Desde diciembre empezaron a desaparecer de la vista los bancos de arena frente a la ciudad de Paraná.
La sequía, provocada por el fenómeno de La Niña, hizo que en los últimos meses no se registren precipitaciones significativas en casi todo el país. De hecho, las lluvias en el mes de noviembre se dieron por debajo del promedio mensual de los últimos 25 años. De esta manera, no se alcanza a cubrir lo que se necesitaría para mantener el río en una altura normal, según se indicó desde el Instituto Nacional del Agua.
Desde que comenzó este proceso de bajante, el poco caudal de agua modificó el paisaje frente a la capital entrerriana: los bancos de arena son la postal diaria.
El río dio lugar a la formación de enormes bancos de arena donde nunca se habían visto y ahora, dominan el lento transitar del río Paraná. Grandes espacios que siempre estuvieron cubiertos por agua y en los cuales, afloraba el color amarillento de la arena que siempre estuvo oculta por el agua, publicó El Once.
El río Paraná registró un importante descenso en su caudal que se mantuvo desde febrero de este año hasta la actualidad. Incluso, llegó a estar en apenas 19 centímetros el pasado 22 de noviembre. Esta bajante, muy marcada, pudo verse reflejada con la aparición de grandes bancos de arena frente a la capital de la provincia de Entre Ríos.
Sin embargo, en los últimos días de noviembre, comenzó un leve repunte que fue alimentado por abundantes precipitaciones. De hecho, durante el mes de diciembre, no paró de incrementar su caudal, y la altura del río frente a Paraná, se ubica en 1,19 metros.
Desde el inicio del mes de diciembre, el río creció 65 centímetros frente al puerto de Paraná y si bien se mantiene en bajos niveles, comenzó a notarse el alivio en el paisaje costero.
Con el leve repunte, la costa paranaense comenzó a verse de manera diferente y el "puente de arena" que se formó entre las islas ubicadas frente al puerto de la capital entrerriana, fue nuevamente cubierto por el río Paraná.
En cambio, en la zona de Bajada Grande, el banco de arena que se formó en la isla situada frente a la histórica zona de la capital entrerriana, comenzó a perder superficie ante el avance del agua del río Paraná.
De esta manera, el río volvió a niveles del pasado 12 de septiembre, confirmó Elonce. Sin embargo. Desde hace más de seis meses, el Paraná frente al puerto de la capital entrerriana, no supera los 1,5 metros.
No obstante, y pese a los pronósticos de lluvias, la condición de las aguas persiste en niveles bajos y no se prevé un cambio muy grande en la situación al menos hasta el 31 de enero. La tendencia climática sigue siendo desfavorable y no permite esperar una recuperación franca en los próximos tres meses.
La futura evolución dependerá fuertemente de la evolución de las lluvias en la región, especialmente en la parte de la cuenca de aporte de respuesta más rápida, es decir, la Cuenca del río Iguazú, Cuenca próxima al embalse de Itaipú y Duenca de aporte al tramo misionero-paraguayo.