Por Luis María Serroels

En fútbol, la posibilidad de memorizar fácilmente a los integrantes de un equipo, es señal de continuidad sustentado obviamente en la buena performance demostrada. En política no es lo mismo, porque la observación en las listas de candidatos de figuras trilladas por el desgaste y la incoherencia, no lo es por obra de estar primeros en alguna tabla de posiciones, sino porque no permanecer en el tapete les provoca un síndrome de abstinencia que los lleva a padecer la extraña patología de los incorregibles.

Indivíduos con pasado inconfesable, con cuentas por saldar, desempeños deficitarios que no enaltecen, engaños sistemáticos, olvidos crónicos y promesas incumplidas, están mimetizados en las nóminas como si nada. Mientras tanto se afianza el poder del dedo, reaparecen personajes que cambiaron sus legajos por prontuarios y se resuelven fechas a gusto conforme a conveniencias íntimas amoldadas a los vaivenes de la realidad y acomodadas al almanaque de las ventajas. En suma, tomando el ejercicio del poder como una sastrería donde todo se confecciona a medida del talle propio.

El último domingo se votó en La Rioja para la gobernación, pero se postergó expresamente para octubre la elección de legisladores nacionales y provinciales, intendentes y concejales, atándolos a la futura boleta presidencial. Respetuosos de la sentencia Vox populi vox Dei (Voz del pueblo voz de Dios), sería una necedad discutir la contundente victoria del actual gobernador Luis Beder Herrera (69 por ciento de los sufragios), dejando al radicalismo (14,3 por ciento) en virtual vía de extinción.

Lo que no se entiende es que Angel Maza (el ex mandatario a quien Beder Herrera reemplazara siendo vice gobernador luego de propiciarle un juicio político que terminó con su alejamiento), haya estado habilitado para ser electo en el mismo cargo del cual se lo echó. Tamaña desfachatez recibió el peor castigo: su paupérrimo 9,6 por ciento de adhesiones le arrojó la última palada de tierra a su tumba política. ¿Será así? Porque no debería extrañar que se le obsequie alguna futura banca como premio consuelo.

Beder Herrera, hasta hace poco odiado por la Casa Rosada y convertido ahora en su aliado por conveniencia recíproca, se transformó en Caballo de Troya para potenciar expectativas con vistas a octubre venidero, demostrando que a la hora del salvataje, lo que menos importa es la ética, reemplazada por pragmatismos ocasionales.

También se realizaron comicios complementarios en seis mesas de Chubut, tras las elecciones del 20 de marzo pasado que derivaron en airadas impugnaciones y reclamos desde el Frente para la Victoria, aduciéndose graves irregularidades. La nueva votación ratificó el triunfo del oficialista Martín Buzzi sepultando el optimismo del kichnerista Carlos Eliceche. Esto merece una reflexión: ambas listas obtuvieron más votos que en marzo, pero Buzzi, que entonces había sacado 435 sufragios de ventaja sobre su antagonista, ahora amplió ese guarismo a 450 boletas. Si con todas las garantías dadas a esta repetición la diferencia resultó mayor, ¿dónde estaban las irregularidades? Pretender que se abriesen todas las urnas, fue un manotazo de mal perdedor.

Prueba del reciclado de postulantes son las candidaturas de Daniel Filmus, Aníbal Ibarra y Jorge Telerman en niveles del Gobierno Autónomo de Buenos Aires. Los tres han sido duramente criticados por familiares de las víctimas de Cromañón, que han recordado actitudes y gestos poco recomendables en sus respectivas gestiones en ese ámbito.

Pero el adalid en materia de baja catadura política y moral, es el actual senador nacional y ex presidente por dos veces, Carlos Saúl Menem. Después de haberse convertido en un mentiroso serial nato (“síganme que no los voy a defraudar”, fue su frase insignia, tras prometer la revolución productiva y el salariazo), ha venido sorteando con chicanas burdas y la complicidad de ciertos pliegues del Poder Judicial, el brazo de la justicia.

