Una difícil situación vivieron algunos directivos de la Empresa Distribuidora de Energía de Entre Ríos en la mañana del sábado último, luego de una llamada anónima producida al 0800 del Call Center de la firma, advirtió sobre el presunto secuestro de la sobrina de uno de los miembros del directorio. Según se confió a ANALISIS DIGITAL, el hecho se produjo a las 8.30 del sábado y la comunicación quedó grabada. Incluso, se determinó el número telefónico de procedencia de la llamada, comprobándose luego que se había realizado desde un locutorio de la Terminal de Omnibus de Rosario. No obstante, con el correr de las horas, se determinó que había sido una falsa alarma.
Según lo que pudo determinar este sitio, quien llamó fue un hombre de unos 40 años aproximadamente. "Quiero hablar con alguno de los miembros del directorio. Esto es una situación grave. Tenemos secuestrada una piba, sobrina de un integrante del directorio de la empresa, así que pasame con uno de ellos. Nosotros necesitamos la guita para liberarla", indicó. La operadora se manejó con un alto nivel de responsabilidad y profesionalismo -según se informó-, haciendo incluso entrar en contradicciones al amenazador.
El anónimo, nervioso ante la situación generada por la operadora, no dio nombre alguno de integrante del directorio, ni de ninguna supuesta sobrina, sino que optó por citar apellidos de fantasía, reconocido por él mismo en la conversación. "No te voy a dar el nombre de ninguno; te voy a decir cualquier nombre", acotó, citando apellidos al azar.
La operadora no le pasó con ninguna autoridad de EDEERSA porque entendió que no correspondía -ya que son habituales situaciones de amenazas por enojos ante la interrupción del servicio-, pero, además, a esa hora, no había ningún miembro del directorio presente. En ese marcó fue que el anónimo dijo: "Ya van a ver; les vamos a tirar a la nena muerta en la puerta de la empresa" y cortó abruptamente la comunicación, ante la impotencia generada.
Autoridades de la firma se comunicaron de inmediato con personal de la División Investigaciones de la Policía de Entre Ríos e hicieron lo propio con sus pares de Santa Fe, ya que al llamar quedó grabado el número del teléfono desde donde se hacía e incluso el sistema graba la tensión de la voz de la persona, lo que demuestra el grado de nerviosismo, si es que existe. La Policía de Santa Fe comprobó que la comunicación se hizo desde un locutorio ubicado en la Terminal de Rosario, pero se consideró una falsa alarma.