La comunidad educativa de la Escuela de Enseñanza Técnica número 1 Alférez José María Sobral de Gualeguaychú realizó ayer una sentada frente a la institución escolar para reclamar por los graves problemas que presenta el edificio. La protesta, concebida el lunes por los alumnos de 6º año, intentó llamar la atención de las autoridades de la Dirección Departamental de Escuelas y de Arquitectura de la provincia. El edificio, que era antiguamente una casa de familia a la que se le fueron agregando dependencias, sufre las consecuencias de la humedad, aulas ciegas y el desprendimiento de cielorrasos y mampostería, problemas en el sistema eléctrico y hundimiento de pisos que provocaron la clausura de dos aulas por parte de las autoridades del colegio.
La escuela estaba incluida en el programa nacional Prodime pero, por la rescisión del contrato con la empresa constructora, la obra quedó inconclusa. Y, si bien en 2004 mediante el Programa de Reparación de Escuelas se arreglaron techos y baños del edificio escolar, esto fue insuficiente.
Actualmente los cursos rotan de aula para que no sean siempre los mismos los que pierden clases. Los estudiantes manifestaron que los problemas de humedad, los pisos rotos, los cielorrasos que se desprenden, el hacinamiento y una escalera insegura –puesta en forma provisoria desde 2002– en la que ya se han lesionado profesores y alumnos, fueron los detonantes de la protesta. Asimismo indicaron que hasta que no se mejoren las condiciones del edificio no volverán a clases.
La directora del establecimiento, María del Carmen Bergallo, indicó que desde Arquitectura le manifestaron “que estaba todo listo para que los albañiles estuvieran trabajando en la escuela el 10 de diciembre de 2004, porque la licitación ya había sido adjudicada, pero recién vinieron el 8 de abril de este año”.
Luego de los problemas, Arquitectura propuso el traslado del edificio pero ni los alumnos ni las autoridades están de acuerdo con el desarraigo.
En tanto, el director zonal de Arquitectura, Gustavo Martinelli, señaló que lo óptimo es que se construya un nuevo edificio y el director departamental de Educación, Mario Giordán, señaló que “si se sigue con esta situación de ir suprimiendo espacios, nos vamos a encontrar en un momento con la escuela sin lugar dónde ubicar a los alumnos”.
Por su parte, mediante un proyecto de resolución el diputado radical Osvaldo Fernández reclamó al Ejecutivo provincial declarar la emergencia edilicia del inmueble donde funciona la escuela Sobral y la asignación de recursos para realizar los trabajos de reparación a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y la Dirección de Arquitectura, sin perjuicio de la continuidad de las obras de ampliación paralizadas. Asimismo solicitó respetar el pedido del personal docente y los alumnos de permanecer en el edificio mientras se desarrollan las labores.
Fernández remarcó que las pésimas condiciones de seguridad de esa escuela “constituyen una afrenta a la dignidad de los docentes y alumnos que allí concurren. Pese a que esta situación es debidamente conocida por las autoridades, no se tomaron los recaudos a tiempo”.