Después de descalificar al kirchnerismo, terminó desde su banca negociando a cambio de que no se acuerden mal de él. Menem ha tenido protagonismo en la Cámara Alta no por sus aportes legislativos sino por sus reiteradas ausencias cómplices. Cobijado en los fueros que le concede estar sentado en un escaño, su derrotero político no se interrumpe y ahora, tras los comicios riojanos, anunció que irá por un nuevo período senatorial. Y le añadió otra frase a sus expresiones al vaticinar que Cristina Fernández –a quien anticipó que apoyaría (¿será un salvavidas de plomo?) -obtendrá su reelección en primera vuelta. Un ardid para granjearse apoyos oficialistas que le ayuden a seguir dentro de un Congreso donde nada ha hecho, salvo tomar café.

El contrabando de armas y las coimas en IBM y Banco Nación, las privatizaciones aviesamente diseñadas, los índices de desnutrición, el maltrato a los jubilados, la caída de empresas, el crecimiento de nuestra deuda externa, las concesiones impúdicas de servicios públicos y los peajes en las rutas nacionales entregados a los amigos del poder, deberían ser un impedimento absoluto para su continuidad en la carrera política.

Doce años después de dejar la Casa Rosada y con total impunidad, hasta llegó a transformarse en árbitro de algunas votaciones en el Senado, muy acorde con los enjuagues de trastienda. Sus pactos secretos pos Malvinas con Gran Bretaña, aún no aclarados, deberían llevarlo ante los tribunales por traición a la patria. Esa patria que tanto llora por sus hijos que tanto sufren.

Ahora se vienen otras elecciones: el 12 de junio en Neuquén (donde reina la familia Sapag); 26 de junio en Misiones y Tierra del Fuego; 10 de julio en Capital Federal; 24 de julio en Santa Fe; 7 de agosto en Córdoba y 14 de agosto primarias en Buenos Aires. En Entre Ríos, como se sabe, los comicios provinciales en su menú completo coincidirán con la boleta presidencial y de representantes en el Congreso. Innegable es que Sergio Urribarri no se atrevió a despegar la fecha local como aconteciera groseramente en 2007 cuando se votó el 18 de marzo, nueve meses antes del traspaso del mando, dejando en situación incómoda a los adversarios, especialmente los candidatos de la Lista 100, cuyos integrantes abandonaron su lenguaje agresivo e hiriente de entonces y hoy comparten los palcos con el actual mandatario. Esta es la realidad repetida de la política vernácula, donde se sigue hablando de años tranquilos y años electorales. La diferencia estriba en que la continuidad en el poder se persigue más que el arte de gobernar con respeto institucional y tolerancia.

En este contexto, el condenado por enriquecimiento ilícito Domingo Daniel Rossi, se postula para retornar al mismo cargo desde el cual supo hacer excelentes negocios. Se reabrirán para el lobo las puertas del corral de las ovejas.

Impuestos: lo que viene

La noticia de que un foro de empresarios privados de la Región Centro (Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba) encomendaron a profesionales vinculados con sus organizaciones un trabajo donde se fijen lineamientos para una reforma tributaria integral y una nueva ley de coparticipación, documento que se entregará en el Congreso Nacional, debe ser recibida con moderada satisfacción.

El esquema tributario nacional ha sido reiteradamente cuestionado, como asimismo la falta de una reformulación del sistema de coparticipación federal, tornándose urgente derogar la ley 23.548 (gobierno de Raúl Alfonsín) y poner en amplio debate una nueva legislación. No debe olvidarse que la Constitución Nacional, entre sus reformas de 1994, ordenó con su disposición transitoria sexta y acorde con el artículo 75º (Atribuciones del Congreso-inciso 2), que antes de culminar 1996 se establezca un nuevo régimen de coparticipación entre la nación y las provincias. Gobernadores distraídos y legisladores irresponsables, vinieron postergando ese mandato que acarrea 17 años de incumplimiento.

En marzo de 2009 en una entrevista que le hiciera el Semanario ANALISIS, Sergio Urribarri señaló que una nueva ley de coparticipación sería negativa para los intereses de la provincia, aunque no explicó técnicamente porqué (forma nada elíptica de subestimar a sus legisladores en el Parlamento).

El informe contempla mecanismos de coordinación financiera interjurisdiccional que apunten al federalismo fiscal y busca un nuevo diseño impositivo previsible, sencillo y libre de constantes modificaciones, procurando asimismo medidas a corto, mediano y largo plazo. Se trata de mejorar la estructura fiscal existente y dotarla de racionalidad, donde los tributos sean estables y fundados en las garantías constitucionalidades y en la razonabilidad.

