-Información Pública. Algunas semanas atrás, y muy probablemente como consecuencia de alguna “devolución de favores” del kirchnerismo a sus primos duhaldistas alineados ahora tras la figura de Roberto Lavagna, se conocían algunos antecedentes laborales cuidadosamente ocultados durante años en el currículum de Juan José Álvarez, ex ministro de la Nación y actual diputado nacional. Éste fue desnudado como integrante del cuerpo de agentes de inteligencia de la SIDE durante la última etapa del proceso militar. El gobernador de nuestra provincia rápidamente se enancó sobre la indignación que despertaba la noticia, se puso a la izquierda del matutino Página/12 -que había brindado la exclusiva- y anunció que había solicitado al Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, y a la diputada nacional Stella Maris Córdoba, presidenta de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, “que se difundiera la lista de agentes que prestó servicios en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante la última dictadura militar”. Sobre el pucho, por Mesa de Entradas de la Gobernación ingresó un pedido de informes sobre el cual sólo su autor -el periodista y responsable editor de www.accesolibre.org, Oscar Londero- sabrá si fue producto del oficio o una sagaz intuición. Londero pedía conocer el escrito anunciado por el propio gobernador y por la Dirección General de Información Pública de la provincia.
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-Las dudas. Claro que para el hombre común, lego en la materia, queda la duda acerca de si no le quieren meter gato por liebre. Lo cierto es que en el Derecho la letra de la norma esconde algo más que sutilezas. En principio, el acto discrecional es administrativo siempre, aunque cabe la diferencia, porque si bien el segundo es siempre formal y puede surgir de un procedimiento, el primero no. En definitiva, la interpretación que hace la Oficina Anticorrupción es que el decreto que regula el pedido de información pública “es una herramienta para posibilitar el juicio de ciudadanía analizando la acción del Estado con información relativa a la gestión pública, a efectos de analizar críticamente el grado de transparencia de un gobierno en base a documentos elaborados por la propia administración”. En ese sentido, añade que “la información solicitada no es un documento que tenga que ver con la marcha de la administración, razón por la cual su falta de respuesta no implica incumplimiento jurídico”. Por lo tanto, para Pedemonte “la falta de respuesta a la información que se solicitó en este caso concreto no viola el derecho constitucional de acceso a la información pública, no afecta la forma republicana de gobierno y en consecuencia no se incumplió porque no existe obligación jurídica de responder”. De todas maneras, más allá de interpretaciones leguleyas, lo cierto es que esta vez el periodista y su pedido de acceso a la información engancharon a Jorge Busti en esas travesuras que lo pintan de cuerpo entero.
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-Poca claridad. El gobernador ha sido escaldado más de una vez por la irascibilidad presidencial y conoce el celo con que se manejan esas cuestiones nunca claras. Puede también que, como en tantos otros asuntos, Jorge Busti haya sentido el impulso de llevar adelante ese pedido al Presidente y a los legisladores y sin más se lo comunicó a la prensa. Luego, como tantas veces ocurre, no pasa nada. Lo que se dice es teatro para la tribuna. También suena razonable que le haya indignado conocer ese pasado de alguien que, como Juan José Álvarez, muchas veces trataba de mostrarse en las antípodas de la intolerancia que caracterizó a la represión del último gobierno militar. Para cualquier militante popular de larga data -Busti es uno de ellos- los servicios de Inteligencia del Estado son mala palabra pues siempre estuvieron al servicio de la represión ilegal. En el caso del ex ministro Álvarez, entra a la SIDE recomendado nada menos que por Albano Harguindeguy. Estos hechos deben haber indignado espontáneamente al gobernador y desde ahí el impulso de salir al ruedo pensando en la posibilidad de conocer la identidad de todos los espías del Proceso. Muchos de ellos se infiltraban en las estructuras militantes, se ganaban la confianza de sus compañeros y luego, deleznablemente, cobraban por delatarlos y cosas peores. Aclarado que la defensa de los derechos humanos forma parte de las convicciones mejor arraigadas en la política del gobernador entrerriano, es necesario pensar que los problemas se suscitan cuando esa convicción tiene que abrirse paso en el entorno gubernamental. Así las cosas, sucede lo que sucede. Un periodista empeñado legítimamente en que los actos de gobierno deben ser públicos y un gobernador descubierto en un fayo, como se dice en el barrio.
