De ANÁLISIS DIGITAL,
desde Gualeguaychú
El público carnavalero le ganó anoche a la lluvia y a las amenazas de precipitaciones de toda una jornada. Pese a que cayó agua durante casi todo el día (desde las 3 de la madrugada hasta por lo menos las 18) y que el tiempo continuó inestable de modo permanente, la gente se volcó igual al Corsódromo y disfrutó de la fiesta del Carnaval del país de Gualeguaychú. Más de 20 mil personas llegaron hasta el predio. Evidentemente, la mayoría del público que no concurrió el domingo, optó por hacerlo anoche, ya que tenía esa posibilidad, con la misma entrada, lo que fue una justa decisión de la comisión organizadora. Para el domingo se habían vendido más de 12 mil localidades, pero ese número no fue el que ingresó, por la lluvia que fue intensa hasta casi las 23.
Anoche la fiesta arrancó un poco después de lo previsto, pero era la lógica, ante los problemas que generó a los turistas, especialmente a aquellos que se encontraban en zonas de acampe. No obstante, la noche de cierre del feriado de carnaval se vivió sin ningún tipo de problemas. Lo único que de alguna manera empañó la jornada en la ciudad -que estuvo casi colapsada por la cantidad de turistas jóvenes- fue la muerte de un muchacho, que se ahogó tras arrojarse ayer al mediodía desde el puente que une Gualeguaychú con el Parque Unzué. Lo que empezó como una aventura de jóvenes que habían llegado al feriado carnavalero, terminó en tragedia (ver nota aparte). Lamentablemente, en los últimos años, se han reiterado estas situaciones.
El espectáculo no fue todo lo bueno que se esperaba en la noche final, porque, precisamente, algunas comparsas especularon con el mal tiempo y no cumplieron con la perfomance habitual de otras noches. Pese a que el jurado estaba en los palcos pertinentes, los organizadores decidieron -a último momento- que la jornada de ayer no fuera contemplada en la puntuación final. Esto, pese a que tanto Comisión de carnaval como los dirigentes, sabían que, de acuerdo a los registros meteorológicos, no iba a llover. De hecho, fue así; no cayó ni una gota.
A ello se sumaron otras situaciones que molestaron, respecto de tareas de coordinación y control, que malograron parte del espectáculo. Por ejemplo, las primera escuadras de O Bahía se vieron casi permanentemente interrumpidas por el público que se cruzaba de un lado al otro de la pasarela, ya que los responsables de la seguridad recién pudieron encontrarle el punto de control después del paso de por lo menos los primeros cien integrantes. Puede haber un público ansioso, que desconoce que hay escuadras que hacen su coreografía frente al primer palco de los jurados y eso determina puntos, pero para eso se pagan adicionales cada noche, a personal policial y hay gente asignada a esa tarea, como coordinadores.
Esa situación de "relajamiento" la vivió tanto O Bahía como Marí Marí. los integrantes de ésta última comparsa arrancaron como para comerse el Corsódromo, con la reina Agustina Díaz nuevamente bailando de modo brillante junto a la comisión de frente de las cucarachas -que son, como cada año, de los trabajos coreográficos más destacados-, pero poco a poco se fueron desinflando. Se notó que hubo numerosos suplentes. Fue de excelencia, como cada noche, lo de Agustina Nozzi (figura del carnaval 2015 y nuevamente una de las más sobresalientes este año), como así también descollante lo de Emilce Parga, en ese mix que hacen con la batucada y la banda de música.
Papelitos fue lo mejor de la noche. Sencillamente por salir totalmente completa en sus trajes y carrozas. Sencillamente, porque desfilaron de modo profesional, por lo menos en sus primeras 6 o 7 escuadras y no tuvieron en cuenta que, a último momento, los dirigentes decidieron que no sirviera para el puntaje final. Hubo quizás un afloje en los últimos tramos, pero ello no empalideció para nada el trabajo de los representantes de Juventud Unida, que se llevó el reconocimiento de los espectadores y seguramente de los jurados, que encontraron una comparsa con todo su atuendo y prolija de punta a punta.
Hay que entender, a ciencia cierta, que salvo el sábado, domingo y lunes fueron jornadas agotadoras. En especial por la incertidumbre que existió en buena parte de las horas del día, con la lluvia y la tormenta amenazante. Evidentemente, hubo quienes le encontraron el punto de equilibrio y quienes no. Ahora quedan tres sábados para saber quién será el nuevo campeón 2016. No será fácil para los jurados. A veces se cree que puede estar tal o cual comparsa por sobre otra, pero son cuatro opiniones de jurado por noche; cada uno opina a su manera y no siempre tienen la lógica de lo que puede observar el común de la gente o los seguidores del carnaval. Habrá que esperar y ver cómo sigue la estrategia de cada comparsa para lo que resta. No falta mucho. Pero puede haber sorpresas.