El bufón es el hermano siniestro del payaso. Pero no debe confundirnos su parentesco sanguíneo, son dos fraternos muy diferentes. Hay algo en la naturaleza del clown que lo vuelve apto para transitar la fragmentación cómo estructura dramática. Su vinculación genética con las juglarías medievales, el varieté y los géneros chicos, los entremeses cómicos y los números de entreactos, lo filian al segmento; la parte antes que el todo.
El bufón en cambio es el devenir, fundido como contra cara a la figura inmortal del Monarca, que inmediatamente muerto es reemplazado sin solución de continuidad por su heredero en un paso de mando sin intervalos, es una marcha que no se detiene. La materia en su camino incesante de cambios y metamorfosis.
El payaso tiene hambre de lo que le falta, lo amamos porque refleja nuestros propios miedos, castraciones, incompletudes. El bufón es pródigo, hipertrófico. Porque se nutre de la decadencia de lo colectivo, mientras el clown es la redención del individuo subjetivo; el bufón es una intersección, está lleno de otros. Unos otros que lo rechazan y le temen, pero también lo encuentran morbosamente irresistible.
Del modo que tienta todo acantilado a caer dentro de él. Lograr la deformación liberadora del cuerpo que supone la confección y uso del traje (artilugio cinético-visual que, con diversos materiales de descarte, degrada el funcionamiento del cuerpo actoral en aquellos dos niveles), la conexión coral con el cuerpo del otro, la ruptura de los límites interpersonales, la fermentación de una corporalidad política y rebelde que hace estallar el yo, será uno de nuestros nortes didácticos.
Pero también constituirá el comienzo de un segundo viaje creativo. Es decir que el actor puede haber logrado bajar su bufón hasta el cuerpo pero no es suficiente para lograr la bufonada. En este taller iremos en busca de una gramática paradójica de la descomposición cómo composición. Una retórica dionisíaca que deforme, degrade y despersonalice los discursos escénico-literarios; la dramaturgia como declaración de independencia de la teatralidad, procedimiento embriagador de los cuerpos y las palabras. Trastorno que las pone a bailar juntas una danza discordante, delirante y reveladora.
Material necesario que los alumnos deben llevar para la realización del taller
Cintas de embalar 3 rollos, cuter, ropa grande o telas para rellenar para armar trajes y deformaciones, goma espuma, colchones, almohadones viejos para rellenar, pinturas cremosas para maquillaje, agua para beber, desmaquillante, espejo.
Carga horaria: 5 horas por día (20hs en total)// Costo del taller: 2000 pesos (se puede pagar en cuotas). Info e inscripción: ezequiel.caridad@gmail.com / 3435042653 / FB: Compañía Teastral o Ezequiel Caridad