Miembros distintas organizaciones ambientalistas explicaron a los integrantes de la comisión de Producción del Senado los motivos de su rechazo a la derogación de la Ley de la Madera para el desarrollo forestal entrerriano. “Anteponemos la defensa de la salud y el ambiente al negocio para un sector de la producción forestal”, dijo Juan Veronessi y aseguró que “para el proyecto que plantea el gobierno de ninguna forma no hace falta la derogación la Ley”.

En el momento más álgido de la lucha contra las pasteras, asambleístas lograron que la Legislatura entrerriana sancionara la Ley de la Madera que prohíbe la exportación de rollizos a Uruguay con destino a las industrias contaminantes de producción de celulosa como UPM-Botnia.

Sin embargo, en otra situación política, hoy ya sin corte de ruta, el gobierno encabezado por Gustavo Bordet busca avanzar con la derogación de la norma.

El asambleísta aseguró que “se puede llevar adelante, cosa que no se ha hecho ni está esbozado dicho plan, sin derogar la Ley de la Madera”, al tiempo que advirtió que “derogarla entraña una ofensa y una contradicción a toda una sociedad que hace años viene luchando contra Botnia que es contaminante, hemos llegado a ese criterio después de años de lucha y seguimos firmes en que a Botnia no se la debe apoyar en ningún aspecto”, dijo en declaraciones publicadas por Aim Digital.

Desde la Acag quieren evitar que “se facilite desde Entre Ríos” la actividad de “esa planta ilegal y contaminante”.

El asambleísta admitió que fueron escuchados por los senadores “con atención y respeto” y pudieron plantear sus fundamentos, aunque aclaró que “nadie manifestó la voluntad de volver atrás; parece que están firmes en el proyecto de derogación de la Ley”.

Contra argumentos

Veronessi dio vuelta los argumentos respecto de los empresarios forestales y los legisladores a favor de la norma respecto del supuesto perjuicio de la norma contra las fuentes de trabajo y el desarrollo del sector. “Nosotros sabemos por experiencia que si se deroga la Ley va a ser una agresión al trabajo de centenares de aserraderos, como ya sucedió en Uruguay, que no van a tener la materia prima suficiente cuando se abran las puertas para que Botnia acapare la producción de Entre Ríos” e insistió con que “para el proyecto que plantea el gobierno de ninguna forma no hace falta la derogación la Ley”.

“Nosotros nos mostramos dispuestos al diálogo y a la discusión, tanto en el proyecto foresto industrial, como en el de fabricación de casas de madera, como en la defensa de la fuente de trabajo y darle valor agregado realmente a la producción entrerriana. Queda a criterio de ellos si van a aceptar nuestra propuesta o no”.

La Red Eco Socialista se opone a la reforma de la Ley 9759

Por su parte, Nadia Burgos, de la Red Ecosocialista opinó que “las cuestiones que tienen que ver con la producción y el medio ambiente deben ser decididas por el conjunto de la población, es decir, qué y cómo producir es una decisión que nos ataña a todos, porque las consecuencias y beneficios deberían ser para el pueblo y, en este caso, la modificación de la Ley de Madera responde a necesidades corporativos”.

En ese sentido, la activista remarcó a esta Agencia que desde la organización expresaron que no quieren que se cambie la Ley de Madera que prohíbe la exportación de rollizos fuera de la provincia y, especialmente, con destino a UPM-Botnia, “porque es una empresa que contamina el medio ambiente y afecta la salud de la población”.