En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Esnaola admitió “la tensión” que genera la etapa de alegatos y explicó que “se debe al hecho de tratar de retener y volcar en el alegato la cantidad de prueba que pasó por el juicio” y en ese marco detalló que en la jornada del martes “alegaron los fiscales Lisandro Beherán y Martina Cedrés, que entre los dos alegaron unas tres horas” más una hora de su alegato con lo cual definió que “fue agobiante”.
Aclaró además que “la pena pedida por Fiscalía no es de cumplimiento efectivo, es con prisión domiciliaria con tobillera electrónica, al que adherí” y deseó que esa medida “se adopte de forma inmediata, tal como sucedió con (Justo) Ilarraz, y no que haya que esperar hasta el último de los recursos para que cumplan la pena”. Mencionó que “el argumento fue el peligro de fuga teniendo en cuenta sus recursos y la proximidad con Uruguay”.
Sostuvo que a su entender “está todo probado” pero remarcó: “Mucho no puedo hablar porque tenemos una especie de bozal”. De todos modos, puntualizó que “tanto las víctimas como los lugares de donde provenían fue acreditado, y hay mucha prueba material (fotografías, filmaciones) por eso creo que el tribunal tiene en sus manos todos los elementos probatorios como para condenarlo” y confirmó que “atacamos el tema de la prescripción antes de que lo plantee la defensa y antes de que lo declaren de oficio”.
Destacó en tal sentido –y lo planteó en el alegato- “que la doctora (Alicia) Vivian llevó a la condena a (Javier) Broggi y a (el cura José) Ilarraz, es decir que tenemos una presidenta del Tribunal que ya presidio dos juicios emblemáticos en la provincia, y el país” y valoró que “la posición de la provincia de Entre Ríos fue importantísima porque se logró llevar a juicio y condenar a personas que eran intocables y los chicos están sumamente agradecidos porque de otra manera no podrían haber tenido un juicio”.
Por otra parte, explicó también que la pena pedida “es un promedio entre dos delitos, el de menor pena es el de promoción a la prostitución y tuve en cuenta que –como mi representado lo reflejó, que no recuerda bien- fueron aproximadamente 10 veces, prácticamente en el lapso de un año, y por ello no se puede pedir más pena”.
En cuanto a la postura de Rivas durante los alegatos, Esnaola contó que “hablaba permanentemente con su abogado, quien le pedía que lo dejara escuchar los alegatos” pero consideró que “todo lo que pueda decir no hace mella”.
Adelantó que “Rivas había pedido la palabra y hoy se le van a conceder, pero no va a contestar preguntas” y estimó que será luego de que terminen los alegatos. “Tiene que tener su minuto de fama, hay que entenderlo, aunque ya no tiene el brillo de antes. Como imputado puede decir lo que quiera, antes se refirió contra el periodismo y ahora habrá que ver a quien se refiere, seguramente no será sobre la causa”, culminó la abogada.