Guillermo Pérez, dirigente del Centro de Veteranos de Concordia subrayó que “fue una alegría enterarnos, más en esta fecha tan cerca del 2 de Abril”.
Pérez contó a Diario Río Uruguay que una vez que se comprobaron los datos de esta persona -hace aproximadamente dos semanas- lo citó a su casa particular, donde se reunieron para compartir la emoción del encuentro y las historias en común.
Allí Florencio Fernández le manifestó al concordiense que “nunca hice nada -para obtener algún beneficio- porque yo servía a mi patria y nada más. Después me olvide del tema”. En esta posición se mantuvo hasta que hace cerca de un mes decidió romper el silencio y presentarse como lo que era, un veterano de la guerra del Atlántico Sur. También contó que sus familiares y allegados le aconsejaban reclamar por sus derechos, pero respetaban su decisión de mantenerse en silencio por casi 30 años, esperando que el propio Fernández tomara la decisión de contar su historia.
“Acá se apersonó un familiar de un supuesto veterano de guerra de la zona de San Salvador, después comprobamos que se trataba de un veterano de guerra, perteneciente al porta aviones 25 de mayo”.
En el encuentro entre ambos ex combatientes, Fernández le admitió a Pérez que la única secuela atribuible al conflicto “era un pequeño problemita en el corazón, pero que no era nada grave”.
El nuevo incorporado al grupo de veteranos de guerra trabaja en una arrocera de su ciudad y sus datos filiatorios ya fueron reconocidos por la Armada y el Ministerio de Defensa, destacó Pérez. “Solo falta solo un documento para presentar en la provincia de Entre Ríos y ya estaría completo toda la documentación legal”, concluyó.