M. C.
Es incansable el trabajo que realiza la Asociación Ciclista de Entre Ríos (ACER). En su rol de ente organizador de las actividades ciclistas de la costa del Paraná ha sabido ganarse un lugar en la consideración del deporte y ahora va por más tras la elección de nuevas autoridades por el lapso de un año. Y cada vez que se designa una nueva Comisión Directiva se generan expectativas a largo plazo. El más importante para la gente ligada al ciclismo provincial es la concreción de un velódromo en la zona del acceso a la ciudad de Paraná. Se trata del lugar que ocupa el Complejo Ciclístico Arnoldo Sabino Pucheta, donde se concentra el grueso de las actividades del deporte del pedal, tanto en la región como competencias correspondientes al calendario nacional. La misión no será nada sencilla porque la inversión para terminar las obras demanda 300.000 pesos y es una suma que no poseen las arcas de la institución entrerriana. Sin embargo, la dirigencia está abocada a meta deportiva que permitiría realzar el nivel de la disciplina en la provincia y ayudaría a concretar visitas de delegaciones de primer nivel en materia de ciclismo.
“Queremos seguir manejando los destinos de esta pasión de todos nosotros que es el ciclismo”, dijo Luis Fidel Otarán en sus primeros conceptos tras ser reelegido como nuevo titular de la ACER. Además, brindó detalles del rol que cumplirá la nueva gestión: “No queremos descuidar las obras, no queremos descuidar a los deportistas, queremos que sigan participando en los eventos importantes. Es por eso que a la nueva Comisión Directiva se sumó gente con más ganas. Vamos a volver a insistir sobre la construcción del velódromo; es una obra fundamental porque sino Entre Ríos podría quedarse afuera de las principales competencias nacionales e internacionales. Los únicos escenarios con velódromo en la región mesopotámica son Rafaela y Esperanza. Entonces, no van a tener sentido un montón de cosas. Por tal motivo, esta nueva gestión se va a encargar de motorizar ese objetivo”, aseguró. Contar con un predio de esas características es una necesidad para el ciclismo de la región y así lo entiende la dirigencia. Al respecto, El Caqui Otarán manifestó: “Queremos hacer una pista, lo mismo que en Esperanza y en Rafaela. Nuestro pedido apunta a un circuito con todos los elementos de seguridad; por ejemplo, la pista de Nogoyá no cumple con los requerimientos mínimos de un velódromo, tampoco la de Gualeguaychú, que serían los escenarios fijos, y la otra alternativa sería la ciudad de Santa Elena. Lo justo sería tener un velódromo con las características que ya conocemos, con sus peraltes, con las medidas exactas y sus 250 metros, que posee el más chico”. Según el máximo dirigente del deporte del pedal, la concreción del proyecto se traducirá en diversos beneficios. El avance de mayor envergadura sería “entrar en todos los campeonatos argentinos, si se llega a organizar un Panamericano, campeonatos regionales, interasociativos. Serían un boom para la ciudad de Paraná y los amantes de esta disciplina deportiva”, consideró.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)