La semana pasada, el gobierno nacional llevó a los maestros una propuesta que contemplaba una suba salarial del 22 por ciento a pagarse en tres cuotas, además de un incentivo semestral por presentismo de 1.000 pesos. Todos los sindicalistas presentes coincidieron en rechazar la oferta por considerarla “inaceptable”.
En estos últimos días, cada organización definió junto a sus bases los pasos a seguir si la oferta gubernamental no se acerca a sus reclamos. Aunque las medidas de fuerzas varían según el gremio y la provincia, la mayor parte de los sindicatos coincidió en lanzar un paro de 48 horas para el 5 y 6 de marzo, con lo cual las clases no podrían iniciar de manera normal. Algunos, incluso, como la moyanista Unión de Docentes de Buenos Aires (Udocba), anticiparon que harán un cese de actividades por tiempo indeterminado hasta que la administración kirchnerista responda a sus reclamos.
Al ser consultado al respecto, Capitanich reconoció que las amenazas de paro “no generan el mejor ambiente para un proceso de negociación”, pero ratificó que “hoy debe finalizar” la paritaria. Recordó, además, las inversiones que el kirchnerismo realizó en Educación en los últimos diez años y recordó que incluso medida “con el peor índice opositor”, la recuperación del salario fue de un 73 por ciento.