Melina Furman, una pionera en la educación, falleció a los 49 años. Con una trayectoria destacada en la Universidad de San Andrés, el CONICET y Unicef, se convirtió en una referente en educación en habla hispana que inspiró a generaciones de educadores y estudiantes con su enfoque innovador en la enseñanza.
A lo largo de su carrera, Furman se dedicó a promover el pensamiento crítico y el aprendizaje a través de técnicas didácticas innovadoras, enfatizando la importancia de la curiosidad y la flexibilidad en el proceso de aprendizaje. Su trabajo se centró en la búsqueda de nuevas formas de enseñar y aprender, siempre con el objetivo de mejorar la educación y hacerla más accesible para todos.
Entre sus numerosas contribuciones, destacan sus libros La aventura de enseñar ciencias naturales, Guía para criar hijos curiosos y Curiosidad extrema, que se convirtieron en referentes para educadores y padres interesados en fomentar el amor por el aprendizaje en sus hijos. Además, su participación en conferencias TEDx y otros eventos educativos inspiraron a miles de personas a repensar la educación y su papel en la sociedad.
La comunidad educativa y científica lamentó la pérdida de la investigadora y recordó su frase célebre: "La curiosidad como mecanismo de aprendizaje durante toda la vida, la flexibilidad y el deseo de aprender van a ser cada vez más importantes".