El dueño de casa ganó el protagonismo desde los primeros minutos, debido al correcto trabajo de recuperación y a la buena administración del balón desde los píes de Correa Da Silva. A los 10’, precisamente el creador de Tabossi, habilitó de manera impecable a Vargas que remató cruzado muy cerca del poste derecho.

Ese fue un aviso de lo que vendría. Dos minutos después, Peralta cabeceó ante una mala salida del arquero y lo que parecía gol, fue despejado en la línea misma. A los 21’ los conducidos por Moro volvieron a pasar un sobresalto tras un corner, luego de unos rebotes la terminaron despejando.

Deportivo Bovril quiso generar juego mediante su hombre más importante, Sergio Espinoza, pero la pelota jamás le llegó limpia y nunca tuvo sociedad. Le costó demasiado acercarse al arco de Siebenlist. El local siempre rompió el circuito de juego, ahogó esa creación y desplegó su ataque. De esa manera llegó a la apertura del marcador.

Largo despeje desde el fondo del Rojo, la pelota cayó en Rubén Marín -ubicado afuera del área- quien acomodó el cuerpo, giró, escapó a su marcador y metió un disparo fulminante cruzado al palo derecho. Golazo a los 39 minutos.

En el complemento los conceptos cambiaron. Bovril salió con mayor actitud a buscar el partido. Minuto a minuto fue recostando a su rival en su propio campo y generó situaciones precisas de gol. Aunque primero debió sufrir una en contra. Luego de varios toques la maniobra derivó por el sector izquierdo donde Galván, dentro del área, definió cruzado pero el tiro se fue abriendo.

Tras esta chance, el dominio del balón fue prácticamente de Bovril. Dentro de ese peso ofensivo, la más clara fue el remate de tiro libre que dio en el palo ejecutado por Gastón Rodríguez, en el primer cuarto de hora.

La mitad del terreno fue propiedad del visitante. El conjunto local sintió el desgaste físico (esta semana jugó el miércoles contra Hernandarias), entonces apostó a la contra de Marín y Vargas.

Ya sin Galván, Peralta y Correa Da Silva en el terreno, la intención fue esperar al adversario. Moro metió mano en el equipo y finalizó jugando con tres en el fondo, dejando todas las fichas en la mesa para buscar el empate.

Fue triunfo por la mínima, con un tiempo para cada equipo, lo que deja un final abierto para el próximo domingo, consigna El Diario.