El juez Alvin Hellerstein autorizó un “levantamiento del velo” para investigar los activos que Vicentin está escondiendo, tras pedidos del Banco Mundial, el Banco de Desarrollo holandés, el ING Bank, Rabobank y los franceses Natixis y Credit Agricoles.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.