Silvio Méndez

Organizado por el Centro Cultural La Hendija y la librería ambulante Correveidile, el fin de semana pasado se presentó en Paraná el libro El encantamiento político, de los revolucionarios de los 70 a los rebeldes sociales de hoy. Éste es el último trabajo de Luis Mattini, pensador y militante político que fuera el máximo dirigente del Ejército Revolucionario de Pueblo (ERP) tras la muerte de Mario Santucho en 1976. En la charla en la que se dio a conocer el ensayo, el autor explicó su intención de poner en cuestión el modo clásico de entender la lucha por el poder, la democracia representativa y la transformación política. Por otro lado, en diálogo con ANALISIS, Mattini habló sobre los conceptos y líneas de acción que están en discusión dentro de las propuestas que postulan un cambio social. Asimismo, criticó duramente la posición que asumen los partidos de izquierda y la política de derechos humanos de Kirchner.

Luis Mattini parece un tipo común; acento de porteño, lungo, sesentón, con la voz grave de los fumadores. Se puede parecer a cualquiera de su generación, pero poco y nada a muchos de sus viejos camaradas de militancia de los 70 que hoy ocupan despachos oficiales y a los que se refiere con fina ironía. Basta ver la diferencia en que no viste traje ni corbata de seda y, sobre todo, cuando se escuchan sus afirmaciones con un abierto estilo provocador. Él mismo dice que es un petardero, se ríe y se nota que le gusta cómo suena lo que acaba de expresar.

Mattini fue uno de principales dirigentes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y número uno de su brazo armado, el Ejército Revolucionario de Pueblo (ERP), cuando su conductor, Mario Roberto Santucho, fue muerto en 1976. Tras la clandestinidad, un exilio que lo llevó por España, México y Suecia y su renuncia al ERP en 1980, volvió a la Argentina en 1986. Retorno que lo trajo con nuevas ideas, pero un mismo espíritu, de pensar transformar la cuestión social. En esta veta, Mattini escribió Hombres y Mujeres del PRT-ERP y La política como subversión, donde comenzó a formular una crítica a nociones clásicas de los partidos marxistas. Algo que de alguna manera pretende continuar en su último libro, El encantamiento político, de los revolucionarios de los 70 a los rebeldes sociales de hoy, que presentó el fin de semana pasado en el Centro Cultural La Hendija, en Paraná.

De acuerdo a lo señalado por Mattini, este trabajo parte de reflexionar sobre por qué en los movimientos emancipadores de todo tipo se producen determinados fenómenos comunes. Esto es, son derrotados, o son “capturados” por el poder, o, en el poder, se transforman en otra cosa. En este sentido, su intención es abrir un debate sobre “por qué nos dominan”. Por qué, por ejemplo, lo que no lograron las dos últimas dictaduras militares en la Argentina se concretó en el menemismo. Para tratar de discernir los elementos en juego que hacen “que el poder pueda”, Mattini aborda un repaso sobre el pensamiento dominante, indagando los puntos en común entre los proyectos de cambio social y el poder instaurado. En un abordaje que recorre los principios de la Modernidad, parece encontrar algunas pistas y coincidencias; una serie de “encantamientos”, que le dan, precisamente, título a su obra. Entre estas “ilusiones”, se encuentran los conceptos de progresismo, la historia como una evolución ascendente y el determinismo histórico, donde el autor parece hallar la encerrona en que han caído programas transformadores.

En una comparación concreta, explica las diferencias y posibles salidas de distintos movimientos de resistencias. Toma al ERP como una de las fuerzas más radicales de los 70 y, en la actualidad, el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de San Francisco Solano o el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase). Mattini ve que hay una radicalización en común, pero no tienen nada que ver en los métodos de lucha. Unos plantearon la toma del poder del Estado por las armas, los otros una forma de vida diferente. Mientras unos lucharon por incorporarse al sistema industrial dentro del socialismo, los actuales plantean un proyecto con la concepción del hombre en vínculo con la naturaleza.

Otra de las ideas centrales que cuestiona Mattini, que constituye el encantamiento político, es el mecanismo de la democracia. “En la democracia se puede discutir todo, menos la democracia. La democracia me permite hablar, pero no cuestionarla. Mucho menos la representatividad. Pero en este concepto es donde la democracia se niega a sí misma, donde se presenta como un fetiche, como un elemento encantador. Esto no es casual, con el desarrollo del Estado moderno, concientemente, con los llamados padres norteamericanos. ‘El pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes’. Desde este punto de vista, del artículo 22 de la Constitución Nacional, las asambleas populares eran subversivas.

Cuando se cuestiona la democracia representativa, compañeros con los que compartimos ideales pero no la forma, dicen: tiene razón, hagamos una democracia participativa o popular. Bueno, de por sí la democracia es participativa, por definición. Se supone que es el gobierno del pueblo. Pero bueno, aceptemos el adjetivo. Lo que pasa que eligen instrumentos para hacer la democracia participativa donde se reproduce la representación. No hablo sólo como sistema político. Hablo de lo que pasa en un partido, un sindicato, o en cualquier institución social”. Más al fondo de la cuestión, Mattini apunta que en el concepto de representatividad heredado de los romanos “se representa a aquel que no se puede defender por sí mismo. Al niño, al idiota, el incapaz mental. Ésa es la idea de representar. No se representa a la gente capaz”. Y he aquí la diferencia con la noción de mandatario. “Lo que hace un abogado, que hace exactamente lo que le pide un cliente. El abogado pone los elementos técnicos para hacerlo, pero tiene que cumplir la voluntad de su cliente. En el caso de la representación no. El representante hace lo que él cree mejor para su representado”.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)