La normativa prevé la participación social en todas las etapas de la gestión integral de dichos residuos, el acceso a la información ambiental en la materia y su gestión. Incluye además, la limpieza y saneamiento de los cursos y espejos de agua contaminados con residuos, incluidas sus orillas y zonas aledañas.
Además contempla la erradicación y saneamiento de los basurales a cielo abierto, definiendo acciones para prevenir la formación de nuevos y la clausura y saneamiento del denominado “Volcadero Municipal”, en base a un proyecto técnico adecuado.
La ordenanza dispone, previa realización de estudios de impacto ambiental, la construcción y funcionamiento de plantas de reciclaje, acopio y transferencia de residuos sólidos urbanos; de tratamiento o relleno sanitario, de compostaje; biodigestores; centro de acopio y tratamiento de aceites. Así también como todos aquellos programas y proyectos que apunten a la reutilización y reciclaje de los residuos sólidos urbanos en sus formas químicas, físicas, mecánica y energética.
La iniciativa promulgada pone especial énfasis en la problemática social del sector de la sociedad que trabaja informalmente con los residuos generados en la ciudad, por lo que todos los programas y proyectos deberán contemplar y asegurar el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores informales, publicó RecintoNet.