Dos oficiales del Ejército están siendo investigados por la Justicia Federal por presunto enriquecimiento ilícito, delito que habrían cometido a partir del uso ilegítimo de fondos reservados de esa arma. Ambos militares fueron detectados "con sueldos que no alcanzaban los 2.500 pesos, uno tenía una cuenta en Suiza por 600.000 dólares y el otro posee propiedades por más de un millón de pesos". La denuncia, que recayó en el juzgado federal de María Romilda Servini de Cubría y es investigada por el fiscal Gerardo Di Masi, es una ampliación de una causa sobre uso de los fondos reservados del Ejército. La presentación realizada por el abogado Ricardo Monner Sans involucró a al coronel retirado Gustavo Omar Poch y el teniente coronel en actividad Roberto Genaro Rodríguez, que en 1996 y 1997 trabajaban juntos en la Jefatura II de Inteligencia del Ejército. ANALISIS DIGITAL accedió al texto completo de la denuncia penal.

Monner Sans formuló la denuncia a partir de un informe elaborado por el ex perito contable de la Corte Suprema de Justicia Alfredo Popritkin, en el que señaló que entre 1988 y 2001 el Ejército recibió 396 millones de pesos en concepto de gastos reservados enviados desde los ministerios de Economía y Defensa. Esos fondos eran administrados por la Jefatura II de Inteligencia del Ejército y las actas secretas, en las que se asentaba el destino del dinero, se quemaban todos los años "contra los reglamentos" del arma.

"Pero pocos años después, en marzo de 2002, (Poch, que percibía 2.329 pesos mensuales), era titular de la cuenta '94386 Olivia' en el banco suizo BSI Zurich, en la que tenía depósitos por 632.019 dólares", señaló un matutino. Precisó que también adquirió "departamentos en Barrio Norte, Belgrano y uno en la exclusiva zona de Plaza San Martín, ubicado en Esmeralda 1.066".

Allí vivía Poch "junto a su compañera, Stella Maris Luna, una ex empleada civil del Ejército que trabajaba como secretaria de la Tesorería General cuando decidió abandonar la fuerza, a principios de 2001", la misma época en la que el coronel pidió su pase a retiro. "Un conteo superficial de propiedades, bienes y jugosas cuentas en dos AFJP resulta en que las posesiones de Poch sobrepasarían largamente los cuatro millones de pesos, sin contar la cuenta suiza", agregó el matutino.

Rodríguez, quien actualmente se desempeña en el Comando Logístico de Materiales, percibía menos de 1.900 pesos en febrero de 1997 y pagaba 261 pesos mensuales por un crédito inmobiliario ortorgado por el Instituto de Vivienda del Ejército. Con ese crédito accedió a un departamento en Zapata 127, pero "su esposa, Josefina Haydeé Quintero, compró una casa de fin de semana de 300 mestros cuadrados, con parque y pileta en el distrito mendocino de Las Compuertas, en Lujan de Cuyo", precisó la publicación. Según el matutino, Noelia, la hija del teniente coronel Rodríguez, "posee una finca rural dedicada a la explotación forestal álamos en Tunuyán; y la sociedad Hermanas Rodríguez SA, creada en marzo de 1999 e integrada por Josefina y Noelia, es titular de otro campo con álamos en Tunuyán y de un departamento en la ciudad de Mendoza". "El valor de mercado de todas esas propiedades supera el millón doscientos mil pesos", agregó.

Texto completo de la denuncia

La denuncia completa -a la que tuvo acceso exclusivo ANALISIS DIGITAL-, es la siguiente:

Señor Fiscal a cargo de la
Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal Nº 8,
Dr. GERARDO DI MASI

RICARDO MONNER SANS, abogado inscripto al tomo 4, folio 455, manteniendo constituido el domicilio en Cerrito 782, 4º piso, Ciudad de Buenos Aires, en la causa Nº 1225/04 , al Sr. Fiscal digo:

1.- Por fin empieza a estar claro en mi país que uno de los factores generantes de la pobreza, de la miseria, de la exclusión social, está determinado por el nivel de corrupción. Y que ese nivel de corrupción –estamos desafortunadamente muy mal catalogados en las encuestas mundiales que sobre el particular se conocen- tiene en el manejo de los dinero públicos una de las caras más dramáticas. El manejo de dineros del pueblo de manera clandestina, ilegítima, no es jamás neutro. No es cierto aquella cínica expresión de "roba pero hace".

2.- Con base en esas convicciones que me vienen desde hace muchísimos años, en los Tribunales Federales competentes en materia Correccional y Criminal, abrí investigaciones vinculadas con el manejo de dineros públicos que, en mi opinión, deberían algunas avanzar con mucha mayor presteza. Valga este enunciado:

El -a mi juicio- escandaloso manejo de los ATN (Aportes del Tesoro Nacional). Promoví la acción el día 7 de junio de 1999, el expediente lleva el Nº 6495/99 y el Juez que tiene a su cargo la investigación es el Dr. Jorge Alejandro Urso.

