Las fluctuaciones del dólar y las trabas a las importaciones afectan cíclicamente a distintos sectores que tienen dificultades para proveerse de insumos. Maquinaria, tecnología, artefactos mecánicos, automóviles y autopartes son los más afectados .En un informe del programa televisivo Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) los comerciantes denuncian además la preocupación por el incremento constante e incontrolable de precios, el cual recae, en última instancia, en el cliente.

La falta de dólares ya es un clásico para Argentina, al igual que el comercio exterior administrado para cuidar las pocas divisas existentes. Este 2021 ha sido particularmente desafiante en materia cambiaria para el gobierno, que enfrenta pagos de deuda y menores liquidaciones de exportaciones del agro.

En ese marco, un intento por frenar la salida de dólares vía importaciones, el Banco Central endureció el cepo. En enero de este año, estableció mayores controles y restricciones para el ingreso al país de “bienes suntuarios”, en un conjunto de bienes particular. Del caviar al whisky. De los lavarropas al agua mineral, con y sin gas. De los aviones a los celulares.

Al presentar su medida “anti Lamborghini”, en referencia a los autos superdeportivos de origen italiano, el BCRA dispuso limitaciones para el pago de las importaciones de los más de 70 rubros comprendidos.

En rigor, permite retirar esos productos de la Aduana, pero establece un plazo de un año para que quien trajo esos bienes al país pueda acceder al mercado de cambios y conseguir divisas al valor oficial para el pago.

En otras palabras, obliga al importador a utilizar sus dólares para la operación (o a comprarlos en el mercado paralelo), o bien conseguir financiación.

Desde el sector importador, se suman las quejas con respecto al acceso a los dólares para comprar en el exterior. Aclaran que el 80% de lo que se importa se utiliza como insumo industrial y se le agrega valor en el país. En ese sentido, explican que el gobierno considera que muchos artículos son “productos terminados” cuando, en realidad, forman parte de la cadena de valor industrial.

En algunos rubros todavía no se habla de escasez, pero sí hay una oferta reducida de productos. En otros directamente reconocen que hay faltantes.  

Desde DJL Neumáticos, Maximiliano confirmó a Cuestión de Fondo que “la situación hoy está muy difícil, la realidad es que hay muchos problemas con las importaciones y hasta con la producción nacional porque, por una cosa y otra, depende de materia prima importada, o sea siempre hay algún problema y hay muchos inconvenientes con faltantes”.

Consultado por los productos o insumos con mayores problemas, comentó que en su comercio “se comercializan todos los neumáticos en todas las marcas y en ese sentido es distinto de otros comercios del rubro que son pioneros de una sola marca, y eso nos da un cierto aire de tranquilidad porque si no es una, es otra, siempre se va consiguiendo pero la realidad es que está complicado para todos”.

Ante esto, confirmó también variaciones de precios “no solamente por el cambio del dólar o por las importaciones sino que ahora estamos viendo que cambia el precio por el faltante de mercadería, porque hoy no sabes si te quedas sin mercadería cuando la vas a volver a recibir y a cuánto va a estar el dólar en ese momento, entonces hay una especulación que se juega con los aumentos, y obviamente va todo a las listas y al público”. 

Desde Padilla Accesorios, Fernando sostuvo que “en este momento no hay escasez de productos pero sí se está sufriendo una variación constante de precios, en los últimos meses hubo incrementos de entre 10, 15 y hasta 20% según la importadora”. “Por el momento no vemos escasez pero por ahí si hay problemas de stock pero por una cuestión de cada importadora en particular. De todos modos en lo que es stock, los importadores están teniendo ese cupo como para poder importar y que no haya faltante. A veces cumplen con la distribución y a veces no”, resumió.

Alejandro es propietario de un taller mecánico y también confirmó que “está muy complicada la situación con el tema de los repuestos, no se consiguen muchos y lo poco que se consigue está bastante caro”. “Lo que más cuesta conseguir son los importados, para autos importados, pero de todos modos para todas las gamas de vehículos hay problemas para los repuestos”, definió.

Ante esto, lamentó que “sucede que nos quedamos con los autos parados durante mucho tiempo, casualmente ahora tengo uno parado porque no se consigue el repuesto del motor que se rompió. Y justamente de la parte del motor de los autos son los repuestos que más cuestan conseguir”. Sostuvo que esta situación “viene desde hace varios meses pero ahora, en las últimas semanas, se puso más difícil”.    

