Pablo Rochi
Fue el 17 de diciembre de 1985 cuando, tras derrotar a Villa Mitre de Bahía Blanca, Echagüe alcanzó la gloria más grande de su rica historia. Aquel equipo era capitaneado por el inolvidable Aníbal Sánchez y tenía al talentoso Charles Parker y a la torre Glenn Sudhop como figuras rutilantes. Fue el plantel más representativo de Paraná y para muchos no habrá otro igual. Orlando Chungo Butta, su presidente en ese entonces, y Horacio Seguí, su entrenador, recuerdan lo que fue uno de los logros deportivos más importantes de nuestra ciudad y nuestra provincia.
Fue un año glorioso, para muchos irrepetible. Un martes 17 de diciembre, de 1985, se produjo en Paraná uno de los acontecimientos deportivos más importantes en la historia de nuestra ciudad y de la provincia.
Ese día el Atlético Echagüe Club, tras derrotar a Villa Mitre de Bahía Blanca, alcanzó por primera vez el nivel más alto del baloncesto argentino: la Liga Nacional A. El acontecimiento no sólo rozó el logro deportivo sino que también adquirió un tinte cultural y social que sin dudas Paraná jamás olvidará.
El viernes pasado se cumplieron 20 años de aquella epopeya, que junto al ascenso de Patronato en 1978 al Nacional de Fútbol y el título obtenido por Entre Ríos en el Campeonato Argentino de Básquetbol de 1989 disputado en Paraná, se han transformado en los logros más trascendentales del deporte local.
Nadie olvidará semejante revolución, fundamentalmente porque todo ese acontecimiento tuvo detrás una gran historia.
En 1985 la Liga Nacional estaba dando nada más y nada menos que sus primeros pasos. En aquel entonces ni el más remoto ilusionista podría imaginarse que en menos de dos décadas y gracias a esta nueva estructura, Argentina lograría la medalla de oro en los Juegos Olímpicos o que hoy estuviese disfrutando de cuatro hijos suyos en la NBA.
Es más, muchos dudaban de que esta idea llamada Liga Nacional de Básquetbol pudiera sostenerse. León David Najnudel, el creador de semejante criatura, había copiado las bases de este torneo de las naciones más importantes de Europa. Tras recoger y archivar los planos de competencia, recorrió el país tratando de implementar esta nueva propuesta en el básquet argentino, que por los principios del ‘80 era netamente amateur.
Fueron pocos los que lo siguieron y muchos los que lo tildaron de loco. Entre los menos estaba Orlando Chungo Butta, actual secretario de Echagüe y por aquel entonces presidente del club.
Tras idas y venidas, peleas, discusiones y kilómetros recorridos, Najnudel y un equipo de colaboradores terminaron de convencer a varios dirigentes y por ello se decidió dar el primer paso. La primera edición se jugó en el año 1984, por lo que aquel certamen a prueba se denominó Liga de Transición, que finalmente dejó un saldo más que positivo tras una competencia exigente.
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