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-Propuestas. Intereses, ansiedades, triunfos pírricos u holgados transpiran en su puño cerrado, agitadas conversaciones, obsesiones persecutorias, transas y movidas geniales. Son ese conjunto de pulsiones las que motorizan la vida cotidiana del gobernador y la sociedad las digiere con gusto variado. En esta actualidad provinciana los gestos y vaivenes emocionales del gobernador cobran un sentido especial. En el proceso electoral que se dirime en marzo de 2007 adquiere fuerte centralidad la forma en que se posiciona la sociedad frente a la gestión y al temperamento de Jorge Pedro Busti, y desde ahí cómo insertan sus mensajes tanto el justicialismo oficial representado por la fórmula Urribarri-Laurito, como también la oposición en las figuras de Emilio Martínez Garbino, la UCR y la también la fórmula justicialista no oficial representada por Julio Solanas y Enrique Cresto. Sin dudas la tarea del dueto Urribarri-Lauritto es de extrema comodidad, todas las mediciones los dan cómodamente arriba casi sin transpirar la camiseta. Según el diseño de campaña que se advierte, el papel que le corresponde a Sergio Urribarri es aparecer lo estrictamente necesario como para que quede claro ante la sociedad que él es el candidato de Busti y que él es quien asegura la continuidad de la gestión actual.
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-El desgaste. Los problemas económicos siguen desgastando la figura de Julio Solanas en la comuna paranaense. Está claro que la falta de control del gasto -a partir de la incorporación de agentes o el pago de mayores subsidios de los previstos- le está provocando demasiados dolores de cabeza a quien también pretende suceder a Jorge Busti en el sillón de Urquiza. Los errores de política de control, sumados a cierta incapacidad demostrada a esta altura por el secretario de Economía, César Pross, a quien desde el año "se piensa cambiar" -aunque siempre se argumentó que no se encontró la persona con el perfil acorde-, le están dejando un terreno claro al bustismo, rompiendo así la escasa credibilidad que habían logrado el solanismo y varios de sus referentes en la ciudad. Los incesantes reclamos sectoriales en la comuna (algunos de ellos generados por operadores ocultos del bustismo o referentes del varisquismo) van generando un continuo malestar, en especial en los sectores medios y altos de la comunidad paranaense. Es decir, una zona en la que siempre le ha sido difícil ingresar a los hermanos Solanas. Y está claro que esos problemas no solamente están conspirando con las pretensiones del intendente sino también con su hermano, el diputado nacional Raúl Solanas que, en su estrategia electoral, prácticamente no tiene aparición pública, prácticamente desde que fue bendecido por el alcalde paranaense.
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-El retorno del varisquismo. El diputado provincial Fabián Rogel no dudó un instante en la noche del domingo. Habían pasado apenas tres horas del cierre de la votación cuando el crítico legislador de la oposición salió con los tapones de punta contra su contricante, el diputado nacional Sergio Fausto Varisco, acusándolo de graves maniobras irregulares durante la jornada en las elecciones para autoridades del Comité capital. Habrá que ver si en verdad Rogel cumple con lo anunciado, de llegar hasta la propia Justicia con detalles y pruebas concretas contra su ex candidato a gobernador en el 2003. Varisco -que ya fuera denunciado por sectores bustistas fundamentalmente de irregularidades en la última contienda electoral provincial- buscó el perfil bajo y solamente atinó a formular algunas aclaraciones sin demasiada convicción. El clima estaba enrarecido en los días previos. Por eso fue que el propio Rogel hizo una conferencia de prensa casi 48 horas antes, para advertirles a propios y extraños que estaban pasando cosas raras.
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