
River Plate sufrió hasta el último minuto, sin embargo logró pasar a las semifinales de la Copa Libertadores al derrotar a Banfiel por 3 a 2. El equipo que dirige Falcioni luchó hasta el final, pero no consiguió llegar al empate y el milagro buscado se les escabulló entre los pies y la lluvia por apenas muy poco.
La igualdad era el objetivo de Banfield ya que el empate en uno del partido de ida lo favorecería ahora que llegaba en calidad de visitante. Pero esta vez la suerte no estuvo de su lado.
Durante el primer tiempo los millonarios mandaron en las jugadas. Sorprendieron de entrada a los contrincantes, que volvieron a lucir su camiseta naranja con la que habían logrado llegar a cuartos de final. Pero esta vez el color no los ayudó.
Fueron diez minutos maravillosos donde River ahogó, y no por la lluvia que no dejó de caer durante todo el encuentro, a Banfield. En ese lapso Ernesto Tecla Farías marcó los dos primeros goles del equipo millonario. Esto no quebró a los jugadores del Taladro, quienes a través de Daniel Bilos lograron descontar.
Pero el grito de gol de los naranjas fueron acallados rápidamente por Víctor Zapata, quien a través de un feroz contragolpe convirtió el tercer gol de River.
No hubo tiempo para más y el agua que caía se adueñó de la cancha y de las hinchadas.
En el segundo tiempo pareció que la lluvia complicó la visión de los jugadores de River, quienes se vieron superados por los de Banfield. Tanto fue que apenas habían transcurrido tres minutos cuando tras un veloz pique, Antonio Barijho disparó ingresando al área agarrado por un defensor y dejó al equipo del sur del conurbano más cerca del empate al marcar el segundo gol de su cuadro.
El 3 a 2 circunstancial no hacía peligrar la continuidad de River en la Libertadores. Sin embargo, durante los quince minutos siguientes los millonarios casi no abandonaron su propia área. No faltaron quienes ya arriesgaban cansancio en los jugadores del barrio porteño de Núñez luego de un intenso primer tiempo.
El técnico riverplatense no lograba disimular su nerviosismo. Ante la superioridad de Banfield, a los gritos le pedía a sus jugadores que controlen la pelota. Algunos le hicieron caso porque a partir de allí el partido se equilibró.
Si bien el encuentro era prácticamente de ida y vuelta, la acción no necesariamente estaba donde se encontraba la pelota. Barijho y Javier Mascherano gastaron varios minutos de la segunda etapa insultándose. Entre risas para evitar una reacción del árbitro, ambos recordaron a buena parte de la familia del otro.
Banfield atacó y atacó pero no logró concretar y cada avance del equipo naranja provocaba que Leonardo Astrada no dejara uña en sus dedos sin comer.
César Falcioni no estaba más tranquilo. Faltando ocho minutos, hizo ingresar al delantero Diego Ceballos, para buscar el milagro del empate. Antes, le anticipó que iba a convertir un gol.
La intensidad del partido no disminuyó ni un instante. "Faltan dos y ganamos", gritó con desesperación Astrada, pero el árbitro con su mano izquierda marcaba que debería sufrir tres minutos más.
El milagro para Banfield estuvo en los pies de Ceballos, que cuando habían transcurrido poco más de dos de los tres minutos adicionados tiró la pelota a afuera cuando estaba solo frente al arquero de River, Franco Constanzo. En ese instante Falcioni supo que su pronóstico había sido errado. Segundos después el árbitro marcó el final del encuentro.
Fue la despedida de un aguerrido Banfield y el pase a la semifinal del equipo de Nuñez.