El diputado nacional Emilio Martínez Garbino (Concertación Entrerriana), aseguró que “en el escenario educativo que planteamos, la acción social tiene que pasar a ejecutarse con base en la escuela, ya que es el principal epicentro y donde se puede obtener la mejor radiografía de los barrios y de la situación social de los chicos". Agregó que su visión "apunta a que el Estado brinde el soporte humano y presupuestario a la escuela, para que el docente no tenga las sobrecargas de tareas que sufre hoy y se dedique solamente a enseñar”.

Para el legislador “esta nueva modalidad trae aparejado múltiples beneficios: al mejor seguimiento y control familiar, sanitario y alimentario de los chicos, debe sumarse que se logra la despolitización en el manejo de muchos de los recursos. Así se rompe la relación tan perversa y que tanto daño nos ha hecho en la asistencia social, pasando definitivamente de un sistema de asignación político partidaria a uno con base en un verdadero trabajo social de base”.

En la visión de Martínez Garbino, la Educación necesita del mayor esfuerzo presupuestario posible, al tiempo que juzgó perentorio “rescatar a la Escuela pública de su actual estado”, y sostuvo que “el nuevo DNI debería ser el Certificado de Escolaridad actualizado".

Sobre esto, indicó que “hoy la Escuela Pública casi ya no existe; lo que hay es una escuela oficial y otra privada”, al tiempo que explicó: “esto es así porque la Escuela Pública es la que brinda, o debiera brindar, un servicio de igual calidad, con igualdad de oportunidades y esto hoy no sucede”.

Continuando con el tema, remarcó que “esa Escuela de la que hablamos debiera estar equiparada con la privada en calidad de bienes y servicios, sin distinciones sociales, hecho que permite que una comunidad se integre y logre identidad. Pero cuando la calidad se resiente y permite que emerja un servicio educativo poderoso porque hay quienes pueden sostenerlo, entonces estamos en presencia de dos escuelas”.

Martínez Garbino puntualizó que “cuando el Estado se desentiende de la finalidad y la misión que tiene la educación , es evidente que otros sectores de la sociedad vengan a llenar ese vacío, pero ya no para todos, sólo enfocado a unos pocos que pueden acceder a un servicio de calidad, gracias a una buena posición económica”.

Asimismo, agregó que “hoy la mejor política social que se puede llevar adelante, atento a la situación de crisis donde más del 40 % de la población se encuentra bajo la línea de la pobreza -y muchos se encuentran ya en situaciones límites o marginales-, son las políticas educativas”.

“Hay una lucha –mas allá de las distintas responsabilidades-, que debe librar toda la sociedad, como una sola bandera, lograr que ningún chico quede fuera del sistema educativo”, agregó, al tiempo que indicó que “combatir la deserción escolar debe ser lo que nos motive. Toda la sociedad debe replantearse seriamente si considera que el tema educativo es el tema central. En la opinión de uno, éste es el tema más importante. Obviamente, hay distintas responsabilidades y el gobierno es el mayor responsable. Pero no alcanza con que el gobierno motorice, la sociedad toda debe acompañar”, expresó.

En tanto, planteó que “no debería haber un solo trámite en la administración provincial o municipal que pueda realizarse sin quien sea beneficiario de un programa o quien presente el trámite no presenta los certificados de escolaridad de su núcleo familiar. Esta seria una manera de englobar al gobierno y a toda la sociedad en esta lucha”.

En otro orden, señaló que resulta imprescindible la participación e involucramiento de la familia en la educación de los hijos, como primer eslabón de la cadena: “lamentablemente por la vorágine en que nos vemos envuelto o por otros motivos, la familia ha venido desatendiendo la tarea educativa, y lo que es peor, muchas veces aún desconociendo los hechos vamos y desautorizamos al maestro luego de una sanción disciplinaria o de una mala nota”, sostuvo.

“Tenemos que asumir esto. Hay una crisis profunda del entorno familiar como educador y debemos realizar todos los esfuerzos por restablecerlo. A veces algunos sectores de la sociedad se inhiben a sí mismos de enfrentar este debate porque se piensa que está motivado por sectores conservadores. La cuestión es que el tema está y hay que debatirlo con valentía, sabedores de la importancia que tiene un núcleo familiar fuerte y consolidado en el futuro de los jóvenes”.

La hora del conocimiento y del reconocimiento

En tanto, reivindicó el rol del docente y en ese sentido expresó que la calidad educativa “se mide también por el maestro, al cual se le exige tanto en todos los planos. Por eso, ese docente debe y merece un salario adecuado, pero sobre todas las cosas debemos devolverle como sociedad, la estima social y el reconocimiento cabal a la función que llevan a delante”, puntualizó.

Es la hora del conocimiento y hacia allí debemos apuntar. No es posible que teniendo las instituciones educativas y científicas en la provincia, que la investigación, la ciencia y la técnica no sean cuestión de Estado. No hay más lugar para las esperas. El golpe de timón en materia educativa y científica debe ser ahora, ya que la provincia no soporta más atraso. Recordemos que antes el capital era la tierra y no se distribuyó; luego el capital financiero y no se distribuyó. Ahora es el tiempo de distribuir, de democratizar el conocimiento como verdadero impulsor del crecimiento y de generación de riquezas”.

También, reclamó por un acompañamiento más efectivo a las Escuelas Públicas de Gestión Privada: “Hoy este tipo de establecimiento educativo, que son casi el 40 % de la matrícula, necesita de un apoyo más concreto por parte del Gobierno Provincial. Urge atender a este sector de la educación según las necesidades de cada uno”.

En este aspecto, agregó que hay instituciones que llevan adelante una tarea educativa y social en distintos barrios que “merece ser destacada y reconocida, y es por ello que el gobierno debe brindarle el apoyo necesario ara que signa cumpliendo el importante rol que desempeñan”.

Por último, reflexionó acerca de las dificultades que tienen los industriales entrerrianos a la hora de conseguir mano de obra calificada: “no es posible que haya demanda de empleo y no puedan cubrirse las vacantes porque no existe mano de obra calificada. Ahí falla el Estado que ni siquiera ha previsto direccionar la educación. El Estado debe ser el gran impulsor de las capacitaciones profesionales y de obreros especializados. Es inadmisible que la demanda de mano de obra calificada -por parte de empresas-, no cubierta hoy en la Argentina, es del orden del 15 por ciento. En revertir estas situaciones y estas realidades, es donde debe centrarse el proyecto de provincia que todos los entrerrianos debiéramos impulsar”.