Producción Soledad Comisso
A los 12 años Rubén Sarmiento descubrió que le gustaba el periodismo cuando pidió que le prestaran una máquina de escribir para jugar. Recuerda que el mejor momento que vivió en su profesión fue cuando el equipo de básquet de Entre Ríos salió subcampeón argentino y también rememora los oscuros momentos de la dictadura militar en que sufrió “mucha censura y persecución”. Rubén tuvo un accidente cerebro-vascular que lo dejó internado casi 20 días en terapia intensiva, pero ese incidente no le sacó las ganas de vivir y de seguir trabajando en su mayor pasión: el periodismo.
-¿Qué le gusta leer?
-Me gusta leer cuentos y narraciones de autores que han emparentado cosas que sucedieron en la realidad con el cuento. Por ejemplo, Mario Vargas Llosa y Mario Benedetti.
-¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo?
-En el año 1964 yo estaba de vacaciones en un club de verano y me preguntaron qué elegía para jugar y yo pedí una máquina de escribir, y a partir de ahí comencé con las teclas a darle música a lo que escribía.
-¿Qué fue lo más disparatado que le pasó en el periodismo?
-Lo más disparatado fue cuando lo entreviste a (José Alfredo) Martínez de Hoz. Le pregunté cómo arreglaban el problema de los pobres porque tenía muchas propuestas de acciones para la producción, el campo, la industria, pero ningún plan social, y él me dijo: “De los pobres que se encarguen los políticos”. Y yo le dije que políticos no había, y él me respondió: “¡Cuando vengan!”
-¿Se sintió traicionado cuando fue alejado del Sindicato de Prensa?
-Esos son avatares de la vida, todos los que venían atrás querían llegar y yo no me sentía en condiciones físicas de hacer la actividad. Sin embargo nos sacaron mal, nos echaron, y ahora el sindicato anda como puede… a la rastra.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)