En zona rural de la localidad de Susana un portón se desprendió y aplastó a un hombre quien sufrió lesiones de gravedad. No se reportaron lesionados de consideración en el casco urbano.
Una mañana agobiante, por temperatura y presión atmosférica, y nubes “cargadas” presagiaban, desde las primeras horas de la mañana, la intensa tormenta que se abatió sobre la ciudad cerca del mediodía.
Media hora después todo había pasado. Y quedaron los daños. La plaza 25 de Mayo lucía llena de despojos de ramas de las tipas y a pocos metros de la Catedral, un árbol se partió y se desplomó sobre una Renault Scénic, provocando importantes daños. En el Bv. Roca, una de las arterias troncales de la ciudad, un árbol fue arrancado de raíz y en su caída arrastró a una farola del cantero central, que terminó sobre la calzada.
Por la tarde, alrededor de las 16.30, se produjeron, nuevamente, vientos, esta vez desde el sur, con ráfagas de 95 km por hora.
Como consecuencia de las fuertes ráfagas de viento que se abatieron sobre la región, en el mediodía de ayer, en un campo de la localidad de Susana, el portón de un galpón se desprendió y terminó aplastando a un empleado rural. El infortunado sujeto sufrió heridas de consideración que determinaron su trasladado a un nosocomio privado de Rafaela y se encuentra con pronóstico reservado.
42º grados en Reconquista
El excesivo calor registrado en la jornada de ayer (42 grados) hacía presagiar el desenlace climático que sobrevino a las cuatro de la tarde cuando una tormenta de gran intensidad, con fuertes vientos arremolinados y lluvia arreció sobre Reconquista.
Una veintena de casas del humilde barrio La Cortada, sector este de la ciudad, recibieron de lleno la fuerza del meteoro que le provocó voladuras de techos e ingreso de agua en el interior.
Un daño aún mayor se evidenció en el Hogar de Ancianos ubicado en el extremo sur de tejido urbano. Allí se produjo el levantamiento por completo de una cubierta de diez metros por cinco que oficiaba de techo del dormitorio de los residentes.
Según las autoridades del lugar, se vivieron momentos de tensión y “hubo que trasladar a los abuelos a otro sector aunque varias de sus pertenencias se mojaron y además una de las cargas del techo quedó a punto de desmoronarse”, consignó El Litoral.
En tanto, en la ciudad el panorama era casi desolador en cuanto a árboles caídos, gran cantidad de follaje en las calles. La Secretaría de Servicios trabajaba hasta este mediodía para ordenar y retirar ejemplares derribados por el viento.
(Imagen ilustrativa)