El nombre de Ricardo Alcain, condenado por la transmisión del virus del Sida a la mujer embarazada, aparece nuevamente mencionado, ahora en la investigación que tiene a su cargo el fiscal Eduardo Ruhl, quien también analiza la conducta de Daniel Langhi, jefe de los técnicos del servicio de hemoterapia del Hospital de Niños.
La nueva causa judicial se inició en febrero de 2007, aunque no tuvo actividad hasta el mes pasado en que el agente fiscal solicitó formalmente la instrucción a la jueza Elisa Zilli para que se investigue la posible comisión del delito de peculado de servicios, esto es el uso de recursos públicos para beneficio propio, e involucra también al Sanatorio Río, donde Alcain y Langhi se desempeñaban en aquel momento.
Descargo
En diálogo con El Diario, el profesional rechazó los cargos que se le imputan y explicó en detalle cómo es el procedimiento para el tratamiento de la sangre y sus derivados en los servicios de hemoterapia y bancos de sangre. En ese sentido, precisó que está prohibida la comercialización de sangre, pero que la ley nacional autoriza el intercambio y cesión entre instituciones, sean públicas o privadas.
El médico explicó cuál es el procedimiento para la utilización de la sangre en un servicio de Hemoterapia. “La sangre no se puede comprar ni vender, pero existe una legislación que obliga a todos los establecimientos asistenciales que tienen bancos de sangre a colaborar entre sí y realizar intercambios bajo la regla de equivalencias. La ley habla de restitución, es decir, cuando se retira una bolsa de sangre de un servicio de hemoterapia o banco de sangre para una necesidad o urgencia, luego se la debe restituir. Esto es así porque un médico no puede darse el lujo de tirar por vencimiento una bolsa de sangre, algo que además está prohibido por la propia ley, justamente por eso se permite el intercambio”, detalló.
Normativa
La ley nacional de sangre fue dictada por la dictadura militar en 1982 y refrendada por el Congreso tras la restauración de la democracia. Alcain ya trabajaba en Paraná, aunque se había iniciado como hemoterapista en Rosario varios años antes.
El jefe del Servicio de Hemoterapia recordó que durante el juicio que recientemente enfrentó, se discutió sobre la existencia o no de tal servicio. “Tras la restauración democrática el entonces director del hospital me llamó para que creara un Servicio de Hemoterapia porque era inconcebible que no hubiera uno en una maternidad, porque allí las urgencias son de cinco minutos, no hay tiempo para nada; a diferencia del resto de los casos, donde los tiempos son manejables. Desde entonces se ha hecho hemoterapia en el Hospital San Roque, pero el servicio no se pudo hacer, y hasta la fecha no existe, porque no están las orgánicas, no hay estructura legal de servicio”, argumentó, tal como hicieron sus defensores en el proceso anterior.
Asimismo, agregó que la reciprocidad entre los servicios se da “desde aquel momento, y aún antes de la sanción de la ley”, y recalcó que la correspondencia “es permanente, así se hacía con varias instituciones”.
(Imagen: www.mundonews.com.ar)