Respecto de los precios, Alejandro coincidió en que “es impresionante en la ciudad cómo están de caro los precios” y comparó que “ya pasando a Santa Fe es mucha la diferencia de precios y en las mismas marcas; muchas veces se consigue mucho mejor precio en otros lados”.

En otro de los rubros cíclicamente afectado por las trabas a la importación, el propietario de un comercio de impresiones y reparación de computadoras, Javier aseguró que “por el momento, no hay problemas para conseguir productos o repuestos, pero sí hay una variación constante de precios, en un promedio cada tres días en que va subiendo el dólar”. “Desde noviembre ese es el problema que se está sintiendo, encima vienen las fiestas (de fin de año) y el dólar está subiendo”, explicó.

“El 95% del sector es todo importado; lamentablemente dependemos mucho de la importación ya sea en toners, impresoras, notebooks porque muy pocas se ensamblan en el sur del país, pero por ahora están ingresando”, aseveró.

En este marco, comentó además que “la gente se vuelca más a reparar los equipos, porque de saltar de una notebook de hace cinco años que se puede reparar a comprar una nueva que esta casi 100.000 pesos, hay muchos que no pueden hacer esa inversión”. En este caso, apuntó que “depende del daño que tiene la máquina y del repuesto que se necesita se consigue o no, si es algo muy electrónico se puede reparar pero en caso de no que no tenga reparación hay que traerlo de Buenos Aires o de Estados Unidos y China y hay mucha demora, de más de tres o cuatro meses”.

“Por la pandemia todo empeoró muchísimo y fue el punto clave porque en la economía se produjo toda una cadena que fue arrastrando a que hoy estemos en esta situación”, analizó Maximiliano, y coincidió con Alejandro, quien desde su taller mecánico lamentó que la expectativa es que “esto va cada vez peor”.

El rubro farmacéutico

Otro de los grandes inconvenientes que se presenta por las trabas a las importadoras se da en el sector farmacéutico. Sin embargo, esta situación parece estar controlada en estos meses y tanto desde la Cámara Entrerriana de Farmacias como desde importantes droguerías radicadas en Paraná aseguraron a Cuestión de Fondo que, por el momento, no faltan drogas ni medicamentos.

“En las farmacias no faltan medicamentos, y si falta alguna droga específica se la reemplaza por otra. Siempre es posible el reemplazo. Lo que está sucediendo es que hay farmacias que si no tienen un producto determinado, se justifican diciendo que está en falta cuando no es la realidad”, confiaron.

Incluso desde uno de los sanatorios de Paraná confirmaron que no faltan insumos, medicamentos ni drogas, aunque aclararon: “Este es el panorama de hoy; pero eso no quita que en una semana o 10 días, cambie la situación y nos encontremos con escasez de algún producto”.

Quienes sí confirmaron problemas para adquirir productos son las ortopedias.

En este contexto, para conocer cuál es la situación de los laboratorios, Cuestión de Fondo consultó a uno de los más importantes radicados en Colonia Avellaneda. El contador y gerente de administración y finanzas de Eriochem S.A., Beltrán Uranga, reveló que “en todo lo que es insumos para medicamentos han surgido inconvenientes debido a la pandemia más que nada, los plazos se han duplicado y en algunos casos triplicado, con lo cual hemos tenido que aumentar los stocks mínimos, los puntos de pedido, y considerar los plazos de abastecimiento que en algunos son de cuatro meses pero en otros son 18 meses y en algunos hasta indefinidos”. “Uno coloca la orden de compra al exterior y la respuesta es ‘ya te avisaremos cuando te lo mandamos’”, ejemplificó.

Agregó que “otro tema en ese sentido es que se ha complicado muchísimo la parte de logística, tanto para conseguir bodega de avión como en los costos que se han triplicado y en algunos casos más”.

Consultado por los incrementos de precios, atados al dólar, explicó que “a nivel internacional, todo lo que es insumo internacional, los precios en dólares prácticamente no varían; algunos precios no varían desde hace años y otros varían 2 o 3% como mucho. Pero a nivel local, sí hay insumos que varían mucho más que la relación del tipo de cambio, aplican una inflación en dólares local mientras que otros se resguardan y nos han dicho, por ejemplo, que suben un 70% por las dudas”. “A nivel local si hay en algunos casos una suba de precios bastante por encima de lo que es la inflación”, resumió.     

