En la desesperación por asegurar la generación de energía necesaria para cubrir el récord de demanda eléctrica que se registró la semana pasada por la ola de calor, Cammesa, la empresa que se encarga del despacho del parque termoeléctrico, tomó más gas del sistema de gasoductos del que le correspondía por contrato. Es decir, consumió gas que en realidad pertenecía a otra empresa del mercado de gas. Eso provocó un desbalance en la red troncal de gas que obligó a las transportistas TGN y TGS a extremar los criterios de seguridad para evitar que la caída de presión (line pack) comprometa el funcionamiento de todo el sistema, según pudo reconstruir EconoJournal en base a testimonios de fuentes privadas y gubernamentales.

Cammesa, que políticamente es controlada por el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, tiene adjudicado un volumen de gas bajo el paraguas del Plan Gas.Ar, el programa de estímulo a la producción que lanzó el gobierno en enero de 2021. Con el consumo cerca de los 28.000 megawatt (MW) durante varios días de la semana pasada, el gobierno debió activar todas las centrales térmicas que tenía disponibles. Por eso, Cammesa requirió más gas del que tenía previsto y confirmado por contrato.

Hasta ahí, no deja de ser una escena propia del despacho eléctrico en un día de crisis extrema como la que se vivió la semana pasada, con el sistema operando sobre el límite de su capacidad, publicó Econojournal.

Impensado

Lo curioso, sin embargo, fueron las reacciones que se motivaron en el área energética del gobierno, en especial hacia adentro del cristinismo. Cuando a mediados del año pasado, Basualdo promovió la designación de Sebastián Bonetto como gerente general de Cammesa lo hizo con el argumento de que era necesario alinear políticamente la gestión de energía. Por eso, impulsó el corrimiento de Ariel Kogan, mano derecha del secretario de Energía Darío Martínez, que por entonces se desempeñaba como vicepresidente de la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).

Con Basualdo en la Subsecretaría de Energía Eléctrica, Martínez cercado y Pablo González y varios referentes de La Cámpora en la conducción de YPF, el cristinismo pareció apoderarse de la estratégica botonera del sector.

Lo llamativo es que aún dentro del espacio referenciado en la vicepresidenta de la Nación existen desencuentros.

Prueba de eso es que, frente a la necesidad de tomar más gas del que tenía asignado de la red de gasoductos, Bonetto y Basualdo solicitaron a la Secretaría de Energía que corte las exportaciones en firme de gas desde la Cuenca Austral. De aplicarse, el principal perjudicado de esa decisión hubiese sido YPF, que vende a Methanex a razón de 1,5 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) desde el sur de Santa Cruz. También se verían afectados, subsidiariamente, Pan American Energy (PAE), CGC y la francesa Total Energies.

En caso de interrumpir la exportación de YPF, que fue autorizada por la Secretaría de Energía a partir de la resolución 360/2021, una norma a su vez fue cuestionada por el resto de las petroleras que interpretaron que el Ejecutivo le dio un trato diferencial a YPF habilitándola a exportar desde Austral pese a haber desinvertido en la cuenca, la compañía presidida por González debería pagar costosas penalidades. De ahí que llamara la atención de varios directivos de sector gasífero que Basualdo pidiera atentar contra un negocio de YPF, cuya conducción reporta en última instancia, al igual que él, a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

La Secretaría de Energía explicó por nota a Cammesa que sería inconveniente cortar las exportaciones con transporte hacia Chile, dado que una de las grandes apuestas del Plan Gas.Ar consistió en rehabilitar los envíos de gas hacia el otro lado de la Cordillera con la intención de aplanar, aunque sea un poco, el mercado de gas, que se enpunta estacionalmente en el invierno por la mayor demanda residencial. Finalmente el desbalance que afectó a las transportistas se recuperó mediante la regasificación de una reserva remanente de gas en la terminal regasificadora de LNG de Escobar.

Recuperar confianza

“Hubiese sido una muy mala señal porque atenta contra derechos adquiridos en el marco del Plan Gas. Si Cammesa tiene un verano atípico por la sequía (de la cuenca Paraná), la señal no debe ser cortar la exportación en firme de gas hacia Chile, sea de la empresa que sea. Hay que analizar el tema a largo plazo y no hacer macanas por las circunstancias del corto”, interpretó un experto en el despacho del sistema gasífero argentino.

El contrato de exportación de gas a Methanex es un entendimiento comercial que YPF arrastra desde fines de los ’90. Una fuente del sector privado señaló que para la petrolera controlada por el gobierno no sería tan grave restringir momentáneamente el envío de gas hacia Methanex. Sin embargo, en una petrolera desestimaron esa lectura. “Estamos tratando de recuperar confianza con los tomadores de gas del lado chile. Si incumplimos la exportaciones en firma desde Santa Cruz (el compromiso es mantenerlas activas hasta el 30 de abril), lo más probable es que también afecte la confianza de los clientes que compran gas desde Neuquén. Eso sería muy negativo para las petroleras que están exportando gas en verano desde Vaca Muerta, entre las que figuran YPF, PAE, Tecpetrol, Pampa y Total”, explicó el gerente comercial de una productora.

“(Basualdo y Bonetto) acusaron a YPF y la Secretaría de ir en contra del interés general al permitir la exportación de gas. Pero no ven que el interés general puede tener que ver con no romper de nuevo compromisos con Chile y apostar a desarrollar ese mercado”, concluyó.-