Los penales le permitieron a San Lorenzo avanzar en la Copa Argentina y meterse en los octavos de final de la Copa Argentina. En su debut, el Ciclón venció desde los 12 pasos a Morón y podría cruzarse con Gimnasia de Concepción del Uruguay, en caso de vencer a Atlético de Rafaela en los octavos de final del certamen.
El Lobo entrerriano, ya clasificado entre los mejores ocho del torneo, esperará su rival sabiendo que será un equipo de Primera División. El Ciclón se presentó este miércoles en los 16avos de final ante el Gallito, mientras que la Crema viene de vencer a Alvarado de Mar del Plata (2-0) en 24avos de final y Lanús (1-0) en 16avos.
Envalentonado en los primeros minutos, Morón buscó manejar la pelota y pudo conseguirlo a través de Armando Lezcano, de gran despliegue en la etapa inicial. San Lorenzo apostó al contragolpe pero nunca pudo hacer diferencias ante un rival concentrado y consciente de la importancia del partido. Los primeros 45 minutos finalizaron sin situaciones claras de gol más allá de un cabezazo de Santiago Gentiletti que pasó al lado del palo defendido por Alejandro Migliardi.
El complemento entregó a un San Lorenzo más decidido a buscar el triunfo. Sin generadores de fútbol pero con Franco Jara como principal arma ofensiva, el conjunto de Boedo arrinconó a su adversario con pelotazos e intentos individuales del ex Arsenal. Morón sintió el esfuerzo y suplió las limitaciones técnicas con mucha solidaridad y un gran trabajo colectivo encabezado por Ariel Berón y Martín Granero; el defensor se cansó de rechazar pelotas y el volante central fue la bandera de la lucha en el mediocampo.
Pizzi modificó el rumbo del encuentro con las entradas de Gonzalo Verón y Ángel Correa. Los chicos le dieron una segunda opción al solitario Jara y generaron situaciones frente al arco de Morón; la más clara fue un remate del ex Sportivo Italiano despejado por Migliardi. Además, también tuvo su chance Julio Buffarini –debió ser expulsado– con un disparo de media distancia.
El Gallo aguantó en su propio campo con mucha fortaleza durante los últimos minutos y tuvo su momento de tranquilidad cuando el tucumano Ariel Montero decretó el final y le dio al partido un destino inexorable de penales.
Empezaron anotando Damián Akerman y Buffarini pero luego llegaron cinco ejecuciones fallidas entre atajadas de los arqueros y remates al travesaño. Correa desniveló, Mariano Martínez le dio una nueva vida a Morón pero el ingresado Ignacio Piatti le otorgó el triunfo a San Lorenzo y desató la locura en la tribuna del Ciclón.