A la vera del camino, el viento y la sequía potenciaron la expansión de las llamas hasta una forestación abandonada cuyos dueños residen en Buenos Aires y con el paso del tiempo se convirtió en monte nativo.

El fuego puso en peligro al menos a cinco aserraderos, varias casas, quintas y forestaciones. Las columnas de humo se observaban desde la ciudad, informó diario El Sol.

Los vecinos, con mangueras y baldes, trabajaron codo a codo con la acción profesional del personal y las autobombas de Bomberos Voluntarios y Bomberos Zapadores.

El trabajo fue eficiente y los vecinos junto a productores de fruta de los establecimientos del lugar colaboraron con atomizadores y cisternas de riego para evitar el avance de las llamas hacia las quintas y los aserraderos que estuvieron en peligro por más de tres horas.

El fuego por momentos se elevaba por encima de la vegetación ganando altura mientras que el humo sofocaba a los vecinos a la par que impedía la visibilidad.

Los bomberos, una vez más, solicitaron a los vecinos la responsabilidad en las quemas para evitar las pérdidas importantes que se produjeron en la tarde de ayer.

Por otra parte, los vecinos manifestaron que “deberían existir penalidades severas para las personas que inician los incendios que no se pueden controlar y producen pérdidas”.

Fuente y fotos: El Sol