí está la fragilidad de la política, pero no me parece saludable colocar un dramatismo que hace que la situación económica se ponga más débil y que los que pierden son los asalariados”, evaluó.

“No me parece que todo tenga que ver con un resultado electoral”, resumió. “Lo veo con preocupación y me parece que son mecanismos que ponen turbia la construcción electoral”, definió.

En cuanto a la posibilidad de que Cambiemos pueda revertir el resultado, afirmó que “hay varios elementos que hicieron –que yo los veía diciendo- que cuando estás en ganador te parecen correctos y no advertís que las actitudes que tomás se pueden tornar negativas; creo que se tiró por la borda mucho capital político”.

“No responsabilizo de esto ni al PRO ni a Macri, sino que responsabilizo a los propios dirigentes radicales que hace tiempo no están a la altura de la circunstancia. Pero más allá de eso, se hicieron malas lecturas de la descomposición social y se tiró mucho capital político, entre ellos del radicalismo. Es un país muy complejo para gobernarlo entre unos pocos”, planteó.

De todos modos, sostuvo que “en política el ánimo de quien milita o anda tratando de convencer a otros por una causa, nunca decrece, pero en la racionalidad de las cosas es un panorama bastante complejo para revertir”.

Consultado por la pérdida de votos que experimentó el peronismo entre la elección general provincial y las PASO nacionales, Rogel evaluó que “hay dos factores: primero cuando se vota lo local, Bordet trató por todos los medios de contradecirse en su discurso después de todo lo que había dicho del kirchnerismo, y desesperadamente logró juntar al kirchnerismo y meterlos en la lista, porque el kirchnerismo tenía una presencia importante en las encuestas”.

“En segundo lugar, Entre Ríos era una de las provincias donde menos había perdido imagen el presidente, y estaban a dar otro porque se votan cuestiones distintas, pero además ese domingo de las elecciones no vi al peronismo en la calle”, apuntó.

“Las estructuras políticas tienen su peso y en Paraná como no se disputaban las elecciones para intendente, es determinante a la hora de las estructuras. La estructura más importante es la del gobierno provincial, pero creo que las estructuras no jugaron políticamente el día del comicio”, concluyó.