Se propicia para el futuro régimen, que sean respetados los principios de legalidad, igualdad, generalidad, equidad, neutralidad, capacidad contributiva, proporcionalidad y progresividad, la no confiscatoriedad y la racionalidad económica e instrumental. Como se advierte, un estudio muy severo y amplio, que los gobernadores y en especial los ocupantes de las bancas del Congreso deberían tomar en cuenta sin mostrarse permeables a las presiones que sin dudas partirán desde la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda.

Se pone el acento en el afianzamiento del federalismo fiscal, recomendando el urgente tratamiento de la asimétrica concentración de los ingresos y distribución del gasto entre el Estado Nacional y los Estados provinciales. Se pretende la reducción de la presión fiscal sobre el sector que paga efectivamente impuestos y se ataque los altos niveles de evasión y elusión. Citan como dato nada enaltecedor, que Argentina es el país latinoamericano donde más creció la presión fiscal en el período 2002-2009. Como consecuencia paradójica, muestran que ello atentó contra el desarrollo de la actividad productiva y económica en general, sustrayendo capital de trabajo del sector privado hacia el sector público.

Todos los impuestos están bajo la lupa, siendo objeto de análisis la estructura, objetivos y base imponible de cada uno. Existen datos muy contundentes publicados por un calificado periodista económico, el doctor Antonio Margariti, donde exhibe que la presión tributaria que reciben los argentinos es francamente insoportable e inequitativa, porque no sólo se aplican impuestos regresivos sino que se apela a cortar por lo sano sin un estudio pormenorizado de las distintas realidades. La voracidad del Estado cuando busca corregir sus desatinos metiendo la mano en el bolsillo de los contribuyentes, es una de las causas de tantos males que padece nuestro país.

Busti contraataca

Puede afirmarse que desde que asumió su mandato, Sergio Urribarri ha sido blanco de numerosas críticas vinculadas estrictamente con su gestión política y especialmente por su alineamiento ciego con el matrimonio Kirchner. Pero de allí a formular imputaciones que pudieran violentar el Código Penal, hay un largo trecho.

La noticia se publicó en el Semanario ANALISIS del jueves último, donde se transcribían declaraciones de Jorge Busti en las que expresaba su indignación por la sentencia recaída en Abelardo Pacayut y su esposa. Es que el ex gobernador advierte una jugada bien aceitada no exenta de ribetes políticos, ya que –y en esto no es difícil coincidir-, el monto de la pena no tiene ningún parentesco con anteriores causas vinculadas con ex funcionarios.

En realidad, esa falta de relación no significa que el ex senador no haya cometido delito alguno, pero suena muy extraño que, por ejemplo, Oscar Mori, Liliana Castoldi, Gabriel Sola (por el escándalo del desvío de los ATN de Aciser), Mario Yedro (por enriquecimiento ilícito) y Domingo Daniel Rossi (por el mismo delito que el anterior), hayan recibido condenas en suspenso por lo cual jamás ingresaron a una unidad penitenciaria. Sin embargo Pacayut tendrá que ir a la cárcel. ¿Tan particular es el Código Penal que a quienes más perjuicio le provocan al Estado menor sanción les corresponde? ¿Tan subjetiva es la sana crítica y libre convicción de los jueces, que al juzgar la conducta de los funcionarios se exhiban tamaños desniveles?

Que quede claro: Pacayut cometió una grave falta. Que siga quedando claro: los demás nombrados también y en mayor grado aún. Es esto lo que más urtica la piel del actual diputado provincial. “Yo no me pienso quedar de brazos cruzados; esto es para mí”, se quejó, no sin deslizar que desde el poder político podría haberse efectuado alguna sugerencia hacia la vereda de enfrente.

Pero lo que JB advirtió y que seguramente golpeó fuerte en la Casa Gris (y en la Rosada también), fue esta expresión muy jugada: “Nosotros también vamos a accionar por hechos de corrupción”. Y como salpimentando sus dichos, lanzó su estocada contra Sergio Urribarri expresando: “Nosotros tenemos elementos suficientes para demostrar su crecimiento patrimonial, que no tiene ninguna relación con sus ingresos”. Claro que la mirada del principal referente del Frente Entrerriano Federal es más amplia, porque además anunció que le apuntará a los máximos funcionarios de Enersa, Juan Carlos Chagas y de Sidecreer, Juan José Canosa por presuntas irregularidades cometidas en sus respectivas empresas.