Qué dicen los datos oficiales de importaciones

La información pública parece darle la razón al gobierno. Según indicó el Banco Central, en agosto se pagaron importaciones de bienes por 6.198 millones de dólares. Se trata de la mayor erogación mensual de todo 2021 y también supera a los pagos mensuales realizados en años previos.

Al mismo tiempo, los datos del INDEC señalan que las importaciones acumuladas en los primeros ocho meses del año superaron los 40.000 millones de dólares y están 16% arriba del mismo período de 2019. Para los importadores, el último año del gobierno de Cambiemos se caracterizó por consumir stocks más que por importar nuevos bienes.

En octubre de 2021, las importaciones se incrementaron 31% respecto a igual mes del año anterior (1.243 millones de dólares), como consecuencia de una suba de 11,1% en las cantidades y de 17,9% en los precios.

En 2020 las importaciones en Argentina cayeron un 15,49% respecto al año anterior. Las compras al exterior representan el 10,89% del PBI, un porcentaje muy bajo si lo comparamos con el del resto de los países.

Las mayores importaciones de Argentina se basan en maquinaria, productos y aparatos electrónicos, artefactos mecánicos, automóviles y autopartes. El segundo país desde donde Argentina importa es China, de donde proviene casi el 19% de las importaciones totales de la Argentina.

Según los últimos datos disponibles de la OMC, Argentina exportó 65.100 millones USD en bienes en 2019, e importó 49.100 millones USD. En cuanto a los servicios, el país importó 19.100 millones USD y exportó 13.900 millones USD.

Cómo es el procedimiento para importar

Según las normas del Banco Central, las empresas que necesitan dólares para importar pueden hacerlo para tres tipos de pagos:

- Anticipados, es decir, antes del embarque de los bienes: es una alternativa común en importaciones de gran tamaño. También es la que más requisitos exige al importador porque el gobierno quiere asegurarse que los dólares que destina al comercio exterior se utilicen con fines productivos.

- A la vista: es el pago que se hace contra la presentación en el puesto de embarque de la mercadería en origen. Es decir, el producto se despachó pero todavía no llegó a la Argentina.

- Diferidos: cuando se abona la importación al momento de su llegada al país.

Además, una parte de los importadores deben contar con la declaración efectuada a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) en estado “Salida”. Se trata de un trámite para poder completar la nacionalización de los bienes. Los que conocen el procedimiento aseguran que ese paso está sufriendo demoras.

Por el contrario, en los despachos oficiales aseguran que un 70% de los importadores ingresa directamente al mercado de cambios oficial, con licencias automáticas, y que solo una porción menor del 30% restante tiene alguna clase de retraso.

Muchas veces, la mercadería llega al país, pero queda atrapada en un depósito fiscal a la espera de la liberación de la SIMI. De hecho, cada día se presentan nuevas medidas cautelares contra el Banco Central, el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa.

Conclusiones

Las historias de importadores que sufren por las restricciones al comercio exterior son diversas. Desde una pyme que fabrica cortinas para hoteles de lujo y que no puede importar la tela especial hasta el caso de un hilo especial que se importa para atar fardos de pasto que luego se exportan para alimentar a caballos de polo. A ello se suman los problemas cotidianos que afrontan los comercios y pymes, como los que recorrió Cuestión de Fondo.

Las expectativas de devaluación del dólar oficial también juegan un rol clave, ya que algunos importadores prefieren adelantar compras para asegurarse un tipo de cambio favorable. Los organismos oficiales buscan acotar esos movimientos para administrar los pocos dólares de la forma más eficiente posible.

Este panorama no hace más que agravar uno de los principales problemas que enfrenta Argentina, que es su bajísimo nivel de apertura desde el punto de vista del comercio exterior. El gobierno optó por más proteccionismo para proteger a la producción local, pero la contracara es un aumento de precios que afecta los bolsillos de los consumidores locales.

Nada indica que esta política vaya a cambiar en los próximos meses. Al contrario, lo más probable es que se profundice. El objetivo de cortísimo plazo es cuidar todo lo posible las reservas y ni siquiera las compras de dólares que acumula el Central están generando un alivio para el acceso a divisas para los importadores. La incógnita es si habrá algún relajamiento en las próximas semanas, a medida que ingresen más divisas por las exportaciones agropecuarias.