El inconcebible manejo de los -digamos- "Fondos Reservados en el Senado de la Nación". Promoví la acción el día 2 de octubre de 2000, el expediente lleva el Nº 11.712/2000 y el Juez que (por vacancia del Juzgado 7) tiene a su cargo el tema es también el Dr. Jorge Alejandro Urso.

Los "sobres a Diputados Nacionales", acción que radiqué el día 23 de octubre de 2002 y que tramita bajo el Nº 17.510/2002. Se sustancia ante el Juzgado Nº 11 a cargo del Dr. Claudio Bonadío y, afortunadamente, hace poco tiempo atrás la Cámara de Apelaciones del Fuero Federal (Sala I, votos de los Dres. Gabriel Cavallo y Horacio Raúl Vigliani), impulsó decididamente la acción penal, precisamente por la energía desplegada por la Fiscalía interviniente

Los "sobresueldos en la esfera del Poder Ejecutivo", acción que inicié el día 23 de abril de 2004 (al día siguiente de la declaración del testigo Wilfen Roberto Martínez Medina en el expediente "María Julia Alsogaray"), y que bajo Nº 5926/04 fue asignada al Juzgado Nº 2 a cargo del Dr. Jorge Luis Ballestero.

3.- El día lunes 2 de febrero de este año, el matutino CLARÍN registró una información de notable trascendencia. Merced al esfuerzo investigativo, aquel medio pudo conocer que el Contador Alfredo R. Popritkin había ilustrado al Juez en lo Criminal y Correccional Federal, el Dr. Rodolfo Canicoba Corral, de gravísimas circunstancias vinculadas con el turbio manejo de dineros públicos, esta vez con directa implicancia respecto del Ejército Argentino.

Me pareció de tal gravedad el tema, que el mismo lunes 2 promoví la acción correspondiente: el proceso tramita bajo expediente Nº 1225/04, y tras alguna cuestión de competencia, quedó definitivamente radicado ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 a cargo de la Dra. María R. Servini de Cubría. El Juzgado ha delegado esta causa -en la que me ratifiqué oportunamente- a la Fiscalía Federal Nº 8.

4.- Sr. Fiscal, se afirma que el Contador Alfredo R. Popritkin estaría sufriendo -digamos- molestias, precisamente por haber documentadamente puesto en conocimiento del Juzgado del Dr. Canicoba Corral una tarea de notable trascendencia para la aspiración de lograr un país higiénico. Me cuesta creerlo, sin embargo.

Por otra parte, se ha accedido a documentación que evidenciaría que ciertos militares han incrementado notablemente su patrimonio. Se individualiza, por ahora, al Coronel Gustavo Omar Poch y al teniente coronel Roberto Genaro Rodríguez, y se sabe que en aquella dependencia militar se administraban los insólitos "Fondos Reservados" que los Ministerios de Economía y de Defensa giraban "normalmente" al Ejército Argentino. El incremento de su patrimonio, ¿tiene algo que ver con aquello que se sabe que ocurrió con el manejo de fondos reservados dentro del Ejército Argentino, o tiene algún grado de diferente origen y de consiguiente legitimidad?

Hasta donde conozco, la Jefatura II de Inteligencia revista o ha revistado directamente a las órdenes del ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO ARGENTINO. El Sr. Fiscal se hará del organigrama correspondiente para investigar este extremo.

5.- Los datos respecto de OMAR ALEJANDRO BOCH (Jefe del Servicio de Finanzas de la Jefatura II Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército) tienen, en principio, respaldo documental. Estoy en condiciones de adjuntar:

Fotocopia de la escritura de compra por parte de la Sra. Beatriz Mirta Burruchaga de Poch, casada con Omar Alejandro Poch. Adquirió el 17 de julio de 1996 un departamento de 194,25 metros cuadrados en un excelente barrio de Belgrano: Montañeses entre Olazábal y Mendoza, el que sin perjuicio del monto que figura en la escritura, su precio real era de DOSCIENTOS MIL DÓLARES ESTADOUNIDENSES (u$s 200.000).

Fotocopia de su presentación ante la D.G.I. de octubre de 1992, en la que el aludido Poch afirma que, por tener como único ingreso el de Oficial del Ejército Argentino con el grado de -entonces- Mayor del Ejército Argentino, solicitaba la baja en todos los impuestos "en que me encuentro inscrito". Ello, por no realizar actividad gravada alguna, afirma.

Fotocopia de elementos que demostrarían la existencia de una cuenta bancaria en el BSI de Zürich, Suiza, con su correspondiente identificación.