Resumiendo sus propósitos, Busti reveló que un grupo de abogados se encuentra dedicado a recopilar información, anticipando que una treintena de denuncias penales se hallan en marcha. Una pregunta forzosa: si no lo hubiesen condenado a Pacayut ¿se lanzaría esta especie? Dios lo sabrá.

Urribarri sortea

Si algo le faltaba a la política provincial en medio del desconcierto que rodea la conformación de las listas de candidatos, es el “novedoso” método que decidió aplicar el gobernador Sergio Urribarri a la hora de ordenar la lista de futuros diputados. Instaurando un procedimiento que jactanciosamente define como inédito en la democracia moderna –lo inédito no garantiza la excelencia-, después de decidir quiénes figurarán en la lista creó la forma de ordenar los nombres sin herir susceptibilidades ni provocar celos y envidia (y además evitar ganarse algunos resentimientos).

Es así que este domingo será un simple sorteo el que defina ese ordenamiento, de manera que las diferencias de capacidades, historia militante, aportes personales, espíritu de colaboración y capacidad de trabajo (que siempre la ha habido), no será tenida en cuenta. “Todos los compañeros valen lo mismo”, aseveró, aunque para justificar la postulación de Juan José Albornoz desgranó un cúmulo de méritos que le atribuyó a la hora de tenerlo en cuenta. Desde luego que tan pronto como trascienda la lista final, se conocerán los méritos del resto y será bueno porque los antecedentes son la mejor carta de presentación.

El uso de un bolillero es resorte privativo del oficialismo, pero sería interesante saber de qué manera los papelitos con cada nombre resolverán el cupo femenino, una cuestión que de arranque provoca mucho rechazo en tanto y en forma harto arbitraria, se le conceden a las mujeres sólo una banca por cada tres de los hombres. Esto se hace desde un movimiento que no deja de recordar a Eva Perón, la responsable del voto femenino. Algunos se defienden hipócritamente diciendo que eso no es definitivo y consiste en una base que podría ampliarse, pero nadie ignora que jamás le darían a las damas los sitios que el sentido de equidad y el derecho elemental a ser elegidas les otorgan las leyes fundamentales de la Nación.

Paralelamente y trabajando contra reloj, el Superior Tribunal de Justicia falló en favor de la vigencia estricta de la Ley Castrillón, dando por tierra con las pretensiones de quienes le impugnaron hace ya quince meses algunos puntos (a los jueces hay que tenerles paciencia). Este fallo tendría que haber sido emitido por conjueces, porque Castrillón forma parte del alto cuerpo tribunalicio.

Pero además se quedaron con las ganas a los intendentes que demandaban ser re-reelectos, porque los Vocales respaldaron los argumentos esgrimidos por el Procurador General. Son los mismos argumentos que humildemente aportamos en esta columna apenas surgieron las aspiraciones de los jefes municipales. No somos juristas, pero el asunto se presentaba muy claro, con todas las características de una aventura política.

Ese periodista…

No está para usar su tarea como un simple hobby; para entretener y entretenerse, ventilar chusmeríos cotidianos o chantajear al poderoso ni al débil; apropiarse de espacios de poder con fines inconfesables; meterse sin piedad en la vida privada del prójimo; coquetear con los gobernantes de turno; vender sus opiniones al mejor postor; estrujar a mansalva el vocabulario; buscar atajos ventajeros, engañar al ciudadano con falacias y convertir su mensaje en una cloaca. Para nada de esto ha sido concebido el verdadero periodista. El que procura condenar el mal que se hace y pedir por el bien que no se hace, renunciando a prebendas y dádivas y enfrentando amenazas cobardes. Esto no lo deposita en ningún trono: simplemente lo convierte en un periodista de ley. Este martes los periodistas recordaremos a Mariano Moreno y su Gaceta de Buenos Aires, aparecida el 7 de junio de 1810. Nació con la Patria y se instaló en la conciencia de todo periodista honesto, corajudo y comprometido con las grandes causas. Hasta la semana que viene.