No fue el mejor arranque el que tuvo Sionista. Entró dormido y desconcentrado, tanto para defender como para atacar, el local, en cambio, arrancó enfocado, furioso y con actitud ganadora. Josimar Ayarza se hizo sentir en ataque y 9 de Julio rápidamente se puso 11 a 2. Al margen de ello, lo fuerte de los cordobeses estuvo en el fondo, en su custodia a la canasta. Controló muy bien y complicó a un Sionista estático y desprolijo.

El Centro tuvo muchos problemas para encontrar espacios para ejecutar. La falta de claridad en el elenco de Sebastián Svetliza lo generó anotar poco y quedar atrás en el resultado. 9 de Julio sacó una luz de 10 puntos (15 a 5). En el momento más complicado del primer segmento apareció Johwen Villegas, quien con cinco unidades seguidss, más un doble de Iglesias acortó a tres puntos (15 a 12).

Con la idea de mejorar y mostrar otra fisonomía, Sioni entró al segundo chico con modificaciones en su estructura. Ingresó Luis Cequeira, Fabricio Vay tuvo sus minutos, Federico Ferrini fue opción y también regresó a la acción Matías Sandes. El panorama cambió, el elenco paranaense no mejoró ostensiblemente, pero aventuró una reacción. Los cuatro ingresados anotaron y Sionista se puso ahí, 23-21 abajo.

Si bien 9 de Julio estuvo siempre arriba en el resultado, el trámite se hizo más parejo y equilibrado. Sionista probó en defensa con una zona que sirvió, al menos para descompaginar las ideas del adversario. Los locales tuvieron una racha negativa y perdieron efectividad.

El quedo del local fue aprovechado por la visita, que cambió el panorama, tuvo su momento y lo aprovechó para pasar al frente. Sionista pasó a ganar 30 a 27 ante un rival que no fue el mismo.

Sioni no tuvo un hombre determinante en el primer tiempo, pero si un elenco en el cual todos los que entraron anotaron. Salvo Ramiro Iglesias, el resto pudo convertir. El elenco paranaense ganó el segundo cuarto 18 a 13, ratificando su mejoría atrás y también adelante. Al descanso se fueron 32 iguales.

Con el envión de la recuperación, la visita intentó pisar fuerte en el inicio del complemento. En sí lo hizo, fundamentalmente con una labor importante de Daniel Hure, que confirmó que está en un buen momento y merecido tiene su titularidad, señala El Diario.

El Centro tuvo un interesante pasaje y logró una buena ventaja a su favor. Fue de 39 a 32. El local ya no dependió tanto de la actuación colectiva, sí de los arrestos individuales. Gastón Luchino se hizo cargo del flojo momento de su elenco y con un par de conversiones pudo sacar del pozo a 9 de Julio. Con el escolta encendido, el cordobés igualó en 41.

Entre la irregularidad de la visita y las limitaciones del dueño de casa el partido se hizo peleado, friccionado y luchado. Los de Sebastián Svetliza volvieron a reaccionaron y otra vez se escaparon en el tanteador. No fue por mucho, pero sí como para entusiasmarse (48 a 43). Igual, los vaivenes en el nivel del Centro no le permitieron estabilizarse (52 a 51 tercer cuarto).

La falta de regularidad en el andar complicó a Sionista, es que la visita perdió la brújula del partido y dejó de tener eficiencia. Cowan y Clancey tuvieron un buen pasaje y le devolvieron la expectativa a su equipo, que después de mucho tiempo pasó arriba 54 a 52.

A partir de ahí fue palo y palo. En Sionista se cayó el goleo de Daniel Hure, aunque apareció Matías Sandes, el ala pívot mostró su jerarquía y anotó puntos importantes. Al margen de esta aparición, el Centro no estuvo bien y 9 de Julio se puso al frente 56 a 52. La noche tuvo su adrenalina en especial porque ninguno de los dos supo adueñarse completamente del trámite. La visita empató en 61 y no se entregó.

El partido alcanzó la recta final con una paridad más que importante. En este contexto, entró mejor 9 de Julio, que sin jugar bien pudo levantar un juego difícil y con desventaja.

Otra vez Luchino fue el hombre más importante del conjunto cordobés. El escolta, bien acompañado por Diego Gerbaudo, fue muy importante para desequilibrar y generar juego para sus compañeros.

9 de Julio de a poco se acomodó mejor y definió bien. Primero se puso 68 a 63 y después 70 a 64. Sionista intentó desesperadamente, pero se equivocó seguido y no pudo recuperar la desventaja.