El espacio desarrolla desde talleres de trabajo hasta una batucada y fotografía, y este año se propuso poner en marcha el proyecto de la radio, “para contar con un espacio de comunicación, creación y formación”.
En el trabajo desarrollado por la cooperativa se reúnen chicos, jóvenes y adultos de los barrios del noreste de Paraná: Aatra II y III, Municipal, Paraná 14, La Milagrosa, 82 Viviendas y Lomas del Mirador, entre otros.
“El año pasado logramos abrir el Centro Cultural La Dominga (Ayala), en el que desarrollamos algunos de los talleres, y también realizamos peñas musicales y encuentros que cuentan con buena participación de los vecinos, amigos y allegados”, agregó Gómez en declaraciones enviadas a ANALISIS DIGITAL.
“La posibilidad de tener una radio comunitaria en la que volcar el trabajo de los talleristas, así como articular con las instituciones del lugar -desde el centro cultural hasta las escuelas de la zona, pasando por el centro de integración comunitaria- se abrió el año pasado, luego de que algunos integrantes de la cooperativa hicieran un curso de formación y construyeran el transmisor y el dipolo, ambas herramientas indispensables para emitir”, explicó la integrante de la cooperativa.
En esa línea, detalló: “Una vez que contamos con esas herramientas, empezamos a preparar una pequeña pieza que tenemos en el fondo de nuestra sede, en la que puede funcionar la radio al menos en su primera etapa”. Sin embargo, aclaró que “ahora la obra quedó un poco relegada por la falta de recursos para terminar unos revoques, el revestimiento y las instalaciones”.
En cuanto a la inscripción legal de la radio, Gómez explicó que “se iniciará el trámite ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, para conseguir la inclusión dentro del 33 por ciento correspondiente (según lo estipula la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) a la sociedad civil”.
Necesidades
FM Octubre es el producto del trabajo de un grupo de artistas y militantes sociales que apuestan a un modelo de comunicación distinto, donde lo cotidiano adquiera la relevancia que habitualmente no se le brinda en los grandes medios.
Sin embargo, lo económico constituye una limitación: “Además de equipamientos técnicos, micrófonos y hasta una consola, se necesita poder terminar la instalación eléctrica suficiente y el revestimiento de las paredes”, confió la integrante de la Cooperativa de Trabajo Cultural de La Bajada.
El espacio busca sortear estas necesidades para concretar el proyecto que les permita a los habitantes del barrio Aatra tener un nuevo medio de expresión: “Donde hay una necesidad, nace un derecho”, remarcó Gomez.