Se pueden rastrear, parece, otros activos:

Un departamento ubicado en Esmeralda 1066, piso 10ª unidad 115, Ciudad de Buenos Aires, vivienda actual del referido Sr. Poch, ubicado entre Avda. Santa Fe y Marcelo T. de Alvear, con cochera y baulera. Nomenclatura catastral: Circ. 20, Secc. 3, Manzana 38, Parcela 35 C.

Un local en Plaza Esteban Adrogué 31, Adrogué, Provincia de Buenos Aires, con nomenclatura catastral Circ I; Secc. L; Manz. 556, parc. 19 "A", Partida 5494.

Un inmueble ubicado en Pacheco de Melo 1869, 3er. piso, departamento "B".

Un automotor Renault Clio Dominio ATU 952.

Un automotor Megane Dominio CIZ 523.

Aportes a las AFJP Siembra y Consolidar

6.- Respecto de ROBERTO GENARO RODRÍGUEZ, 2º jefe o subjefe del servicio de Finanzas en la Jefatura II Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército, la documentación que en fotocopia anexo demostraría que le pertenecen directa o indirectamente:

Un lote de terreno en el Distrito "Las Compuertas", Departamento Luján de Cuyo, Prov. de Mendoza, Matrícula 97.915/6, anotación 8, lote Manzana B, Asiento A-1, Superficie lote 1358 metros cuadrados, matrícula 112.841/6. Se trataría de una casa de fin de semana inscrito el dominio a nombre de la esposa de Rodríguez (Josefina Haydée Quintero), y que contaría con piscina, quincho y parque.

Una finca en calle Antonio Reina, Villa Rural, Ciudad y Departamento de Tunuyán, Provincia de Mendoza, matrícula 26.387, con una superficie de 21 hectáreas 8.851,69 metros cuadrados. El dominio se habría encontrado primitivamente inscrito a nombre de la esposa, y se trataría de una finca rural con plantación de álamos. Actualmente las hijas del matrimonio (Noelia Haydée; Verónica Sol y María Florencia Rodríguez) serían las actuales titulares de dominio. Figurarían así como una suerte de anticipo de herencia.

Un departamento en calle San Martín 491, piso 3º, Torre A, Unidad 14-3-1, con cochera ubicada en el 1er. subsuelo de San Martín 491/97, ubicado en la Ciudad de Mendoza. Si bien la adquirente habría sido la ya individualizada esposa de Rodríguez, hoy el dominio estaría inscrito -por donación- a nombre de HERMANAS RODRÍGUEZ S.A.. La sociedad estaría integrada, efectivamente, por las hijas del aludido Roberto Genaro Rodríguez.

Una finca ubicada en la calle Quintana, Distrito El Sauce, Departamento de Tunuyán, matrícula 2963, 5ª inscripción, nomenclatura catastral 15-99-00-0500-400070-0000-0, con una superficie de 21 hectáreas y 9.368 metros cuadrados. Se trataría de una finca rural con plantación de álamos. Su adquirente habría sido la esposa de Rodríguez y, por donación, estaría hoy el título de propiedad a nombre de HERMANAS RODRÍGUEZ S.A. Se repite, parece, lo dicho en el inciso anterior.

Un inmueble ubicado en la Ciudad de Buenos Aires en Zapata 127, 8º piso departamento "D", cuya nomenclatura catastral es Circ. 17, Secc. 35, Manz. 106, Parcela 29 "A", Su compra parece haber sido financiada por el Instituto de Vivienda del Ejército.

7.- Desde el punto de vista jurídico, hay dos aspectos a desentrañar:

Por qué el Ejército Argentino recibía fondos reservados y por qué habría desaparecido la documentación respaldatoria del uso de dichos fondos reservados.

Por qué determinadas personas, con un ingreso salarial que se documenta en esta presentación, habrían podido tener tal nivel patrimonial.

Me refirmo en la convicción, expresada en mi presentación del 2 de febrero de 2004, en el sentido de que es urgente llamar a declarar a los distintos Jefes del Ejército Argentino que estuvieron al frente de la Institución durante el lapso bajo análisis. Me refiero a DANTE CARIDI, a FRANCISCO GASSINO, a ISIDRO CÁCERES, a MARTÍN BONET, a MARTÍN BALZA y a RICARDO BRINZONI.

Seguramente se avendrán a no declarar por escrito y a concurrir a brindar toda la información concerniente a un muy preocupante tema. Sugiérasele que así lo hagan, en virtud de la necesaria agilidad que deben tener los preliminares interrogatorios respecto de quienes han venido ocupando la cúpula del Ejército Argentino.

Proveer de conformidad.

Será justicia.

RICARDO MONNER SANS