Desde Resistencia (Chaco), María Luz Piérola, hermana de Fernando Piérola, uno de los dos jóvenes entrerrianos fusilados en la masacre de la Margarita Belén, ocurrida el 13 de diciembre de 1976 durante la dictadura militar, dijo sentirse “muy conmovida” por los restos que ayer, tres técnicos del Equipo Argentino de Antropología Forense y un perito de la Corte Suprema de Justicia, hallaron en la segunda jornada de excavaciones en el cementerio San Francisco Solano. Asimismo, destacó que el equipo “está trabajando con amor para reconstruir la historia”, aunque se mostró indignada por la presencia en el lugar de los los peritos del personal militar involucrado, que, relató “están dando vueltas y es patético el rol que tienen”. No obstante esta situación, aseguró que continuarán allí, hasta encontrar los restos femeninos, con el objetivo de “demostrarle a la sociedad el proceder nefasto de los genocidas”.

María Luz Piérola, quien se encuentra en el Chaco siguiendo de cerca el trabajo que está llevando adelante el Equipo Argentino de Antropología Forense, manifestó en declaraciones efectuadas al programa A Quien Corresponda de Radio del Plata Paraná que están “muy conmovidos por lo que van encontrando”.

En ese sentido, recordó que “se hallaron dos cuerpos, uno que sería del desaparecido Luis Díaz y otro de un NN masculino, que sería un joven alto”, al tiempo que añadió que permanecerán en el lugar “hasta que se encuentren los restos femeninos”.

Esta primera etapa del trabajo a cargo del equipo finalizará con el hallazgo de los restos de la joven desaparecida, que está siendo buscada en la tercera fosa, ya que en las dos anteriores se encontraron los restos masculinos. Posteriormente, según explicó María Luz, “se harán estudios para verificar el tema balístico y luego en las dentaduras, para definir los restos de los desaparecidos y corroborar su estructura ósea. Además, llegado el momento, se cruzarán los datos obtenidos con los NN de los familiares”. Y luego, comenzará otra etapa de la investigación, debido a que “se cree que hay restos en el campo de Alcalá, adonde ocurrió La Masacre”, adelantó.

Si bien María Luz lamentó que en Chaco “la tierra es muy arcillosa y por eso hay que trabajar con cuidado”, destacó que el Equipo Argentino de Antropología Forense “está trabajando con amor para reconstruir la historia”.

Asimismo, relató que llegaron a este lugar a partir de la concreción de investigaciones y a través de los libros del cementerio. Al respecto, relató: “Algunas víctimas de La Masacre fueron entregadas a las familias, y hay que investigar si efectivamente eran restos de una sola persona, porque los cajones estaban cerrados. Pero, en el ’82 informaron que los demás restos habían sido llevados al osario común y esto afortunadamente no fue verdad. A partir de entonces, también se presentaron testigos, vecinos del lugar, que dijeron que en el campo hubo movimientos de camiones del Ejército en el ‘76”.

Un dato llamativo que destacó María Luz, fue que en el lugar adonde se están llevando a cabo las excavaciones se encuentran también los peritos dispuestos por los abogados defensores del personal militar involucrado. “Están dando vueltas, son patéticos, porque han traído geólogos, y realmente es patético el papel que hacen”, comentó indignada, al tiempo que subrayó que “es usual que existan estos peritos, pero no que concurran al lugar, y como son alrededor de 20, consideramos que esos tipos saben, porque sino no se entiende que estén acá”.

De todas maneras, María Luz manifestó enfáticamente: “Lo que sucede hoy, son los frutos de tantas investigaciones que hizo Amanda Mayor”, y recordó que “también hay ex detenidos que han seguido trabajando en la investigación”, por lo cual aseguró que “aparte de meterlos presos a los asesinos, encontraremos los cuerpos de los asesinados, para demostrarle a la sociedad el proceder nefasto de estos genocidas”.

Cabe recordar que el juez Carlos Skidelsky estudia la situación de los militares acusados de haber tenido responsabilidad en el fusilamiento de más de una veintena de presos políticos cuando eran, supuestamente, trasladados a una cárcel de Formosa. De diez militares que el juez ordenó detener, ocho se encuentran detenidos en la Base de Apoyo Logístico de La Liguria, en Resistencia, y su excarcelación fue negada por Skidelsky, que entiende que la gravedad de los delitos de los que se los acusa no permite que permanezcan en libertad. Norberto Raúl Tozzo continúa prófugo y pesa sobre él un pedido de captura internacional; mientras que Jorge Alcides Larateguy falleció en julio, después de ser detenido y haberse negado a declarar.