El 21 de setiembre de 2009, Gabriel y Gabriela Gómez transitaban en su moto por calle Hernandarias, de Paraná, para trasladarse a una obra en construcción, ya que por ser maestros mayores de obras, iban a controlar los avances, sin embargo en la esquina de Hernandarias y Parera se produjo un accidente por el cual la moto terminó debajo de un colectivo de la Línea 4, interno 40. El transporte intentó doblar de Hernandarias hacia la izquierda e ingresar en Parera y en la maniobra colisionó a la moto. Producto del choque los hermanos Gómez murieron, uno en el acto y el restante horas más tarde en el San Martín.
“Quedamos sin dos hijos, pero además Gabriela dejó una hija y mi nieta de pocos meses. Ellos iban a trabajar y no es cierto que andaban de joda por el Día de la Primavera. Sin embargo, por una mala maniobra del colectivero murieron”, explicó el padre de las dos víctimas a diario Uno.
Pasó el tiempo y desde la Justicia no se tuvo en cuenta el reclamo de la familia. La querella no pudo evitar el sobreseimiento de la causa, por lo que antes de la feria judicial se interpuso la correspondiente apelación ante la Sala I de la Cámara del Crimen.
“Al chofer, de apellido Lescano, se lo encontró inocente y eso que luego del accidente se le detectó en la sangre que había ingerido alcohol. Él es un chofer profesional y a las 8 de la mañana tenía indicios de haber tomado, algo que le está prohibido por ser conductor de un transporte público”, referenció Gómez.
Reconoció que hubo personas que informaron que los ocupantes de la moto no llevaban casco, habrían transitado a alta velocidad y esto fue determinante para que pericias de por medio y el testimonio de varias personas, se resolviera disponer el sobreseimiento del conductor denunciado por la familia de las víctimas.
“Acá hubo cosas raras, cada vez que hay un accidente el colectivo es secuestrado por un tiempo prudencial, sin embargo en esta ocasión todo fue muy rápido. El rodado tras algunas semanas ya estaba en circulación nuevamente y el chofer sigue manejando como si nada”, criticó el hombre que desde hace años es remisero en la capital provincial.
“Hay una familia destruida, una nieta sin madre y acá es como si nada hubiera pasado, porque es como que echan la culpa a personas que no se pueden defender. Así es fácil resolver en la Justicia, sabiendo que tenemos un dolor que no se nos irá nunca, ya que hoy están en el cementerio nuestros dos hijos que murieron cuando iban a trabajar”, espetó Gómez para indicar que los abogados querellantes interpusieron la apelación que derivó en un mejoramiento de las críticas al fallo absolutorio de la Justicia de Instrucción.
Se especula que los camaristas Ricardo González, Hugo Perotti y José María Chemes en los próximos días darán a conocer el veredicto sobre la apelación presentada por los representantes de la familia Gómez.
(Foto: diario Uno)