Sonia Velázquez. (Foto: prensa Ministerio de Salud de Entre Ríos)
Desde que comenzó la pandemia, hace casi un año, la ministra de Salud de la provincia, Sonia Velázquez, encabeza en territorio entrerriano el equipo para enfrentar al coronavirus y a dos semanas de que estallara en el país el escándalo por vacunaciones VIP, la funcionaria provincial anticipó que Entre Ríos se plegará al nuevo esquema nacional por el cual el personal estratégico, antes de vacunarse, deberá manifestar su consentimiento para que su nombre sea divulgado.
A la hora de dar explicaciones a la ciudadanía por las vacunas aplicadas a integrantes del Gabinete de todo rango, Velázquez consignó: “Forma parte del plan estratégico que se ha venido desarrollando desde el inicio de la pandemia, en particular cuando formulamos el Plan Rector de Vacunación de la provincia. Seguimos apegados al rigor con el que hemos venido trabajando. Todo lo que hemos hecho está dentro de un encuadre técnico, sanitario y epidemiológico”.
En ese marco, aclaró que su hermano Edgar Ramón es chofer del Ministerio hace 20 años, pero no su conductor personal, y que fue inmunizado en tal carácter “como todo el personal de salud”.
Por otro lado, se despegó de la decisión del municipio de Gualeguaychú de vacunar al personal municipal de las áreas de Género y Adultos Mayores. “No estábamos al tanto”, sentenció Velázquez, tras lo cual explicó que el Ministerio hace conocer a cada efector local cómo es el protocolo y el procedimiento de vacunación, porque la aplicación de las dosis se hace de manera descentralizada en cada localidad en acuerdo con el Municipio y el Hospital o Centro de Salud. “La descentralización operativa implica que las responsabilidades también son descentralizadas”, argumentó.
Uno de los elementos que más sacudió la realidad política provincial fue la decisión de que Mariel Ávila, esposa del gobernador Gustavo Bordet y trabajadora ad honorem de su Secretaría Privada, también fuera inoculada. Velázquez confesó que la determinación se tomó considerando ambas condiciones: la personal y la laboral.
“Ella forma parte del equipo de apoyo administrativo y de gestión del gobernador. Y además está en vínculo permanente con él. Es la persona que lo acompaña y sostiene. En ese sentido, su círculo más cercano, que en este caso es ella, se determinó así”, detalló en declaraciones a Infobae.
— ¿Se vacunó a alguien más del círculo familiar cercano del mandatario provincial?
— No me consta. No tenemos esa información
Por otra parte, a contramano de la decisión del presidente Alberto Fernández de hacer pública la lista de personas que recibieron la vacuna contra el Covid-19 en el Ministerio de Salud de la Nación, el gobierno de Entre Ríos no divulgará la nómina de quienes, por su carácter “estratégico” y otras razones, fueron inoculados contra el virus por fuera de los esquemas de esencialidad y edad.
“Tenemos normativas jurídicas que establecen que no pueden ser publicados los datos de las personas ya sean pacientes inoculados que reciben una práctica o que forman parte de un sistema de información”, argumentó Velázquez.
“Reconocer públicamente la vacunación va en cada uno. Tanto el gobernador como yo optamos en su momento por publicar. Fue en un momento donde la vacuna Sputnik V estaba muy vapuleada y desalentada y había necesidad de marcar ascendencia y autoridad sanitaria”, agregó.
— Ahora bien, si los demás miembros del gobierno lograron vacunarse en su carácter de funcionarios públicos, ¿no deberían haber seguido el ejemplo?
— Corre por cuenta de cada funcionario explicitarlo o no. Es una decisión que le compete a cada persona.
— ¿No debería haber un gesto político?
— Va en cada uno. Si publicamos las nóminas estaríamos cometiendo un delito por incumplir dos leyes: la de Habeas Data y la de Derechos del Paciente.
— Si es así, el presidente Alberto Fernández y la ministra de Salud Carla Vizzotti habrían incurrido en un delito al publicar la lista de los vacunados.
— Es muy probable que hayan tenido el consentimiento de las personas. Pero nosotros, no podemos dar una lista. Conocemos esta normativa y, aunque quisiéramos tener ese gesto, no podemos. Estaríamos incurriendo en una situación de irresponsabilidad social. Cualquier persona de ese listado podría hacer la denuncia pertinente.
—¿Se dan cuenta de que genera irritación en la población enterarse de que hubo un grupo de funcionarios que se vacunó por fuera de los esquemas de edad y de esencialidad?
— Puede ser que, al no haberse hecho público, haya producido una irritación. Pero creo que hay que analizar todo en el contexto en el que ocurrieron las cosas.