La contratista que construye la red cloacal en la zona noreste disminuyó la actividad y se desprendió de 20 operarios. Se desestimó el inicio de los trabajos en La Santiagueña si persisten las condiciones actuales. Desde la Comuna, el Secretario de Hacienda, César Pross, indicó que debido a la variación de precios en la construcción se está rediscutiendo la curva de inversión. Aseguró que la situación “está dentro de lo normal”.
Empresas de la construcción, contratistas de la Municipalidad de Paraná, ya empezaron a disminuir el ritmo de obra debido a las demoras en los pagos y al panorama que definen como “incierto”. Así lo confirmaron integrantes de firmas a cargo de la realización de obras en la ciudad.
Una de ella es la empresa Cemyc, que hace cuatro meses empezó la red cloacal en el sector de los barrios del noreste, comprendidos en la zona denominada Florida. Según se informó, ya se “licenciaron” a unas 20 personas y que si bien se mantendrá actividad en el frente de obra, será mucho menos intensa. “La obra está casi parada”, afirmó una alta fuente de la firma.
Sucede que la deuda que mantiene la Comuna con Cemyc ronda el medio millón de pesos, recursos que resultan indispensables para operar, se afirmó. Y las opciones de pago planteadas hasta ahora por la Comuna no convencen a la empresa, pues implicaría una notoria ampliación de los plazos. Los trabajos empezaron hace unos cuatro meses —el plazo de ejecución es de 14 meses— y la inversión asciende a 1.601.726 pesos.
En tanto, Cemyc es la adjudicataria de la obra de construcción del desagüe pluvial y drenaje en la cuenca del arroyo La Santiagueña. La tarea iba a comenzar en la segunda quincena de septiembre —de acuerdo a la información oficial—, luego el Gobierno anunció que arrancarían en octubre. Consultados sobre si se iniciará la obra, cuyo monto de inversión es de 2.682.115 pesos, en la empresa desestimaron esa posibilidad en vista de los retrasos y del panorama “incierto”.
El Diario consultó a otros empresarios, que confirmaron la situación pero que pidieron reservas de sus nombres para evitar roces con la Comuna. Una firma que lleva adelante un plan de asfalto y tiene obras significativas por iniciar, informó escuetamente que hasta ahora trabaja “a ritmo normal”, que ha cobrado los certificados de agosto, pero admitió una disminución en el ritmo, basada en la falta de “un panorama claro hacia el futuro y a las condiciones del mercado”. Por prevención, entonces, se reduce el ritmo —se dijo— para añadir que desde la Comuna se les ha explicado que ha bajado un poco el nivel de ingresos, en concepto de recaudación, por la época del año.
Los pagos “son a cuentagotas”, aseveró otro empresario, que pidió no dar más detalles.
El 19 de septiembre se había dado cuenta de la preocupación de empresarios por los retrasos en los pagos pautados para que sean mensuales. En esa oportunidad, el Secretario de Hacienda, César Pross, había relativizado el planteo, aunque admitió que se produciría una baja en el ritmo de obra si el Concejo Deliberante no autorizaba un fideicomiso mediante el que la Comuna iba a acceder a unos 16 millones del Nación.
Pross apuntó al ajuste de precios que se viene registrando en la construcción. Dijo que, por eso, se rediscute la curva de inversión junto las empresas, aunque aclaró que la situación “está dentro de lo normal”. En estos días, informó que se han sucedido reuniones con las firmas para analizar la marcha de los trabajos y los mayores costos.
Pero “las obras continúan”, con más o menos plazos de ejecución, “se van a ir haciendo”, sostuvo. Consultado sobre la incidencia del fideicomiso en la marcha de las obras, en vista de que había sido planteado como determinante, dijo: “El fideicomiso sería un complemento al plan de obra, pero lo que está influenciando acá es la variación de los costos”.